Políticas de inclusión y pandillas juveniles: una perspectiva de seguridad ciudadana

AuthorEduard Vinyamata i Camp, Farid Samir Benavides Vanegas
Pages219-264
© Editorial UOC 219 Políticas de inclus ión y pandillas juveniles
Capítulo 6
Políticas de inclusión y pandillas juveniles: una perspectiva
de seguridad ciudadana
Farid Samir Benavides Vanegas, PhD
I. Introducción
La violencia y la criminalidad han aumentado signif‌icativamente en Amé-
rica Latina y el Caribe. La región presenta altas tasas de victimización y las
encuestas de opinión ref‌lejan un incremento en la percepción de inseguridad.
El informe sobre el estado de los derechos humanos en América, elaborado por
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en el año 2009,
destaca que los gobiernos autoritarios de América Latina dejaron un legado de
permanente reproducción de la violencia. Igualmente, af‌irma que las políticas
de ajuste estructural han producido un deterioro del papel del estado como
garante del pacto social de convivencia y han debilitado las instancias tradicio-
nales de socialización. El informe señala que el incremento de la pobreza y la
indigencia han elevado los niveles de desigualdad y de exclusión social, y, por
tanto, han favorecido el aumento de la violencia y de la criminalidad.
En las Américas se verif‌ican algunos de los índices más altos del mundo de cri-
men y de violencia. La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, que es un
indicador universalmente aceptado para medir el nivel de violencia en una determi-
nada sociedad, sin perjuicio de sus constantes alteraciones, alcanzó el 25.6/100.000
promedio en América Latina. En comparación con esta cifra, la tasa en Europa se
registró en 8.9/100.000, mientras que para la región del Pacíf‌ico Occidental se ubica
en 3.4/100.000, y en Asia Sur-Oriental 5.8/100.000. No obstante, si el análisis se
enfoca solamente en los sectores de ingresos medios y bajos de la población, la tasa
promedio de homicidios en las Américas se eleva a 27.5/100.000 (CIDH, 2009).
La violencia entre jóvenes y contra jóvenes también es la más alta del mun-
do, con todo lo que esto signif‌ica en términos de desarrollo humano, de esta-
© Editorial UOC 220 El largo cami no hacia la paz
bilidad de la democracia y, sobre todo, de la protección de los derechos de la
niñez y de la juventud. En el informe de 2008 sobre seguridad pública en las
Américas, la OEA muestra cómo la violencia se ha convertido en un medio co-
tidiano de resolución de los conf‌lictos, no sólo a nivel público sino también en
la esfera privada. La violencia doméstica se ha convertido en uno de los prin-
cipales problemas de seguridad de la región. De acuerdo con el informe, entre
el 25% y el 50% de las mujeres de los países de la región han sufrido actos de
violencia física, emocional o sexual (OEA, 2008).
Las causas de la criminalidad en América Latina son variadas. Algunos apun-
tan a la existencia de causas económicas, a la desigualdad social, a una baja
socialización y cohesión social, etc. En un estudio sobre la situación de segu-
ridad de América Central, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
PNUD identif‌icó algunas causas y algunos factores de riesgo que contribuyen a
la violencia y a la criminalidad entre la gente joven y de la violencia en general
(IDHAC, 2010). La violencia entre/contra jóvenes también tiene causas espe-
cíf‌icas como son la violencia doméstica, la inestabilidad económica y la exis-
tencia de instituciones comunitarias débiles. En América Central, por ejemplo,
un estudio de la Organización de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito
ONUDD muestra que esta región es particularmente vulnerable al delito y a la
violencia por la existencia de diversos factores como son la existencia de una
población muy joven, lo que hace que la mayor parte de la violencia sea co-
metida por hombres jóvenes (entre 15 y 25 años) contra hombres jóvenes, sin
que de ello se siga que toda la violencia juvenil sea pandillera. Al lado de esto,
el estudio muestra que la violencia y la criminalidad se deben a la existencia de
situaciones graves de pobreza y desigualdad –el país más rico, Costa Rica, y el
más pobre, Nicaragua, son los que tienen una situación objetiva y subjetiva de
seguridad mejor debido en parte a la ausencia de inequidades extremas como
las de los otros países–; a la existencia del desempleo –para la ONUDD el grupo
de más riesgo de sufrir de desempleo son los y las jóvenes que no están ni en
la escuela ni en el trabajo, y las cifras muestran que en Guatemala sólo un 34%
están inscritos en la Escuela, en tanto en Costa Rica es un 38%, en El Salvador
un 48% y en Panamá un 64%–; y al hecho de que la justicia penal en América
Central, al igual que en América Latina, es débil y con altos índices de impuni-
dad (ONUDD, 2007).
En los últimos años se ha venido hablando en América Latina del problema
de las pandillas juveniles y de las maras. Con frecuencia se asocia la cuestión de
la juventud con la de la violencia y la de la delincuencia. La literatura coincide
© Editorial UOC 221 Políticas de inclus ión y pandillas juveniles
en la necesidad de no confundir los actos cometidos por las organizaciones
criminales con los actos cometidos por las pandillas y las maras (Cerbino, 2009;
Feixa, 1998). Esto no quiere decir que las maras sean necesariamente asociacio-
nes pacíf‌icas de jóvenes, pero sí constituye un llamado de atención sobre la ne-
cesidad de una mayor comprensión del problema para poder diseñar políticas
públicas efectivas. Es importante distinguir entre las asociaciones de jóvenes y
las pandillas y las maras y entre todas estas y el crimen organizado.62
En este texto deseo analizar cuatro aspectos fundamentales:
      
falta de efectividad y sus efectos en el aumento de la violencia entre y
contra jóvenes.
  
el f‌in de mostrar que no hay una relación directa entre juventud, violencia
y delincuencia.
        
criminalidad de la región.
      -
periencias que contribuyen a un tratamiento alternativo, no represivo, y
compatible con una visión democrática de la seguridad.
62. Uno de los mitos existentes con respecto a las maras centroamericanas es el que nos dice que
ellas son las responsables de la mayoría de los homicidios que se cometen en la región y de la mayor
parte del tráf‌ico de drogas hacia los Estados Unidos, incluso se les acusa de ser las responsables de
la mayor parte del tráf‌ico de personas que se cometen en Guatemala y en México. Si bien las maras
cometen delitos, las cifras sobre la criminalidad en América Latina nos muestran que los homici-
dios entre jóvenes corresponden a un porcentaje muy bajo, por lo que af‌irmar que las maras y las
pandillas son las que cometen más delitos es, cuando menos, equivocado. Igualmente, el tráf‌ico de
drogas hacia los Estados Unidos se desarrolla principalmente por vía marítima, lo que requiere
de una logística de la que carecen las maras, que además tienen su centro de actuación en el centro de
Guatemala y El Salvador, y no en las costas de estos países. Finalmente, si bien se dan casos en los
que las maras agreden a inmigrantes y los someten a extorsiones, no está demostrada su participa-
ción en el tráf‌ico de personas como socios del crimen organizado o como actores directos, pues su
ejecución requiere de unas redes transnacionales que las maras no poseen.

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT