Meditación e inicio. consideraciones sobre el evento en heidegger (1936-39)

• Author: ABRAHAM RUBÍN ÁLVAREZ
• Pages: 530-545

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CAPÍTULO 33

MEDITACIÓN E INICIO. CONSIDERACIONES SOBRE

EL EVENTO EN HEIDEGGER (1936-39)

ABRAHAM RUBÍN ÁLVAREZ

Universidade de Vigo

1. INTRODUCCIÓN

Nadie comprende lo que yo pienso aquí. Esta afirmación que realiza

Heidegger (2003a, p. 25) es significativa acerca de sus intenciones en

los textos escritos en los años 1936-39, textos que producen tentativas

de pensar de otra manera, de ir más allá de los criterios de conocimiento

dominantes a lo largo de la historia de la metafísica, de asumir riesgos y

tomar decisiones. Y también, por tanto, de intentar alcanzar la compren-

sión de aquello que se declara a sí mismo como incomprensible.

Se tratará aquí quizá de reconocer la irreductibilidad de un pensador, de

un texto, de un contexto a lo que es propio y, a su vez, reconocer la

aporeticidad propia del comprender. Pues tal vez se pueda comprender

mientras aquello comprendido sea cuestionado en su comprensión, de-

jando lugar a lo incomprendido y a lo incomprensible. Se comprende

aceptando la incomprensibilidad. Pero a su vez la búsqueda no se puede

realizar en otro lugar. No se puede saltar fuera de lo propio –sin embargo

habrá que dar un salto para pensar de otro modo–. Ello nos llevaría

a renunciar a la responsabilidad de escucharnos. El que no se escucha

no decide, pues la única decisión es escuchar. Nadie decide lo que

piensa, en todo caso se da la decisión a partir de lo pensado. Y esto pen-

sado quizá solo se haga propio al ser cuestionada la propiedad. Quizá lo

que nos hemos apropiado no haya sido fundado propiamente. Quizá

lo que creemos apropiado sea solo apropiado para el cumplimiento de

ciertas metas heredadas por la inercia de una tradición que, por perma-

necer incuestionada, sigue dominando todavía.

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Las decisiones iniciales, sean efectuadas, asumidas u omitidas, arrojan

la pena y la acometida al ocaso en el ente, planteado al comienzo: histo-

ria es en la fundación de la verdad del ser [Seyn] (ser-ahí) el esenciarse

acaecido-apropiadoramente del ser [Seyn] (resolución). […] sólo donde

tal cosa reina, hay historia –lo otro permanece ruido historiográfico, que

refiere sucesión de acontecimientos y da por “historia” lo referido (Hei-

degger, 2006, p. 147)

2. DISCUSIÓN

2.1. COMPRENSIÓN Y (RE)FUNDACIÓN

Para llegar al evento, que coincide con el segundo comienzo de occi-

dente, es necesario un tránsito que permita el paso de la pregunta con-

ductora, propia del primer comienzo y que caracteriza y determina el

esenciarse del ser en sus distintas epocalidades, que configuran la histo-

ria de Occidente, la metafísica214, la filosofía, a la pregunta fundamental

sobre lo más cuestionable, el ser [Seyn], en el pensar inicial. Hay, por

tanto, un esenciarse histórico. Este esenciarse histórico es la historia del

ser que tiene su origen en Grecia (su primer origen) y su finalización en

Nietzsche. Heidegger, llegando a la conclusión de que la metafísica ha

llegado a su fin, empieza replanteando la pregunta acerca de cuál es el

sentido de ser en Ser y tiempo, pues es necesario replantear una pregunta

que según se le da a él su pensar, a través de la reconstrucción de las

ruinas de la tradición, no ha sido replanteada desde su origen. En este

replanteamiento de la pregunta aparecen dos tareas fundamentales diri-

gidas a la consecución del mismo. Una de estas tareas es la llamada des-

trucción de la historia de la ontología.

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Metafísica es tanto la pregunta por el ente ¿Por qué es el ente y no más bien la nada?,

como la respuesta a dicha pregunta. “’¿Por qué es el ente y no más bien la nada?’ es, al

parecer, la primera de todas las preguntas” (Heidegger, 2001, p. 11).