Prevención del acoso sexual. El programa de formación Better Work propicia cambios de actitud y de comportamiento

AuthorElisa Oddone
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revista TRABAJO
El programa de formación
Better Work
propicia
cambios de actitud y de
comportamiento
Prevención del acoso sexual
© M. Crozet / OIT
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NÚMERO ESPECIAL DE 2018
El programa de referencia de la OIT Better Work, gestionado
de forma conjunta por la Corporación Financiera Internacional,
miembro del Grupo del Banco Mundial, incluye actividades de
formación dirigidas a empleadores y trabajadores en Bangladesh
con objeto de facilitar la prevención del acoso sexual.
Por Elisa Oddone, Programa Better Work
El Sr. M*, que trabaja como supervisor en Bangladesh, es uno de los 8.500empleados
que posee una fábrica textil de la ciudad de Narayanganj, situada en el centro del
país. Desde que asumió su cargo hace nueve meses, la tarea del Sr.M. ha consistido
en velar por que su equipo en la sección de “Control de calidad” de la fábrica detecte
imperfecciones en las prendas fabricadas.
La labor del Sr. M. exige un examen constante de los colegas que supervisa con el n
de garantizar el cumplimiento de las estrictas normas de producción. A pesar de sus
esfuerzos, en ocasiones se producen errores, se pierde la paciencia y se traspasan límites.
“Solía tocar levemente a mis compañeras en el hombro o en la espalda para
alentarles a trabajar mejor o señalarles errores. Con frecuencia me dirigía a ellas
utilizando un lenguaje inapropiado y vulgar”, arma el joven de 26 años, mirando hacia
otro lado avergonzado. “Ahora soy consciente de mi actitud equivocada; abandoné
completamente ese comportamiento y pedí al resto de supervisores que hicieran lo
mismo. Todos convinimos en que nuestro comportamiento no había sido el adecuado
hasta ese momento”.
*Se menciona únicamente la letra inicial del nombre del trabajador, y no su nombre completo, a n
de preservar su privacidad.
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#METOO EN EL SECTOR INDUSTRIAL
DELA CONFECCIÓN
El movimiento #MeTo o se ha hecho eco en todo el sector.
En torno al 80% de los 60 millones de trabajadores empleados
en el sector de la confección en todo el mundo son mujeres.
La mayoría de ellas tienen menos de 30 años y muchas son
inmigrantes de zonas rurales. Bangladesh no es una excepción.
Las trabajadoras ocupan a menudo niveles jerárquicos
inferiores, especialmente con respecto a los supervisores
encargados de evaluar su rendimiento. De los resultados
de varios estudios se desprende que esa estructura
jerárquica hace que los supervisores sean más propensos a
iniciar acciones de acoso, problema que se da con mucha
frecuencia en este sector industrial en todo el mundo.
PARTICIPACIÓN EN EL PROGRAMA
BETTER WORK
El Sr. M. es uno de los más de 745 empleados, incluidos
gerentes de fábrica, supervisores y trabajadores, que han
participado en cursos de formación del Programa Better
Wor k destinados a la prevención del acoso sexual. A
tenor del objetivo del programa de propiciar a largo plazo
mejoras en cadena en todas sus fábricas aliadas, se prevé
que más participantes tomen parte en breve en dichos
cursos de formación.
“Comenzamos a organizar talleres de formación
sobre prevención del acoso sexual en dos fábricas piloto
el año pasado”, arma Shipra Chowdhury, funcionaria
de capacitación del Programa Better Work encargada de
impartir talleres de formación. “Hasta ahora han participado
todos los gerentes de las fábricas, así como la mitad de los
supervisores y una cuarta parte de los trabajadores. Nuestro
objetivo es fomentar la creación de capacidad, para que
todos ellos puedan proseguir posteriormente la labor por
sí mismos y lograr la sostenibilidad de las actividades de
formación y de sus resultados”.
