Ética judicial

• Author: Eduardo Prados Frutos
• Pages: 217-244

1. Introducción

Según sostiene el Profesor Alejandro Nieto:

La Administración de Justicia es quizás el servicio público que peor funcio-

na en España, el más desprestigiado y el que con más dureza es valorado. Por lo

demás, las encuestas de opinión certican que la Administración de Justicia es uno

de los servicios públicos que sale en las encuestas peor librado. (Alejandro Nieto,

2008, pp. 307-308).

Según el Estudio nº 3.257 correspondiente al Barómetro de julio de 2019

elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (El Centro de Investiga-

ciones).

Sociológicas, en adelante CIS, es un organismo público adscrito al Ministerio

de la Presidencia del Gobierno que tiene como nalidad el estudio cientíco de la

sociedad española y desarrolla su actuación según los principios de neutralidad y

objetividad, de acuerdo a su normativa vigente, el 30’9 % de los encuestados consi-

deraban que la Justicia funciona mal en España; un 17’1 % que muy mal y un 24‘1

% que regular. Sólo el 22’6% de los encuestados opina que su funcionamiento es

PARTE III CAPÍTULO 9

ÉTICA JUDICIAL

Eduardo Prados Frutos

Magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid

(España)

SUMARIO: 1. Introducción. 2. El componente mítico de la jurisdicción. 3. El servicio público de la

justicia. 4. Lo moral y lo jurídico: valores y Derecho. 5. Conclusiones. 6. Referencias bibliográf‌icas.

DERECHO JUDICIAL EL DERECHO DE CREACIÓN JUDICIAL A LA LUZ DEL SIGLO XXI 217

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EDUARDO PRADOS FRUTOS

PARTE III CAPÍTULO 9 ÉTICA JUDICIAL

bueno o muy bueno. Aquellos que opinan que el funcionamiento no es bueno se de-

cantan en un porcentaje del 26’7 % por considerarla como politizada; el 20’4 % di-

cen que hay en su seno mucha corrupción y el 25’3 % que hay mucha burocracia; al

tiempo que el 24’8 % estiman que el trato es discriminatorio. Sólo un 8’9 % arma

creer que hay incompetencia profesional. El 54’3 % de los encuestados dice que el

funcionamiento de los tribunales de Justicia en España es igual que hace 4 o 5 años.

Para el 29% de los sujetos el juez inspira bastante conanza en sus conciu-

dadanos, si bien al 69’4 % los jueces les inspiran poca o nula conanza. En lo to-

cante al grado de independencia de los jueces el 29’4 considera que es muy alto o

alto, pero el 50’8 % lo considera bastante bajo o muy bajo. En lo tocante al órgano

de gobierno de los jueces llama la atención que para el 47’7 % de los encuestados

se trata de un órgano del que no tenían noticias sobre su existencia.

Finalmente señalaremos que de los tres Poderes del Estado, el Poder Judi-

cial es aquel que suscita una mayor conanza de los ciudadanos, un 31’2 %, al

tiempo que el índice de conanza en el Parlamento desciende hasta un 16’5 % y

con respecto al Gobierno, es menor aún: un 11’9%.

Si nos atenemos a los datos publicados por la Comisión Europea para el año

2017 en su «Eurobarómetro Standard88» sobre la Opinión Pública de la Unión

Europea y en el capítulo relativo a la conanza en las Instituciones, página 6,

podemos observar que en el apartado «justicia/el sistema judicial» el 45% de la

media de los ciudadanos de la U.E. desconfían de la justicia, mientras en el caso de

los españoles el porcentaje de desconanza asciende hasta el 56%.

Si lo comparamos con el contenido del artículo 117.1 de la CE según el

cual la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y

Magistrados dotados de independencia, inamovilidad, responsabilidad y someti-

miento exclusivo a la ley; si hacemos tal comparación, parecería que la conanza

que los propietarios del poder, en la terminología de Siéyès, (ésto es, el Pueblo

español del que emanan todos los poderes del Estado) tienen depositada en sus

administradores no es, precisamente, muy elevada.

El cómo y el porqué se llega a esta situación excedería con mucho de los

límites de este trabajo, pero, en lo que ahora nos interesa, cabría preguntarse si la

ética judicial puede estar llamada a la tarea de tender puentes entre la justicia y la

conanza en ella de los ciudadanos.

2. El componente mítico de la jurisdicción

Históricamente, la función jurisdiccional y por ende el papel de los llama-

dos a ejercerla ha estado rodeada en muchas ocasiones de connotaciones mágicas,