La ética: entre la historia, la política y la ciencia

AuthorRafael Ramis Barceló
Pages113-155

Page 113

En el capítulo anterior, deliberadamente, he dejado una serie de obras sin tratar, ya que el enfoque de este libro, aunque sigue el itinerario biográfico, se basa principalmente en los problemas que MacIntyre en cada momento se planteó e intentó resolver. Una de las obras más importantes del autor es su A ShortHistory ofEthics, cuya relevancia he procurado poner de relieve ya en el primer capítulo. A partir del historicismo ético que se aplica en esa obra, intentaré proporcionar las claves hermenéuticas para entender cuál es el planteamiento fundamental que permite a MacIntyre dotar de sentido a los problemas que delimita durante su juventud y que pueden resumirse en las preguntas del capítulo precedente.

La clave histórica permite contextualizar un debate que, hasta el momento, había permanecido inconexo. Dicho brevemente: Maclntyre entiende que la única explicación al problema is-ought, a la teoría de la acción y los problemas de la ideología y la escisión del sujeto moderno se pueden y deben plantear exclusivamente en términos históricos y, si cabe, como problemas de metodología de la ciencia aplicados a la historia. Sólo a través del estudio de la historia de la ética se pueden superar las dificultades que, en términos estrictamente analíticos o de análisis marxista, no pueden resolverse.

El camino desde A Short History ofEthics hasta After virtue es complejo. Requiere estudiar conjuntamente tres temas: i) Una exposición histórica del lenguaje de la ética, criticando explícita e implícitamente a Moore, Ayer y Hare, para mostrar que diferentes términos en diferentes épocas significan cosas muy distintas, 2) un análisis del lenguaje ético-político de la Modernidad y de la época contemporánea, a fin de mostrar la falta de contexto del vocabulario de la filosofía práctica, y 3) un estudio

Page 114

de la teoría y metodología de la ciencia, aplicado a la historia de la filosofía en general (y a la historia de la ética en particular) para mostrar que el lenguaje de la ética es cambiante y que no puede juzgarse retrospectivamente.

Estos tres temas se encuentran ya in nuce en A Short History of Ethics. Su desarrollo ocupará prácticamente dos décadas, hasta la composición de Three rival versions of moral enquiry. Sin embargo, su exposición más paradigmática se encuentra ya en After virtue. En este capítulo intentaré explicar los tres temas por separado, aunque citando constantemente las relaciones entre unos y otros. Por lo tanto, separaré la exposición de A Short History ofEthics, los temas referentes a la acción política (y sus corolarios) y, por último, los temas de metodología de la historia.

3.1. A Short History ofEthics

Esta obra es básicamente una revisión histórica de los grandes períodos de la ética, aunque su argumento principal es un "ajuste de cuentas" con la filosofía moral del siglo XX. De hecho, la obra está escrita como exposición histórica de la ética, capaz de mostrar la historicidad de los conceptos éticos, huyendo del debate rutinario entre Hume, Kant, Mili y Moore1.

Esta obra -a la que todavía no se le ha concedido la relevancia que toca, tanto en el corpus de MacIntyre como en la historiografía de la ética en general- aporta numerosas ideas de gran valor, si bien me centraré en tres bloques de especial relevancia para el propósito de establecer los fundamentos de su filosofía jurídica.

En primer lugar me voy a detener en los problemas de la historicidad de la ética y en el análisis del lenguaje de la ética, seguidamente me dedicaré a estudiar los vínculos entre la ética, el derecho y la justicia, y por último, me detendré en la exposición de la propia postura de Maclntyre en el marco de la filosofía moral y su comprensión de la historia de la ética.

Page 115

1) El lenguaje de la ética y su historicidad

Dicho brevemente: A Short History ofEthics es un manual para estudiantes en el que MacInyre reivindica una sensibilización histórica para el estudio de la ética2. Su carácter no es sólo expositivo, sino que se dirige contra la línea de flotación de la ética del momento: muestra directa o indirectamente las debilidades de Moore, Ayer, Prichard, Hare y Stevenson3. Si en el capítulo anterior se ha podido ver cómo MacIntyre critica a estos autores por analizar el lenguaje de la moral sin referencias históricas, a lo largo del libro se encuentran continuas alusiones a su interpretación ahistórica de la filosofía moral.

"Moral philosophy is often written as though the history of the subject were only of secondary and incidental importance. This attitude seems to be the outcome of a belief that moral concepts can be examined and understood apart from their history. Some philosophers have even written as if moral concepts were a time-less, limited, unchanging determinate species of concept, necessarily having the same features throughout their history, so that there is a part of language waiting to be philosophically investigated which deserves the title "the language of moráis" (with a definite article and a singular noun)"4.

