El Estado Mexicano versus Convención Interamericana de Derechos Humanos y Corte Interamericana de Derechos Humanos
| Author | José Luis Álvarez Cruz |
| Pages | 81-105 |
81LOS COSTOS DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
OBLIGACIONES DEL ESTADO EN EL SISTEMA INTERAMERICANO
1. Invitación del Estado a la Conferencia
En la década de los 60 s, el Estado yacía en un clima interno absoluto y
muy difícil de compartir fuera de él, donde las libertades eran supervisadas
por la tutoría del Estado, éste como componente de la OEA56, convite con
esa representación de países americanos para participar en la celebración de
una conferencia especializada que traería en un futuro a la Convención de
derechos humanos.57
El objetivo central era la presentación ante todos los miembros inte-
grantes de esta formación de naciones americanas, donde se sometería la
propuesta de la Convención que tendría el carácter de vinculante para los
Estados parte que la aceptaran como iniciativa de un ente compuesto por
representantes de los pueblos americanos miembros del sujeto.
Como primer punto, existió el compromiso político internacional y a
su vez interno o nacional de los miembros, porque de esta manera diplomá-
tica se podría introducir un derecho con mayor espacio en beneficio de sus
nacionales.
56 Ibídem
57 La Convención Americana fue adoptada el 22 de noviembre de 1968, y entro en vigor
para los estados ratificados el 18 de julio de 1978. Coord., Becerra Ramírez, Manuel.
«México y la corte interamericana de derechos humanos», en La corte Interamericana
de derechos humanos a veinticinco años de su funcionamiento. México, IIJUNAM, 2007,
p.323.
CAPÍTULO III
El Estado Mexicano versus
Derechos Humanos y Corte
Interamericana de Derechos Humanos
CAPÍTULO III
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JOSÉ LUIS ÁLVAREZ CRUZ
Tendría que ser con el apego sobre los puntos que se habían propuesto
y estudiado por los comisionados de la producción legal, sería estudiado por
el Ejecutivo Federal y los representantes de la soberanía de la República.
Para los mexicanos, el antecedente que existió del conocimiento del tan
útil e inquietante proyecto, era que quien acudió al primero de estos eventos
en sustitución del secretario de relaciones exteriores, fue el sub secretario de
dicha secretaria, Manuel Tello, quien había estado presente y participó en
ambos proyectos de los que hemos hecho mención en los capítulos anterio-
res, donde se dirimió todo el contenido del ante propósito del que ya tenían
conocimiento los señores ministros de relaciones exteriores y en consecuen-
cia el Ejecutivo Federal, quien es el encargado de la política exterior.
Esta información que obtuvo el funcionario presente en los debates an-
teriores resulta cuestionable y realmente poder comprender ¿Cuál es la fun-
ción que cumplen en la política exterior los ministros hoy secretarios? Si hay
o tuvo que haber archivos de esa secretaria donde analizan o informan al
Poder Ejecutivo sus actividades, si el Ejecutivo tiene las bitácoras de las dili-
gencias que lleva a cabo su mandatario en el exterior o en su defecto, hay en
la Presidencia antecedentes de estos eventos o si existe comunicación entre
el Ejecutivo y el secretario de relaciones exteriores, podría ser benéfico con
muchas más contestaciones que servirían para reflexionar con mayor interés
en las funciones de los servidores y funcionarios públicos en lato sensu, no
sólo del exterior, sino también del interior.
De lo contrario se podría pensar que no existe seguimiento en temas
relevantes que hoy interesan, y otros que también son de importancia; a pe-
sar de que hay un periodo de transición del Poder Ejecutivo, por lo menos en
teoría, se considera esta parte administrativa hacer la entrega administ radora
de los despachos.
Yace la duda de que en el área de relaciones exteriores y el Ejecutivo
Federal no existe o existió esa continuidad en los temas obstinados por el
asunto de democratización y derechos humanos.
Tal apreciación podría ser que la política que lleva a cabo el Ejecutivo
en los sexenios es interrumpida por ser su facultad constitucional del Presi-
dente llevar a cabo sus decisiones en el exterior, sin embargo, los otros dos
poderes no pusieron la debida atención y aún continúan en esa desatención.
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