La capacidad de las máquinas para razonar y pensar por cuenta propia: una cuestión de ética y responsabilidad

• Pages: 109-141

IV. LA CAPACIDAD DE LAS MÁQUINAS PARA

RAZONAR Y PENSAR POR CUENTA PROPIA:

UNA CUESTIÓN DE ÉTICA Y RESPONSABILIDAD

4.1. ROBÓTICA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL DESDE UN PUNTO

DE VISTA CONCEPTUAL

La robótica es un sector con diversos usos de consumo, que básicamente

puede ser definida como la industria relacionada con la ingeniería, cons-

trucción y operación de robots.

Desde hace muchos años se utilizan en la industria, pero a día de hoy se

puede afirmar que son una pieza clave en la implementación de la industria

4.0 por la automatización de tareas sumamente repetitivas y por la ejecución

de otras calificadas de muy complejas, peligrosas o agotadoras para las per-

sonas en general.

La evolución de los robots industriales desde sus inicios ha sido impara-

ble y siempre estuvo orientada a funciones de manipulación; pero durante

la década de los ochenta la robótica móvil fue adquiriendo relevancia puesto

que, el hecho de poder desplazarse por el terreno, el agua o incluso volar

libremente, ha abierto un abanico de posibilidades en muchas áreas produc-

tivas y tipos de industria. Ejemplo de ello son los “drones” que se utilizan en

la industria agrícola.

Algunas de las ventajas que tienen los robots es que pueden trabajar sin

descanso, en pequeñas o grandes empresas, pueden substituir al hombre en

aquellas tareas tediosas y repetitivas y no tienen dificultad a la hora de adap-

tarse a los cambios de producción que se requieran a causa de la demanda.

Además, y como hemos tenido la ocasión de analizar en relación a los

robots quirúrgicos, son más precisos que el ser humano y por eso, son prota-

gonistas en muchas de las empresas actualmente.

Así pues, son muchos y muy variados los usos que se le dan a la robótica,

entre otros cabe destacar, no sólo el uso en medicina, sino también el simple

uso doméstico pasando por el uso en la industria militar y por supuesto en la

110 Blanca Ballester Casanella

industria del transporte. Muestra de ello son los coches sin conductor como

“Waymo”.

En los últimos años, podemos constatar como ha avanzado mucho a nivel

tecnológico y uno de los avances se ha producido gracias al aumento y reco-

lección de datos, los cuales permiten trabajar con más información a la hora

de su programación. Otro de los avances a llegado gracias al uso de sensores

y otro tipo de dispositivos conectados que permiten robots más complejos y

funcionales capaces de “conocer” su entorno. Y como no podría ser de otro

modo, la inteligencia artificial ha permitido que los robots realicen tareas

de forma autónoma y aceleren los procesos de producción mejorando los

mismos.

La aplicación concreta de la inteligencia artificial a la robótica, tiene

como objetivo que los robots puedan realizar tareas de dicha forma autóno-

ma, pero no solo en lo que a la propia acción se refiere, sino también a que

sean capaces tomar decisiones sobre qué hacer en un entorno determinado

de trabajo y bajo unos parámetros preestablecidos. Por todo ello, y desde

un punto de vista conceptual, se entiende por inteligencia artificial, aquella

tecnología que de manera independiente, tiene capacidad para tomar deci-

siones por su cuenta.

Esta capacidad de decisión y de en consecuencia, influir en su entorno,

viene producida por la posibilidad de imitar e incluir capacidades mentales

propias de los humanos que van desde el razonamiento, hasta la resolución

de problemas. Por esa razón se puede afirmar, que la inteligencia artificial

aprende a raíz a los datos que recibe y es capaz de adaptarse a cualquier

nueva situación en base a decisiones anteriormente adaptadas tratando de

mejorar de forma autónoma, en dicha toma de decisiones.

De todas formas, no existe una única tipología de inteligencia artificial,

ni una descripción precisa de su funcionamiento, puesto que puede conte-

ner variantes dependiendo del tipo de algoritmos y procesos empleados, o

de los objetivos perseguidos.

