Las tenues relaciones hispano-paraguayas y el largo camino hacia la reconciliación (1846-1887)
| Author | Philip D. Webb |
| Pages | 483-503 |
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LAS TENUES RELACIONES
HISPANO-PARAGUAYAS Y EL LARGO CAMINO
HACIA LA RECONCILIACIÓN (1846-1887)*
Philip D. WEBB
Universidad de Santiago de Compostela
Mientras que los historiadores han abordado las relaciones oficiales entre
España y Paraguay durante el siglo XX desde varias perspectivas, apenas se ha
escrito sobre el periodo anterior. El trabajo más relevante en este ámbito ha sido
el de Pilar Cagiao sobre la trayectoria de Matías Alonso Criado, cónsul general
de Paraguay en Madrid y luego Montevideo entre las décadas de 1880 y 1900 1.
La investigación aquí emprendida ha consistido en reconstruir y analizar los an-
tecedentes de las cuestiones trabajadas por otros autores, o dicho de otro modo,
los primeros intentos de restablecer las relaciones hispano-paraguayas después
de las independencias americanas. En el caso de Paraguay, una nación pequeña,
remota y desconocida para los españoles, estas relaciones resultaron sumamente
difíciles de consolidar. La presente contribución es una historia de conexiones
tenues, oportunidades perdidas y contactos diplomáticos que no condujeron a
ninguna parte, casi. Más que la mera cronología de estas iniciativas, los motivos
de su precariedad interesan a la hora de considerar el desarrollo y la política
exterior de ambos países. ¿Por qué algunos hombres, diplomáticos o no, pre-
sionaban para construir una relación bilateral? Y, ¿qué factores influían para
obstaculizarla?
* Este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto España como escenario. Diploma-
cia y acción cultural en la formación de redes transnacionales con América, 1914-1945 (PGC2018-
094231-B-100), cofinanciado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y el Fondo Eu-
ropeo de Desarrollos Regionales (FEDER).
1 Pilar CAGIAO VILA, «Matías Alonso Criado».
PHILIP D. WEBB
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UNA PREHISTORIA DE LA DIPLOMACIA HISPANO-PARAGUAYA.
CARLOS CREUS (1846) Y FRANCISCO SOLANO LÓPEZ (1854)
La independencia de Paraguay en 1811 supuso una ruptura total en sus rela-
ciones oficiales con España y el inicio de un periodo caracterizado por el aislacio-
nismo de su política exterior en general. A la muerte de José Gaspar Rodríguez
de Francia (dictador de 1814 a 1840), las causas de dicho aislacionismo —el no
reconocimiento de la independencia paraguaya por Buenos Aires y la cuestión de
la libre navegación de los ríos— quedaban sin resolver, pero esto no impediría
que el gobierno de Carlos Antonio López (cónsul junto a Mariano Roque Alonso
de 1840 a 1844 y presidente de 1844 a 1862) pusiera en marcha una serie de
políticas de índole aperturista, si bien bastante moderadas. La burguesía tardo-
colonial de origen peninsular, en cuanto bloque de poder alternativo a Francia,
había sido objeto de persecuciones durante la etapa dictatorial, pero ya en 1841
el gobierno empezó a conceder licencias de comercio a españoles que, «no te-
niendo como subsistir», vivían en «suma pobreza» en diversas localidades de la
campaña 2. López también permitía la entrada controlada de nuevos inmigrantes,
argumentando que «Paraguay ha comprendido que el modo único de progresar
[...] es llamar y admitir á los que saben más» 3. Según un informe del funcionario
Félix Barboza, en agosto de 1849 había unos 36 comerciantes extranjeros resi-
dentes en la Villa del Pilar, un puerto sobre el tramo austral del río Paraguay 4. Y
más allá de sus fronteras, Paraguay entablaba negociaciones con las provincias
del Litoral argentino o el Brasil con el fin de lograr un mayor reconocimiento
internacional y derrocar al gobierno bonaerense de Juan Manuel de Rosas.
Carlos Creus Camps, el encargado de negocios de España en Montevideo
desde 1845, tenía claro que la caída de Rosas convendría a España porque la
eventual victoria del partido «ilustrado y civilizador» de los unitarios redundaría
en la abolición de las trabas a los movimientos comerciales a lo largo de la región
platense. En uno de sus primeros informes al primer secretario del despacho de
Estado, el 26 de septiembre de 1845, Creus manifiesta tener «motivos para creer,
que el Paraguay, objeto de la codicia de Francia é Inglaterra, se dirigirá á mi so-
licitando celebrar un Tratado de Paz y Amistad con España». Según él, Paraguay
representaba una seria amenaza a Rosas porque contaba con mucha población
y un gran ejército gracias a haber «disfrutado de un profundo sosiego durante
muchos años». La importancia de la república guaraní en el balance de la política
rioplatense parecía confirmarse en enero de 1846, cuando Creus pudo verificar
la intención del general José María Paz de invadir Entre Ríos con una fuerza de
6.000 correntinos auxiliados por 10.000 paraguayos en una «alianza ofensiva y
defensiva» que haría «difícil que el dictador de Buenos Ayres resista á la densa
nube que contra él se levanta» 5.
2 ANA, Sección Historia, 442n3-95-109: «Solicitudes de permiso para comerciar», Asunción, 1841.
3 El Paraguayo Independiente, Asunción, 21 de marzo de 1846, p. 3.
4 ANA, Sección Historia, 278n5-124-148: «Lista de extranjeros en Villa del Pilar», Villa del Pilar, 1849.
5 Revista Histórica. Publicación del Museo Histórico Nacional, Montevideo, diciembre de 1966;
diciembre de 1967. Informes de Carlos Creus al primer secretario del despacho de Estado: 3, 7, 33,
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