Capítulo X. Escuelas familiares y educación para la paz
| Author | Omar García-Pérez, Purificación Cruz Cruz y Susana Torío-López |
| Profession | Universidad de Oviedo, España / Universidad de Castilla-La Mancha, España / Universidad de Oviedo, España |
| Pages | 145-160 |
CAPÍTULO X
ESCUELAS FAMILIARES Y EDUCACIÓN PARA LA PAZ
Omar García-Pérez
Universidad de Oviedo, España
Puri cación Cruz Cr uz
Universidad de Castilla-La Mancha, España
Susana Torío-López
Universidad de Oviedo, España
Omar García-Pérez, Puri cación Cruz Cruz y Susana Torío-López
1. INTRODUCCIÓN
La Asamblea General de la ONU adoptó en 2015 la Agenda 2030 para el Desarro-
llo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad,
que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia,
lo que supone una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un
nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás. En este
sentido, los retos actuales planteados por la pobreza, el hambre, la disminución
de los recursos naturales, la escasez de agua, la desigualdad social, la degradación
ambiental, las enfermedades, la corrupción, el racismo y la xenofobia, entre otros
factores, suponen un desafío para la paz y generan un terreno fértil para el surgi-
miento de con ictos (Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, 2021, 2023).
Esta agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en los que
la paz constituye uno de los objetivos fundamentales para el desarrollo sostenible,
en concreto el objetivo 16, por ser el pilar de la cultura y de la educación (Del Pozo
Serrano, 2019). Así pues, el desarrollo sostenible contribuye de manera decisiva a
disipar y eliminar estas causas de con icto, además de sentar las bases para una paz
duradera. La paz, a su vez, consolida las condiciones requeridas para el desarrollo
sostenible y moviliza los recursos necesarios que permiten a las sociedades desarro-
llarse y prosperar (Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, 2023), además de
provocar que la investigación especializada avance en nuevos conceptos de Paz que
nos ayuden a comprender mejor los problemas y con ictos que pueden sobrevenir
en los próximos años (Jiménez Bautista, 2019a).
O G-P, P C C S T-L
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Por tanto, las instituciones educativas son el “mejor escenario de paz positiva
como una forma estructural para generar una educación para la paz que transforme
y cree procesos de cambios directos y culturales para la cotidianidad de las presen-
tes y futuras generaciones” (Del Pozo Serrano et al., 2018, p. 88), siendo necesario
desde ellas promover ciudadanía desde planes estructurales, pero también desde
el acompañamiento y acciones socioeducativas comunitarias y especializadas que
contribuyan a la construcción de una cultura de paz (Del Pozo Serrano, 2019).
Desde esta perspectiva, la familia emerge como una institución educativa fun-
damental en el engranaje de un sistema de Educación para la paz, que brinde las
herramientas necesarias para lograr que las familias sean el espacio adecuado para
que eso suceda (Beltrán Zambrano, 2022).
2. FAMILIA Y EDUCACIÓN PARA LA PAZ
La Educación para la Paz, tal y como expresa Jiménez Bautista (2019a), tiene
un amplio, rico y plural legado histórico en el que se han ido conformando diversas
posiciones y acepciones sobre el concepto (Paz Negativa, Paz Positiva, Paz Neutra,
Paz Híbrida, ver Jiménez Bautista, 2018, 2019a, 2019b), y de los diferentes térmi-
nos y relaciones con la violencia (violencia directa, violencia estructural, violencia
cultural y simbólica, y violencia híbrida), así como con los términos de no violencia,
no-violencia y noviolencia (Jiménez Bautista, 2019a). No es este el capítulo indicado
para el desarrollo teórico y epistemológico de tal conceptualización, pero trataremos
de abordar la Educación de/para/en la Paz en la familia desde una perspectiva de
paz neutra ya que, de forma holística, desde la familia se puedan trabajar las habi-
lidades y competencias cívicas, ciudadanas, democráticas, personales y sociales.
En este sentido, la educación para la paz tiene como eje fundamental el desarrollo
de una cultura de paz (Del Pozo Serrano et al., 2018) la cual sugiere la adquisición
de comportamientos empáticos, tolerantes y solidarios, en defensa de una serie
de valores como son la libertad y la justicia, el respeto, el aprecio y el disfrute de la
diversidad, siendo el diálogo la herramienta de transformación y campo de acción
(Jiménez Bautista, 2019a; Moreira Aguirre, 2022). Así pues, este modelo educativo
resulta un eje transversal para construir un futuro mejor (Moreira Aguirre, 2022),
de modo que la cultura de paz constituirá el instrumento más dinámico a la hora de
eliminar las distintas formas de violencia (Jiménez Bautista, 2019a).
En de nitiva, para desarrollar una educación para la paz, es imprescindible
una educación en ese sentido en cada uno de los contextos socioeducativos en los
que el ser humano crece, aprende y adquiere su personalidad y los valores éticos,
cívicos y sociales de los que antes hablábamos, y el primer agente de socialización
por excelencia es la familia.
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