El relevo generacional en Europa: Empleo, formación y vínculos sociales
| Author | Ander Gurrutxaga Abad y Auxkin Galarraga Ezponda |
| Profession | Euskal Herriko Unibertsitatea/Universidad del País Vasco |
| Pages | 35-101 |
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El relevo generacional en Europa:
Empleo, formación y vínculos sociales
A G A A G E*
Euskal Herriko Unibertsitatea / Universidad del País Vasco
Preámbulo
1. La Cuestión de las Generaciones y el Enigma de Europa
1.1. La afirmación generacional
1.2. La construcción generacional de la Europa de postguerra
1.3. Historia. Perspectiva y situaciones generacionales
1.4. Los contextos estructurales del debate generacional: un marco
analítico
2. El Presente de las Generaciones en Europa
2.1. La estructura que condiciona
2.2. Las generaciones en su laberinto
2.3. Ubicarse en las reglas del juego
2.4. La seguridad material y el empleo de los jóvenes europeos
2.5. Formación, trabajo y empleo
2.6. Jóvenes en la esfera pública: politización o desafiliación
3. Europa: Promesas y Jóvenes. Elementos para Construir Futuro
3.1. Jóvenes y mercado de las oportunidades
3.2. Innovar y crecer en culturas innovadoras
3.3. Gobernanza y políticas sociales para las nuevas generaciones en
Europa
3.4. Culturas cívicas y Europa
4. Conclusiones
Bibliografía
PREÁMBULO
El texto parte de algunos supuestos que conforman el cuadro de hipótesis. Las
expresiones generacionales promueven tres cuestiones, a nuestro juicio, significativas;
i) el peso y el valor de la edad; ii) las condiciones históricas que atan y envuelven la
narrativa generacional y; iii) cómo y para qué somos. La historia del siglo XX en Europa
* Esta investigación ha sido posible gracias a la concesión, por parte de EuroBasque, del Primer
Premio en el marco del XX Premio Francisco Javier Landaburu-Universitas 2021.
Ander Gurrutxaga Abad y Auxkin Galarraga Ezponda
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enseña diversos caminos. No puede ser de otra manera si se comprende que condiciona
las respuestas generacionales. Hay factores que tienen poder descriptivo ante estos
hechos: las dos guerras mundiales, la afirmación de la Europa comunitaria, la edad de
oro del crecimiento económico, la construcción del Estado y la sociedad del bienestar, la
entronización de la sociedad de consumo o la sociedad laboral.
Las nuevas generaciones se suman al proyecto común con las referencias inscritas en seis
hitos; i) crecimiento económico; ii) desarrollo de las políticas sociales; iii) redistribución
de la renta y la riqueza creadas; iv) la movilidad social ascendente; v) el desarrollo de
las libertades civiles y; vi) la emergencia del sistema institucional eficiente y eficaz. Las
generaciones erigen la imagen del progreso basándose en expectativas y oportunidades.
Éstas se naturalizan, como si fuesen lo único posible. El dosel sagrado encauza los éxitos
del bienestar, la calidad de vida de los ciudadanos, la confianza institucional, el uso de la
identidad de lo que cada uno es y el desarrollo inclusivo de la democracia.
El marco de las nuevas generaciones canta y se arrulla sobre esos supuestos. Se
encuentran con que la Europa comunitaria, diversa y diferente, asume el destino
común. Recala en las conciencias de los nuevos la seguridad material como consecuencia
destacada de haber nacido en ese trozo de mundo donde el desarrollo económico y social
penetra en las junturas que unen unas generaciones con otras.
Éstas se encuentran, además, con un mensaje tranquilizador: la movilidad social
ascendente asegura que “vais a vivir mejor que los ancestros y los hijos mejor que los
padres”. Los derechos de los jóvenes están protegidos por la legislación laboral. Las
sociedades europeas de la edad de oro se enorgullecen del pleno empleo con salarios
razonables donde los nuevos ciudadanos piensan construir el itinerario vital de vida,
acceder a los servicios sociales ofrecidos y encauzar su cuadro de necesidades.
Desde estos supuestos, las generaciones se piensan desde la línea de continuidad
que cose y conecta a las generaciones jóvenes con las adultas y mayores. La seguridad
material y el cuadro de oportunidades son el cemento que soporta la relación entre unas
y otras generaciones. La segunda mitad del siglo XX aspira a que las conexiones internas
promuevan miradas y acciones desde posiciones estructurales. El cemento que produce
el dosel sagrado transmite fuerza, solidez, confianza y legitimidad.
En el siglo XXI, las nuevas generaciones, y ésta es la hipótesis principal de la
investigación, miran la herencia de los mayores desde la distancia, con escepticismo y
actitud crítica, de tal forma que los muros de la inconsistencia europea, reaparecen y se
conectan con el pensamiento crítico y definen a los adultos como “generación tapón”.
Los jóvenes, sean en la definición millennials, generaciones Z o X, emiten señales
inequívocas de que el plan gestado en la década de los cincuenta está agotado. Se hacen
cargo de que las promesas de la seguridad material no se mantienen. Las razones están
en la debilidad del crecimiento económico, los cambios tecnológicos auspiciados por la
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4ª revolución industrial que promocionan consecuencias inesperadas en la estructura
productiva, mutaciones en el empleo, debilidad en las políticas sociales, crisis en la
definición de la sociedad laboral, el incremento de la desigualdad y fragilidad en el
“motor de la historia”: la movilidad social ascendente.
Emerge una nueva época y en ésta la caja de herramientas donde se guardan los
instrumentos del dosel sagrado europeo está atascada, no se abre. Por otro lado, la línea de
continuidad intergeneracional no es pacífica –véase el voto del Brexit, el papel de los jóvenes
en el ascenso del voto populista o el encuentro con profesiones y empleos mal pagados y
temporales–, desmienten el viejo cuadro de promesas y coloca la relación generacional con
adultos y mayores en estado crítico. Se abren las puertas y las ventanas para que emerja otra
Europa, menos protectora y más alejada de la continuidad generacional.
Hoy la Europa comunitaria dista bastante de la prometida. Para la generación
joven muta la herencia para construirse como grupo singular, sin la seguridad material
prometida y bajo los efectos de la expansión del poder de la tecnología, con la crisis de
la sociedad laboral, el empleo sometido a condiciones críticas y con las políticas sociales
cada vez más frágiles y vulnerables, las nuevas generaciones se preguntan cuáles son los
contenidos fundamentales de la caja de herramientas a emplear en la tercera década del
siglo XXI, se interrogan sobre los referentes que permiten afirmarse. La respuesta, ésta
es nuestra hipótesis de trabajo, es que hay que volver a revisar los cajones que Europa
cerró y hay que volver a abrir. De una manera u otra, los vínculos con el pasado y las
herramientas contenidas en el dosel sagrado, al margen de la interpretación y del uso que
se haga de ellos, renacen con fuerza.
Nuestra propuesta es que las generaciones de la tercera década del siglo XXI tienen en
su poder una herencia a explorar. El dosel sagrado funciona como el suelo que conecta
tiempos, generaciones, promesas y aspiraciones, pero necesitan redescubrir o crear los
soportes que facilitan la mutación estructural que promueve la 4ª revolución industrial. La
crisis económica –la segunda en diez años– y la globalización postcovid, hacen necesario
el nuevo pensamiento sobre las generaciones y las relaciones intergeneracionales. El
anterior pacto social duró cincuenta años –hasta prácticamente la llegada del sigo XXI–
hoy es muy frágil e incluso inexistente para algunos grupos sociales.
¿Qué contenido tiene la caja de herramientas? Gestiona la herencia del dosel sagrado
y las nuevas miradas a la luz de las transformaciones estructurales que anuncian la nueva
época. El resultado depende de cómo se construya el mundo global, cómo se enfrenten,
por ejemplo, el capitalismo de vigilancia, el incremento de la desigualdad, las mutaciones
socio productivas, el empleo, la globalización intensiva, la fragilidad de la democracia y
el significado de lo qué es ser joven. En las respuestas están las claves del futuro.
Las nuevas generaciones están, lo que cuestionan es la herencia que les ofrecen sus
mayores. La pregunta, lo reflejamos a lo largo de nuestro trabajo, es cómo erigir el nuevo
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