PERSPECTIVAS: El seguimiento social de la crisis de Asia

• DOI: http://doi.org/10.1111/j.1564-913X.1999.tb00073.x
• Published date: 01 June 1999
• Date: 01 June 1999

Per spec tivas 219

Copyright © O rganización Internacional del Trabajo 1999

Revista Internaciona l del Trabajo, vol. 118 (1999), núm. 2

P E R S P E C T I VA S

El seguimiento social de la crisis de Asia

Asia oriental y sudoriental, que desde hace decenios experimentaba un

crecimiento sos tenido que la había convertido en u na zona econó mica suma-

mente dinámica, padeció a mediados de 1997 una crisis financiera de magnitud

sin precedentes. En los países más afectados – Tailandia, Indonesia y República

de Corea –, cayó bruscamente su tasa de crecimiento anual del P IB del 7 por

ciento y más a cero, llegando incluso a tasas negativas en pocos meses 1.

A continuación, devaluaciones brutales que llegaron hasta un 80 por cien-

to, aunadas a una caída del precio de los valores mobiliarios y los activos,

provocaron una considerable contracción de la producción, el consumo y las

rentas medias. A finales de 1998, el PIB real había disminuido en un 15 por

ciento en Ind onesia, un 6,5 por cien to en Tailandia, un 5 por ciento en la

República de Corea y del 3 al 4 por ciento en Malasia y Hong Kong, China. Las

previsiones de crecimiento del Japón, Singapur, Filipinas y Viet Nam habían

sido revisadas considerablemente a la baja. La degradación de las economías de

estos paí ses tiene gravísimas consecuencias sociales. En Indonesia, en 1998

desapareció uno de cada cinco empleos del sector moderno. En la República de

Corea, uno de cada veinte trabajadores ha perdido el empleo y el porcentaje de

desempleados declarados ha pasado del 2,3 al 8,2 por ciento. En Tailandia, el

índice de desempleo declarado se ha triplicado, pasando del 2 al 6 por ciento.

En M alasia, podría duplicarse, ll egando al 5,2 por ciento, y en Hong Kong,

China, pasó del 2 a más del 5 por ciento en los tres primeros trimestres de 1998.

La amplitud de la crisis ha perturbado gravemente, claro está, el régim en

social de los países afectados y agrava más sus consecuencias la inexistencia de

redes de seguridad, sobre todo en el caso de los desempleados, para los cuales y

sus familias la situación es desastrosa, porque pierden a la vez sus ingresos y los

beneficios conexos, como el seguro de enfermedad. Aunque la situación finan-

ciera ha mejorado levemente, todo el mundo está de acuerdo en que la asisten-

cia social está muy lejos de cubrir las necesidades.

1«La crisis financiera de Asia. Orígenes y pronósticos« , secció n Perspe ctivas, Revista

Internacional del Trabajo, vol. 117 (1998), núm. 1, págs. 93-106.