Por esa razón, el libro -a los ojos del lector actual- puede parecer hasta repetitivo en su análisis de la palabra "bueno". A MacIntyre le interesa abrir los ojos a sus estudiantes para mostrarles la variedad de usos de "bueno": por ello, en casos de variación semántica de "bueno" en Platón o en la filosofía antigua en general, se pregunta cómo lo interpretarían Moore o Ayer5. Se trata de una terapia de choque contra el análisis lingüístico ahistórico.

En el capítulo 8 de A Short History ofEthics, MacIntyre reconsidera la ética griega y aprovecha para mostrar que Prichard estaba equivocado al examinar los fundamentos de la historia de la ética desde una óptica postkantiana6. En el capítulo anterior he expuesto la crítica de Mac-

Page 116

Intyre a Prichard, que se amplifica aquí en una serie de consideraciones al hilo de la historia de la ética7.

Según MacIntyre, Prichard incurría en el error de considerar que el deseo es una esfera aparte que no tiene ninguna vinculación con los demás aspectos de la vida humana, mientras que para la ética griega (y en particular para la aristotélica), lo importante de las acciones son los fines, pues, como dice el texto anterior, el propósito del agente sólo puede hacerse inteligible como expresión de los fines que persigue.

Con ello, MacIntyre muestra que la ética moderna ha cambiado completamente la semántica de razones y causas, tal y como se ha podido ver en el capítulo anterior. De hecho, toda la exposición hasta llegar a Hume está especialmente interesada en mostrar que el problema de la falacia naturalista es un malentendido del filósofo escocés, tal y como había hecho en el ya expuesto artículo "Hume on 'is' and 'ought'". No hay tal falacia, ya que todos los autores anteriores habían sido perfectamente conscientes de que un plano es el del conocimiento y otro el de la acción. Lo que ocurría es que, de acuerdo con el intelectualismo ético de Sócrates, no podía existir ningún caso en el que la idea no llevara directamente a la praxis8.

El intelectualismo de Sócrates, Platón y Aristóteles es una opinión, una doctrina, no una falacia lógica. Estos tres filósofos eran perfectamente conscientes de que el "is" y "ought" están situados en el plano epistemológico y moral, respectivamente. Lo que ocurre es que, mutatis mutandis, para los tres ambos planos estaban conectados. Por lo tanto, tenían razones para actuar: el ser humano podía conocer lo bueno y lo verdadero, y tal conocimiento, en su perfección, implicaba la actuación en el mismo sentido9.

En Hume se encuentra un escepticismo acerca de la capacidad de la razón para conocerlo bueno y lo verdadero, de manera que es necesario disociar la capacidad para conocer y para actuar. Kant acentuó la brecha en sus dos críticas y Nietzsche hizo una profunda crítica a la filosofía anterior (socrática, kantiana, hegeliana y utilitarista), de modo que mostró

Page 117

su profundo sinsentido10. Después del hachazo de Nietzsche, la filosofía moral ha ido mostrando que el lenguaje de la ética, en sí, está vacío de contenido.

"Nietzsche sees himself as writing in an age of moral vacuum. He has three tasks: to exhibit the historical and psychological causes of the vacuum; to unmask false candidates for the role of the new morality; and finally, to transcend the limita-tions of all hitherto existing systems of morality, and by a transvaluation of values" to prophetically introduce a new way of life"11.

MacIntyre destaca que después de Nietzsche debe repensarse la idea hegeliana de la ética de los antiguos y de los modernos12. Existe, por lo tanto, una importante diferencia histórica en la concepción de la ética: los antiguos eran capaces de unir el conocimiento con la decisión, mientras que los modernos son incapaces de ello, es decir, no tienen razones para actuar (o no son capaces de explicarlas).

1) Moral, justicia y derecho natural

En esta obra se encuentra, por primera vez, el análisis de cuestiones iusfilosóficas, si bien, de forma indirecta e histórica. En una "historia de la ética" es inevitable tratar el tema del derecho, pues las conexiones son -y han sido- muy estrechas. Sintetizando, puede decirse que para MacIntyre hay tres grandes paradigmas históricos en la relación entre la ética y el derecho13.

El primero de ellos es el de la ética clásica, fundamentalmente en las obras de Platón y de Aristóteles. En Platón se halla una profunda implicación entre la teología racional, la ontología, la ética y el derecho. En Las Leyes se remarca la importancia ética de obedecer al derecho, puesto que en el cumplimiento de la ley se encuentra la base de la piedad. Por lo tanto, y sin entrar en mayores detalles -ya que el propio MacIntyre no lo hace- hay que recordar que el derecho (natural) se derivaba...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT