GIRARD, Bernard; Del Estado & de los Éxitos en los Asuntos de Francia, 1570

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Obra que contiene las cosas más singulares & sobresalientes, ocurridas durante los reinos de los reyes de Francia, desde Faramond Primero, rey de los francos, francones o franceses, hasta el rey Luis XI, junto con un sumario de la historia de los señores condes & duques de Anjou,

París, Olivier de l´Huillier, rue Saint Jacques.

(1535?-1610)

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[79] [Libro II] En primer lugar está el rey que es monarca amado, reverenciado, temido y obedecido y, aunque tenga todo el poder y autoridad para mandar y hacer lo que quiera, está esta gran y soberana libertad regulada y limitada, embridada por buenas leyes y ordenanzas y por la multitud y diversidad de oficiales, que están cerca de su persona y establecidos en diversos lugares de su reino. No estándole [al rey] todo permitido sino sólo lo que es justo y razonable y prescrito por las ordenanzas o por el parecer de su consejo, no podrían los reyes, sino a duras penas, hacer cosas demasiado violentas ni demasiado perjudiciales para sus súbditos puesto que para impedirlo tienen a su alrededor a varios príncipes y otros ilustres personajes que hacen las veces de hacha y cortan de la voluntad del rey lo superfluo [y lo] que redunda en el perjuicio del pueblo.

[79 bis] El orden de la justicia es grande ya que hay tan gran número de oficiales tanto civiles como criminales y tanto jefes y subalternos, que a duras penas puede un hombre ser oprimido sin que obtenga rápidamente la reparación, si es que la pretende [ante los jueces]. La autoridad de todos los jueces, así como la de las cortes soberanas [80] es tan grande que no hay un solo príncipe que sea tan presuntuoso que no tema el desobedecerles. Porque están compuestas de un número tan grande de personajes notables que es un auténtico senado romano, representante de una majestad que asegura a los buenos y espanta a los malos. Por eso mismo conocen sin apelación, en última instancia, no sólo de todas las materias...