Problemas socioambientales y conflictos interétnicos
Author | María Beatriz Eguiguren Riofrío |
Profession | Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Granada-España |
Pages | 61-101 |
CAPÍTULO II.
PROBLEMAS SOCIOAMBIENTALES Y CONFLICTOS
INTERÉTNICOS
En este apartado analizaremos las diferentes teorías sobre problemas y conictos
socioambientales, partiendo de las deniciones de problemas y la teoría de conictos.
La colonización de los indígenas Saraguro en los territorios de los pueblos ancestrales
Shuar, ha provocado conictos socioambientales e interétnicos, que de acuerdo a su
dinámica de convivencia analizaremos la mejor alternativa de manejo.
Iniciaremos deniendo primeramente a los problemas, y a partir de este contexto,
determinaremos cuándo un problema desencadena en un conicto, ya sea interétnico
o socioambiental, de acuerdo al caso de estudio (Jiménez, 2019).
2.1. PROBLEMAS Y CONFLICTOS DEFINICIONES Y TEORÍAS
Como ya lo mencionamos en el párrafo anterior, iniciaremos deniendo a los pro-
blemas, ya que tanto problemas como conictos se pueden entender como sinónimos,
pero en la conictología, cada término tiene su razón de ser. En el lenguaje cotidiano, la
palabra “conicto” se utiliza para denominar varios conceptos bastante desemejantes,
reriéndose tanto a enfrentamientos, peleas, problemas y otros conceptos más.
Iniciaremos con la denición de problemas de varios autores, para Ortiz (1997)
dene los problemas “como una situación social, como un proceso en el cual unos
mínimos de dos partes pugnan al mismo tiempo por obtener el mismo conjunto de
recursos escasos”, con lo cual, el momento en que un problema afecta a una o más
personas, ya deja de ser problema y se genera un conicto.
Es decir, los problemas no se convierten en un conicto sino en el momento en el
cual una de las partes que se siente afectada y expresa su reclamo sobre el problema,6
6 Como ejemplo de un problema socioambiental puede ser el siguiente: Cuando se arroja basura
en un río, y ningún miembro de la localidad realiza su reclamo, se mantiene en una problemática de la
MARÍA BEATRIZ EGUIGUREN RIOFRÍO
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lo que genera el inicio del conicto. Un problema, por si mismo no se puede asociar
a un conicto, ya que existen problemas que no llegan a desembocar en conictos,
por cuanto no se han afectado los derechos de las personas o no se ha generado daños
(Ortíz, 2001).
Así mismo, los problemas son situaciones que afectan directa o indirectamente,
tanto a personas de forma individual, a colectivos o, a la naturaleza, dicha afectación
puede darse de forma positiva o negativa. Estas situaciones no son evidentes normal-
mente, ya que no se genera una reacción del grupo (Ortíz, 2001). Martínez de Sousa
José dene como “Dicultad en la comprensión de las cosas. Con frecuencia, los con-
ictos se inician debido a la dicultad de comprensión de uno mismo o de la situación
en que se vive” (Vinyamata, 2005, p. 292).
Según Ortiz (2006), el problema es objetivo en tanto es una situación presente
en el objeto, pero es también subjetivo, pues para que exista el problema, la situación
tiene que generar una necesidad en el sujeto, a lo cual, considero que, al existir ya la
necesidad en el sujeto, ya lo convierte en conicto, más no en problema.
Para el mismo autor en su obra “Mirar los concitos socioambientales: una relectura
de conceptos, métodos y contextos”, hace referencia a que los problemas son potenciales
factores de conictos sociales, en tanto afecten derechos y generen perjuicios a personas
individuales o colectivos (Ortíz, 2011), con lo cual se puede conrmar que un problema
cuando afecta a personas, se transforma en un conicto.
Para el autor Folchi (2001) los problemas se producen cuando existe una tensión
entre una comunidad y su hábitat, la misma que se da por la presencia de un agente
extraño que altera o pretende alterar las relaciones entre la comunidad y el ambiente.
Con estos antecedentes podemos determinar que los problemas son estáticos
mientras que el conicto es dinámico, así mismo que el conicto es un proceso, mien-
tras que los problemas son una situación.
Las escuelas de investigación de paz y conictos, parten de diferentes deniciones
de qué es un conicto, sin embargo, el común de las mismas mantiene que para que
se pueda hablar de un conicto se necesita que exista una incompatibilidad en los
intereses y/o necesidades, que no se puedan resolver, varios autores denen al conicto
como “Una situación de competición en la que las partes son conscientes del potencial
de futuras posiciones y cada parte desea ocupar una posición incompatible con los
deseos de la otra parte” (Boulding, 1962), otro autor lo dene como “una acción es
incompatible con otra cuando previene, obstruye, interere, daña o de alguna manera
posteriormente la hace menos agradable o menos efectiva” (Deutsch, 1973, p. 10).
Varios son los autores que denen a los conictos, revisaremos y analizaremos
los mayormente signicativos para este estudio, deniremos al conicto como “Inter-
localidad, hasta que uno de sus miembros se sienta afectado y realice su reclamo ante las autoridades
competentes, o a las personas que arrojan dicha basura. Es en ese preciso momento en el cual deja de
ser una problemática y pasa a ser un conflicto, entre los diferentes actores, la afectada, el Organismo de
control y las personas o persona que arroja la basura.
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Conictos socioambientales e interétnicos
cambio intencionado de sanciones negativas o conductas punitivas entre dos o más
partes” (Blalock, 1989; cfr.: Jiménez, 2019, p. 28). Otro autor dene al conicto como
“Una especie o clase de relación social en la que hay objetivos de distintos miembros
de la relación que son incompatibles entre sí” (Entelman, 1999) citado en (Jiménez,
2019, p. 28). Para Bercovitch, se dene como “La presencia de intereses divergentes o
percepciones incompatibles entre personas o grupos, y el deseo de seguir una conducta
proporcionada a estas percepciones” (Bercovitch, 1999, p. 403-412) citado en (Jiménez,
2019, p. 28).
Estas deniciones conllevan diferentes aspectos de la conictividad con rasgos
comunes, la existencia de un conflicto exige una intencionalidad; precisa de una
competición y, las posiciones deben ser opuestas, aunque no incompatibles (Jiménez,
2019, p. 29).
Johan Galtung, dene al conicto como “la situación en la que hay actores que per-
siguen objetivos incompatibles, o parte de un conjunto social con intereses incompa-
tibles” (Galtung, 2003), es decir, el conicto permite el intercambio de opiniones entre
dos o más personas que mantienen intereses contrapuestos y que si no se solucionan
pueden provocar la escalada del mismo.
En la vida cotidiana, por regla general, se percibe a los conictos como una ame-
naza, como algo negativo, mas no como una posibilidad de cambio, por lo tanto, lo
normal es tratar de evitar los mismos ya que provocan frustración en las personas. Para
John Burton como se citó en (Vinyamata, 2005), la conictología es una a-disciplina, ya
que no toma sus bases teóricas ni metodológicas de ninguna disciplina humanística o
social especíca, sino de todas o cualquiera de estas. Es así que, las escuelas sociológicas,
sicológicas, antropológicas, dan al conicto la importancia de motor decisivo para que
exista desarrollo y adaptación en un ambiente de constante cambio (Burgmaier, 2013).
Al existir un conicto, tenemos un indicativo clave que determina que algo no está
funcionando de forma adecuada, es decir ya no se garantiza la convivencia pacíca,
razón por la cual se deben tomar acciones que permitan retomar la convivencia pací-
ca. Es por ello, que analizando los diferentes estudios de paz y teorías de conictos
consideramos que es recomendable buscar mecanismos y herramientas de prevención y
manejo de conictos como un sistema de alerta temprana, ya que estos pueden prevenir
una escalada del conicto desembocada en acciones de violencia.
Para Galtung, según el triángulo del conicto que fue presentado en 1971, el con-
icto está compuesto por: Actitudes, presunciones + comportamiento (Behaviour) +
contradicción (Calderón, 2009).
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