Prólogo

AuthorDr. Luis De la Corte Ibáñez
Pages13-18
A MODO DE PRÓLOGO: CUANDO LA POLÍTICA SE
VUELVE VIOLENCIA
Tal vez no se advierta al principio, pero del fondo de estas páginas llegan sonidos
e imágenes poderosas e impactantes, algunas dolorosas: bombas que explotan, parla-
mentos dictados desde atalayas y balcones, ráfagas de artillería y tableteo de metralletas,
protestas y proclamas lanzadas al aire por multitudes que abarrotan plazas y calles, rui-
do de sables y rumores sobre conspiraciones, comunicados emitidos por individuos con
semblantes crispados por la ebre del fanatismo que reivindican asesinatos o masacres,
estruendo de arquitecturas que ceden y se derrumban por el impacto de misiles, declara-
ciones de guerra y llamadas de socorro, inocentes sacricados frente a cámaras de video.
De todo eso trata este libro: de cómo política y violencia se suceden una a la otra, en el
sentido de Clausewitz (“continuación de la política por otros medios…”), o simplemente
se entremezclan y confunden, como sugiere la noción híbrida de violencia política.
La violencia política ha sido conceptualizada de múltiples formas y casi todas han
alimentado cierto grado de controversia y debate. La connotación peyorativa que acom-
paña a la etiqueta ha inducido a algunos autores a restringir su uso, circunscribiéndolo
a las modalidades de violencia que, además de obedecer a una nalidad política, resul-
tan indudablemente ilegales e ilegítimas. Pero también ha habido quien ha rechazado la
expresión violencia política por considerarla un eufemismo únicamente útil para evitar
otras palabras con peor carga moral, como terrorismo, genocidio, etc. Otros investigado-
res han objetado que una noción que se aplica a hechos tan distintos como una huelga o
manifestación con incidentes violentos, un proceso insurreccional, una guerra civil, un
atentado terrorista, un golpe de Estado, una conagración armada internacional, una
campaña de limpieza étnica o una oleada de violencia sectaria será una noción necesa-
riamente borrosa e imprecisa. En contra de esa conclusión, por último, quedan los que
apuestan por un concepto más abarcador de lo que quepa entender por violencia políti-
ca. Ese es el punto de vista de quien suscribe estas líneas y me parece que no está lejos del
que mantienen los directores de esta obra, según puedo deducir del capítulo inicial que
ambos rman, donde también han subrayado la heterogeneidad de las formas y situacio-
nes en que violencia y política pueden llegar a ser una misma cosa. De cualquier modo,
la multitud de vertientes adoptadas por la violencia política es solo una de sus compleji-
dades y será algo más fácil avistar las demás si nos arriesgamos a construir (o más bien
reconstruir) una noción sobre aquello de lo que estamos hablando.
¿Por qué no hablar de “políticas violentas”, en lugar de decir “violencia política”?

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT