El valor de la etnicidad

AuthorMaría Beatriz Eguiguren Riofrío
ProfessionDoctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Granada-España
Pages23-60
CAPÍTULO I.
EL VALOR DE LA ETNICIDAD
Al plantearme el tema de investigación, una de las preguntas que surgió fue cómo
podría explicar la realidad de la conictividad existente entre los dos grupos étnicos
sobre los cuales se basará esta investigación, los Saraguro1 y los Shuar.2 Lo primordial
sería profundizar en la base conceptual de la etnicidad y la conflictividad, ya que
estas deniciones nos permitirán explicar, identicar y contrastar las connotaciones
y peculiaridades que en el ejercicio cotidiano de la interacción social que mantienen
estas comunidades. La base teórica se centra en las visiones de diferentes autores como
referentes importantes para este trabajo en cuanto a cultura, etnicidad, colonización
problemas y conictos.
La etnicidad y la conictividad socioambiental como teorías, han sido discutidas
por muchos autores desde el ámbito académico antropológico y sociológico, más aún
cuando en Ecuador se presentan condiciones positivas para el estudio e investigación
del problema desde un contexto integral, por ser un estado intercultural y plurinacional
en los términos del Artículo 1 de la Constitución de la República, nuestra realidad
diversa genera con amplitud la factibilidad de plantear hipótesis y sobre la base de
metodologías apropiadas, establecer indicadores vericables para fundamentar posi-
ciones respecto de lo que estimo constituye un conicto interétnico y socioambiental.
A partir de los enfoques y nociones teóricas referenciadas en la presente investiga-
ción, encontraré el soporte que me permitirá analizar objetivamente las características
del proceso de colonización de los indígenas Saraguro en el Centro Shuar Miazi, del
1 La palabra “Saraguro”, gentilicio con el que se autodefinen una gran cantidad de indígenas de
las provincias de Loja y Zamora Chinchipe. Probablemente significa “gusano de maíz” o simplemente
“maíz que se apolilla” del Kichwasara: maíz; y, curu: gusano” (García, 2010, p. 2), y a estos confines se los
conoce desde tiempos inmemoriales como “tierra de maíz” (Barriga, 1987, p. 48).
2 Referenciando el relato de Alfredo Germany en su obra “Pueblo de Fuertes” (1987), en relación
a los orígenes del pueblo shuar, afirma que éste es producto de la fusión de un grupo amazónico de
lengua arawak con otro de lengua puruhá mochica, de claro ascendiente andino. Este pueblo resultante,
posteriormente se habría dividido en las cuatro ramas ya conocidas: shuar, achuar, awarunas y wampis.
A todos se los conocía erróneamente con el nombre de “jíbaros”, que no es otra cosa que la deformación
del gentilicio “shuar” (hombre) (Blomberg, 1996, p. 51).
MARÍA BEATRIZ EGUIGUREN RIOFRÍO
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cantón Nangaritza de la Provincia de Zamora Chinchipe, así como determinar el tipo
de conictos, su dimensión y efectos originados como consecuencia de este proceso.
El presente capítulo nos acerca a los conceptos y teorías fundamentales sobre la
etnicidad e identidad étnica, partiendo de enfoques de diversos referentes teóricos,
revisaremos los procesos de colonización, estudiaremos la cultura con sus diversas ten-
dencias, la interculturalidad, multiculturalidad y transculturalidad desde los diversos
enfoques: intercultural, abstracto, de Cultura como símbolo, de Cultura neutra, de la
antropología de la neutralidad, y de la hibridación cultural, situando al caso de estudio
en el contexto de interculturalidad, etnicidad e identidad étnica.
1.1. ETNICIDAD E IDENTIDAD ÉTNICA
Para el presente caso de estudio que tiene como antecedente la colonización de los
indígenas Saraguro a los pueblos ancestrales Shuar, resulta importante trazar una línea
de análisis desde las diferentes tendencias enfocadas a conceptualizar a la etnicidad,
ya que los conictos determinados y analizados en este estudio, corresponden entre
otros, a los de la identidad étnica, es por ello que revisaremos las diferentes corrientes
teóricas de la etnicidad e identidad étnica y determinaremos cuál de estas tendencias
es la que resulta más congruente con el caso mencionado.
Partiendo de la premisa de que la etnicidad y la identidad étnica se derivan del
signicado de etnia, ya que en el análisis comparativo de las relaciones interculturales
conuyen directamente sus elementos, es relevante referirme a su origen etimológico;
“es una palabra originalmente de los griegos ETNHOS que se reere a la gente de una
nación o tribu, y ETHNIKOS que originalmente signicaba paganos o no griegos, para
nalmente referirse a nacional (de una nación). Denota seres humanos miembros de
grupos raciales y lingüísticos, etc. especícos, pero es usualmente usado para denomi-
nar a las minorías, es decir, grupos culturales básicos” (Borboa, 2006, p. 52).
