Oferta ilimitada de trabajadores no calificados y segregación ocupacional por sexo en Jamaica
DOI | http://doi.org/10.1111/j.1564-9148.2015.00265.x |
Published date | 01 December 2015 |
Author | Heather E. RICKETTS,David V. BERNARD |
Date | 01 December 2015 |
Revista Internacional del Trabajo, vol. 134 (2015), núm. 4
Derechos reservados © Los autores, 2015
Compilación de la revista y traducción del artículo al español © Organización Internacional del Trabajo, 2015
* Universidad de las Indias Occidentales, Departamento de Sociología, Psicología y Trabajo
Social, Facultad de Ciencias Sociales; direcciones electrónicas: heather.ricketts@uwimona.edu.jm
y dv@dvbernard.com.
La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos solo incumbe a sus autores,
y su publicación en la Revista Internacional del Trabajo no signica que la OIT las suscriba.
Oferta ilimitada de trabajadores
no calicados y segregación ocupacional
por sexo en Jamaica
Heather E. RICKETTS* y David V. BERNARD*
Resumen. Los indicadores habituales de la segregación ocupacional por sexo
pueden ser sumamente engañosos aplicados a los países en desarrollo debido a
las diferencias estructurales, culturales e históricas que los separan de los desarro-
llados, tomados como modelo en los estudios sobre segregación. En Jamaica, de-
bido al antiguo régimen de esclavitud, la mujer lleva siglos presente a gran escala
en la población activa, y no decenios, como en los países desarrollados. Según los
autores, la reserva importante e indiferenciada de trabajadores no calicados de
Jamaica se traduce paradójicamente en niveles inferiores de segregación laboral,
con predominio de mujeres en las ocupaciones más calicadas.
Los niveles elevados de segregación ocupacional por sexo no siempre
pueden explicarse con simples argumentos sobre la dominación del
varón o la desventaja de la mujer, en especial en el mundo en desarrollo. Para
poder entender la segregación laboral y las diferencias salariales entre muje-
res y hombres hay que cerciorarse, en primer lugar, de que lo que muestran
los indicadores no está siendo indebidamente inuido por factores estructura-
les o culturales, tales como la composición de la población activa o la historia
del país. Dejaremos la cuestión de las diferencias salariales para un artículo
ulterior, y en este trataremos de demostrar que, en el caso de Jamaica, por
determinadas singularidades estructurales y culturales del país, los análisis de
la segregación ocupacional por sexo son, en el mejor de los casos, engañosos.
Ello se debe a la gran masa de trabajadores no calicados que suele haber en
los países pobres, y a la incidencia que esa gran reserva de mano de obra in-
diferenciada puede tener en la segregación laboral observada.
Revista Internacional del Trabajo
514
En el Caribe, las economías de plantación surgen del régimen de escla-
vitud (véase Beckford, 1972), que dependía de esas reservas de mano de obra
manual no calicada y utilizaba la estructura brutal de la plantación para con-
trolarla. Las economías de plantación determinaron la conguración de la po-
blación activa y las relaciones de género, y dieron lugar a una dinámica social
sumamente diferente a la de los países desarrollados.
El resto del artículo está organizado en cuatro apartados principales. En
el primero se analizan algunos de los determinantes de la segregación ocupa-
cional por sexo en el mundo en desarrollo. En el segundo se presentan nuestros
datos y método de medición. En el tercero se revisan los estadísticos descripti-
vos de la población activa de que se dispone, en relación con la edad, el nivel
de instrucción, la formación y la ocupación, y se analizan los datos sobre se-
gregación. En el cuarto se presentan las conclusiones del estudio.
Determinantes estructurales de la segregación
ocupacional por sexo en el mundo en desarrollo
Después de la Segunda Guerra Mundial, W. Arthur Lewis (1958), economista
de Santa Lucía, galardonado con el Premio Nobel, puso de relieve la oferta
«ilimitada» de mano de obra no calicada que existía en los países pobres y el
hecho de que, en general, había más personas dispuestas a trabajar por un sa-
lario de subsistencia que puestos de trabajo. Lewis puso de maniesto el «de-
sempleo encubierto» existente en las pequeñas explotaciones agrícolas propias
de las zonas rurales del Caribe (ibid., pág. 402). Por ejemplo, pese a que todos
los integrantes de una granja (familiar) podían clasicarse técnicamente como
agricultores, la productividad de la tierra no variaba si algunos dejaban la ex-
plotación por un empleo fuera de ella. También apuntó a la gran reserva de
trabajadores eventuales y pequeños comerciantes minoristas de las zonas ur-
banas del mundo en desarrollo, que si bien teóricamente estaban en situación
de empleo, de hecho constituían mano de obra excedentaria no calicada. Si
enfocamos estos hechos desde la perspectiva actual, en 2010 el 71,1 por ciento
de la población activa ocupada de Jamaica carecía por completo de formación
laboral, ya fuera formación profesional, terciaria o en el empleo. En el mismo
año, el 65,7 por ciento de esa misma población activa ocupada nunca había
aprobado un examen regional o nacional de certicación ni había obtenido un
título universitario. Semejante volumen de mano de obra no calicada indi-
ferenciada repercutirá forzosamente y en gran medida en las estimaciones de
la segregación ocupacional por sexo calculadas mediante indicadores como el
índice de disimilitud de Duncan y Duncan (1955). Inevitablemente, se obten-
drán bajos niveles de segregación y resultados engañosos o sin pertinencia. De
hecho, si la amplia mayoría de las personas (mujeres y hombres) son obreros
no calicados, la preocupación más acuciante no es la segregación per se, sino
la falta de calicaciones de la mayor parte de los trabajadores.
Asimismo, habida cuenta de las particularidades de la economía de plan-
tación, la estructura social de los países del Caribe presenta diferencias decisivas
To continue reading
Request your trial