Sana laicidad y doctrina de la iglesia

• Author: Carlos Gabriel Arnossi
• Pages: 139-147

SANA LAICIDAD Y DOCTRINA DE LA IGLESIA

Carlos Gabriel ARNOSSI

Universidad Católica Argentina (Buenos Aires)

1. INTRODUCCIÓN

La discusión sobre la separación entre la Iglesia y el Estado y el cuestionamiento al Estado

laico pareciera ser algo pasado de moda. Pero la realidad nos muestra otra cosa.

En la República Argentina, por poner el ejemplo más cercano a nosotros en tiempo y

espacio, la separación entre la Iglesia y el Estado fue promovida por una explícita campaña de

pañuelos color naranja mientras tenía lugar en el Congreso Nacional la discusión por la des-

penalización-legalización del aborto doloso en el año 2018. Si, como entendían muchos de los

impulsores de esta modif‌icación legislativa, en la fuerte oposición a la aceptación de este delito

bastante tenía que ver la inf‌luencia del cristianismo en la vida social argentina, esa inf‌luencia

debía ser combatida a través de la separación entre la Iglesia y el Estado 1.

Es un tema actual por perenne. Tal es la unión que han tenido en la historia de la humani-

dad la religión y la política que a ROUSSEAU —atendiendo en cierto modo a la realidad de las

cosas— no se le ocurrió proponer un laicismo que no sea a la vez religioso, por lo que abogó

por sustituir la religión sobrenatural por una religión civil 2.

Dentro de la Iglesia católica, a más de cincuenta años del Concilio Vaticano II, muy pocos

siguen la discusión acerca de cuál es la correcta interpretación de la Declaración Dignitatis hu-

manae y la posición conciliar sobre este punto, y resulta difícil encontrar voces que proclamen

la necesidad de un «Estado confesional católico», aun en los países de indudable tradición ca-

tólica, como muchos del Viejo Continente, o los de la América hispana. Y, en general, quienes

1 En la Constitución Federal, después de la Reforma de 1994, permanece —además de la alusión a Dios

como «fuente de toda razón y justicia» en el Preámbulo, y a Dios como juez de las acciones privadas de los hom-

bres en el art. 19— el deber del Gobierno federal de sostener el culto católico (art. 2).

2 Cfr. Jean-Jacques ROUSSEAU, Du contrat social, libro IV, capítulo VIII.