Son diferentes los enfoques sobre la etnicidad que han proporcionado autores
como Barth, Baud, Banks, Vermeulen y Govers, Briones, Hutchinson y Smith, Wade,
Yeros, Van der Berghe, Geertz, Fredrik; entre otros tratadistas que a partir de sus per-
cepciones y criterio cientíco nos permiten conocer importantes elementos de juicio
sobre la etnicidad, que apoyan en forma explícita los componentes del problema objeto
de estudio en relación a los dos grupos en conicto.
Basada en estos referentes teóricos, a la etnicidad se la puede denir desde dife-
rentes tendencias, tal como las menciona Restrepo (2004), desde los enfoques socio
biológicos considerándose a la etnicidad como naturaleza humana, de forma indivi-
dualista, asociada al sitacionalismo clásico de Frederik Barth (1969); Geertz (1973)
desde las tendencias que hacen referencia a la etnicidad como “buena para pensar” o
como “diacrítico social, encasillándose en el formalismo y al estructuralismo Van der
Berghe (1981); los primordialistas, considerando a la etnicidad de su ser cultural de
forma colectiva; por otro lado tenemos la tendencia Marxista, cuyos autores denen
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Conictos socioambientales e interétnicos
a la etnicidad como modo de producción ompsom (1989), o como una etnografía
histórica según Comaro (1992), cuya tendencia ha sido cuestionada por otros auto-
res, quienes cuestionan la relación entre la etnicidad con el ser social. Otra tendencia
está relacionada con el instrumentalismo, cuyo aborde hacia la etnicidad es como un
recurso político, social y cultural Yeros (1999), asociándose a las teorías de la acción
racional. Otra corriente es la que asocia a la etnicidad como comunidad imaginada
enfocada al constructivismo, conforme la maniestan Velmeulen y Grovers (1997)
(Restrepo, 2004).
En relación a la etnicidad:
“[…] este giro no debe ser denido por una escuela particular, sino que indica un
cambio de énfasis de la organización social hacia el análisis de la construcción social
de las identidades étnicas y de los signicados, discursos e ideologías de la etnicidad.
Sin embargo, la especicidad del constructivismo radica más en su problematización
del esencialismo” (Comaro, 1996, p. 165 y Yeros, 1999, p. 6; cfr.: Restrepo, 2004).
La etnicidad concebida como “comunidad moral” (Restrepo, 2004) es una co-
rriente que se le aduce a la teoría normativa post-positivista de Paris Yeros, la misma
que está “constituida por diversos actores en conicto por el dominio de derechos y
obligaciones, de inclusiones y exclusiones (Yeros, 1999, p. 125)” citado en Restrepo
(2004). Por otro lado, tenemos a Barth uno de los autores más inuyentes dentro de la
corriente de la etnicidad, quién entiende a la etnicidad como organización social de la
diferencia cultural (Barth, 1976), el mismo que focaliza su argumento en la denición
de las fronteras, considerando que un grupo étnico mantiene diferencias culturales,
las mismas que para su grupo se consideran signicativas (Barth, 1976).
Para Barth, en su tesis “Los grupos étnicos y sus fronteras”, los grupos étnicos deben
ser considerados como una forma de organización social de las diferencias culturales,
diferencias que no son objetivas sino diferencias subjetivas, que sean consideradas
signicativas para los actores. Es decir, la interacción de los grupos étnicos en los
cuales se establecen fronteras mediante procesos de inclusión o exclusión constituyen
la identidad étnica (Giménez, 2006).
La conictividad de los indígenas Saraguro con los pueblos ancestrales Shuar,
está basada en la interetnicidad, situación que no se encuentra reglamentada en la
convivencia de estos dos grupos, lo cual marca su identidad y sentido de pertenencia
que los hace diferentes, ya que las tradiciones culturales son parte de su etnicidad y
pueden variar, no son estáticas, pero su identidad étnica la cual los representa no varía,
se mantiene por generaciones.
Comparto el criterio que sostiene Barth, al armar que “la etnicidad ya no puede
concebirse como un conjunto intemporal e inmutable de “rasgos culturales” trans-
mitidos de generación en generación en la historia del grupo, sino como el resultado
de acciones y reacciones entre los grupos dentro de un contexto más amplio de orga-
nización social que no deja de evolucionar” (Giménez, 2006, p. 135), las tradiciones
ancestrales se mantienen, pero las tradiciones culturales varían con los años, lo cual nos

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