CAMBIO DE OPINIÓN Y
DECOMPORTAMIENTO
De conformidad con lo establecido en las normas y
las legislaciones nacionales de las Naciones Unidas, toda
insinuación inaceptable de índole sexual, solicitud de favor
sexual, conducta verbal o física, gesto de características
sexistas, o cualquier otro comportamiento sexual que de forma
razonable pueda considerarse motivo de ofensa o humillación
con respecto a una persona, o percibirse como tal, se ajusta a
la denición de acoso sexual, independientemente de que la
víctima sea un hombre o una mujer.
Además de las consecuencias adversas en los planos
psicológico y físico que el acoso sexual puede provocar
a las víctimas, los estudios llevados a cabo en el marco
del Programa Better Work han puesto de maniesto que
dicho acoso también puede incidir negativamente en
la comunicación laboral y en la productividad general
empresarial.
El Sr. M. señaló que en Bangladesh se consideraba,
por lo general, que el acoso sexual únicamente hacía
referencia a agresiones que conllevan la consumación
de una relación sexual, y que no se era consciente de
que los comportamientos inaceptables de índole sexual
también son casos de acoso sexual. El Sr. M. añadió que
ese factor ha contribuido a que disminuya el número de
casos de acoso sexual registrado desde el comienzo de las
actividades de formación en el marco del Programa Better
Wor k encaminadas a la prevención del acoso sexual.
También señaló que “la mayoría de los hombres han
dejado de realizar llamadas, enviar mensajes de texto o
entablar contacto en las instalaciones [de la fábrica]. Son
conscientes de la política de tolerancia cero de la fábrica
para subsanar el problema y saben que corren el riesgo
de perder su empleo si se les declara culpables de alguna
infracción de carácter sexual”.
La Sra. Seema Robayeat, asesora empresarial del Programa
Better Work en Bangladesh, refrenda esa armación. “Los
trabajadores de la fábrica son conscientes de que ciertas
cosas que antaño solían decir o hacer eran inapropiadas. Si
constatan que un colega se comporta de forma inadecuada
se prestan a pedirle que subsane su error, o a noticarlo. La
gente se toma muy en serio este tipo de infracciones”.
El Director de Recursos Humanos y Conformidad de
la empresa arma que en esta siempre ha existido una
política de tolerancia cero frente al acoso sexual, si bien
los esfuerzos del Programa Better Work han contribuido
sustancialmente a dar a conocer directrices que muchos
trabajadores y miembros de la dirección desconocían.
© M. Crozet / OIT
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Señala asimismo que “en la actualidad, casi todo el
mundo en la fábrica es consciente de que el acoso sexual
también comprende, entre muchas otras acciones, las
miradas constantes, las llamadas telefónicas obscenas, los
mensajes pornográcos, la formulación de proposiciones
sexuales explícitas en el trabajo o fuera del mismo, y la
atención sexual no deseada”.
RETOS NORMATIVOS EN LOS PLANOS
LABORAL Y SOCIAL
Los casos de atención sexual no deseada no solo tienen
lugar en las plantas de producción. El gerente destacó la
dicultad de debatir en la sociedad el problema del acoso
sexual generalizado debido al pudor que conlleva este tema.
Añadió que los miembros de la familia, amigos y vecinos
suelen desalentar la denuncia de casos de abusos a la policía
porque, con frecuencia, se culpa de ellos a las víctimas, y no a
los culpables.
El gerente añadió que las empresas podrían abordar mejor
este tipo de problemas por medio de su poder administrativo
y la participación de los trabajadores en debates a nivel
profesional. También destacó el caso reciente de acoso que
relatamos a continuación, así como la respuesta dada al mismo
por la Dirección de la empresa.
En marzo del año pasado, una trabajadora denunció el
acoso al que se había visto sometida por un compañero de
trabajo, que la llamaba por teléfono en numerosas ocasiones.
La víctima explicó al Director que ello le estaba generando
problemas con su esposo, que comenzó a preguntarse por
el motivo de esas llamadas. El Director convocó al acosador,
que confesó su amor por la trabajadora y armó que seguiría
atormentándola, sin importarle que ella le hubiera rechazado
anteriormente, ni el hecho de que estuviera casada.