Resulta bastante llamativo, que hasta el año 2017 el término inteligencia

artificial, no haya sido usado en la Unión Europea 163. De hecho, la primera

163 Como explica Sánchez del Campo Redonet, en marzo de 2012, la Comisión Europea

habilitó una partida presupuestaria para financiar un proyecto llamado robolaw, «con el ob-

jetivo de elaborar un informe detallado con todas las cuestiones éticas y legales que plantean

los robots, así como ofrecer orientaciones y principios que puedan guiar a los reguladores

europeos y nacionales cuando tengan que legislar sobre esta cuestión». La iniciativa, liderada

por la profesora Erica Palmerini de la Scuola Superiore Sant´ Anna de Pisa, presentó su in-

forme final en octubre de 2014. Este informe sirvió de base a un grupo de trabajo creado por

el comité de asuntos legales (JURI) del Parlam Previamente, el 19 de abril de 2016, la Comu-

nicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social

Europeo y al Comité de las Regiones «Digitalización de la industria europea Aprovechar todas

las ventajas de un mercado único digital», COM(2016) 180 final, había destacado que «La

Tecnología, robótica y sus implicaciones éticas 111

versión del documento de la Comisión presidida por Jean Claude Juncker

mediante el que se presentaba su estrategia para la creación de un mercado

único digital (MUD), de 6 de mayo de 2015 164 no mencionaba a esta tecnolo-

gía. En dicha Comunicación se habla, en términos genéricos, de “teléfonos

inteligentes”, “sistemas de transporte inteligentes”, “mediciones inteligen-

tes” y “servicio(s) inteligente(s)”, pero no se menciona en ningún momento

a la inteligencia artificial como un concepto diferenciado.

No ha sido hasta que se ha llevado a cabo la revisión intermedia de la apli-

cación de la estrategia para un MUD, de 10 de mayo de 2017 165, que añadió

un nuevo punto 4.4, en el que bajo la rúbrica “Incrementar las inversiones

en tecnologías e infraestructuras digitales”, incluía un apartado “Construir

capacidades de inteligencia artificial”.

En este apartado se indicaba que: “la inteligencia artificial puede aportar

importantes beneficios a nuestra sociedad y será un factor decisivo para el

futuro crecimiento económico y de la productividad. El equipamiento de

dispositivos y servicios con alguna forma de comportamiento inteligente

puede hacerlos más adaptables y autónomos”.

De hecho, añadía: “según cálculos recientes, el mercado de los robots

y las soluciones de inteligencia artificial crecerá hasta situarse en 142.000

millones euros en 2020. Se calcula que el efecto económico combinado de

la automatización del conocimiento y el trabajo, los robots y los vehículos au-

tónomos alcanzará entre 6,5 billones euros y 12 billones EUR anuales para

2025, incluidas las ganancias en productividad y los beneficios en ámbitos

como la asistencia sanitaria y la seguridad”.

Por ello, concluía indicando que: “La Unión Europea tiene que apro-

vechar sus puntos fuertes científicos e industriales, así como sus empresas

emergentes innovadoras, para situarse en una posición de liderazgo en el

desarrollo de tecnologías, plataformas y aplicaciones de inteligencia artifi-

cial”.

convergencia de una serie de tecnologías está estimulando el cambio digital, en particular en

la IoT, los macrodatos y la nube, la robótica y la inteligencia artificial y la impresión 3D.»ento

Europeo para abordar los temas legales relativos al desarrollo de la robótica y la inteligencia

artificial, con un foco especial en la redacción de reglas de derecho civil sobre esta materia,

del que hablaremos más adelante. Alejandro Sánchez del Campo Redonet, «Europa quiere

regular a los robots», Diario La Ley, Sección Ciberderecho, 28 de febrero de 2017.

164 COM/2015/0192 final https://eur-lex. europa.eu/legal-content/ES/TST/PDF/?uri=

CEKEX:52015DC0192&from=HU

165 http://eur-lex.euopa.eu/legal_content/ES/TXT/?uri =COM: 2017:228:FIN Pre-

viamente, el 19 de abril de 2016, la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo,

al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones «Digitaliza-

ción de la industria europea Aprovechar todas las ventajas de un mercado único digital»,

COM(2016) 180 final, había destacado que «La convergencia de una serie de tecnologías está

estimulando el cambio digital, en particular en la IoT, los macrodatos y la nube, la robótica y

la inteligencia artificial y la impresión 3D».