“Se le despidió en el acto”, señaló. “No toleramos este
comportamiento en nuestra empresa”.
A pesar de este hecho, el Director se mostró optimista
y armó que había comenzado a constatar una mejora
sustancial de la situación a raíz de los resultados de la labor
de formación del Programa Better Work. En los últimos
meses, únicamente se han noticado varios casos de acoso,
si se compara con los cinco o seis casos que se noticaban
anteriormente cada mes.
En la empresa también se estableció un comité de seis
personas destinado a la prevención del acoso sexual, en el
que la Dirección y representantes de los trabajadores debaten
los casos denunciados y consultan con el Departamento
de Recursos Humanos las medidas disciplinarias que cabe
adoptar. En la mayoría de los casos, en esas reuniones se
acuerda despedir al infractor. Únicamente los casos de abuso
más graves se noticaron a las autoridades pertinentes.
SEÑALES DE EMPODERAMIENTO EN
LAPLANTA DE PRODUCCIÓN
La trabajadora Joni A. conocía todas las formas de acoso
sexual cuando se le preguntó al respecto en la planta de
producción, y demostró su rme determinación para tomar
las medidas necesarias en caso de ser objeto de atención
sexual no deseada.
La joven madre señaló que se había adherido a la
compañía cuatro meses antes y que se había informado
al respecto durante el programa de orientación en el que
participó.
“En caso de ser víctima de acoso sexual, o constatar que
ello le sucede a otra persona de mi entorno, informaría de
inmediato al Departamento de Recursos Humanos”, armó
apretando rmemente los puños en su regazo.
“Enseñaré a mi hija, cuando esta sea mayor, a hacer
frente a posibles casos de abuso y a ser fuerte. Si tuviera
un hijo, le enseñaría a respetar y defender siempre a las
mujeres, en cualquier circunstancia.
ASPECTOS EMPRESARIALES LIGADOS A
LAERRADICACIÓN DEL ACOSO SEXUAL
En el marco del Programa Better Work, dirigido a dos millones
de trabajadores e implantado actualmente en siete países y
más de 4500 fábricas, se han realizado notables inversiones
para fomentar, desde su puesta en marcha, la realización
de numerosos estudios; también se ha encomendado a
instituciones académicas externas la realización de análisis
rigurosos sobre la industria de la confección, en particular sobre
la repercusión en la misma de los resultados del programa.
A lo largo de cinco años, la Universidad de Tufts realizó
un estudio basado en las contribuciones de unos
15.000trabajadores y 2.000gerentes de fábricas, con el n
de proporcionar información exhaustiva sobre el problema
del acoso sexual en el sector y las soluciones que cabe
adoptar al respecto.
Con independencia de las diversas opiniones de índole
cultural que puso de relieve dicho estudio en relación con el
acoso sexual, las encuestas realizadas a los trabajadores
revelaron que dicho acoso era un problema generalizado
antes de que se comenzara a prestar servicios de
evaluación, asesoría y formación en las fábricas en el marco
del Programa Better Work.
Al menos el 30% de los trabajadores en Haití, Jordania y
Nicaragua señalaron que el acoso sexual constituía un
problema en su fábrica. En Indonesia, país en el que los
trabajadores se mostraron menos reticentes a manifestar sus
inquietudes, alrededor del 80% de los encuestados armó que
el acoso sexual constituía un problema en su trabajo.
Además de los efectos psicológicos y físicos adversos
que el acoso sexual puede tener en las víctimas, en el
estudio realizado por la Universidad de Tufts en el marco del
Programa Better Work se demuestra que dicho acoso puede
incidir negativamente en la comunicación laboral y en la
productividad general empresarial. En Vietnam y Jordania, por
ejemplo, se puso de relieve un marcado vínculo entre el nivel
de ingresos promedio declarado de los directivos y el grado
promedio de inquietud que provoca el acoso sexual en el lugar
de trabajo.

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