Mujeres e igualdad según la tesis de las capacidades

Date01 September 1999
Published date01 September 1999
DOIhttp://doi.org/10.1111/j.1564-913X.1999.tb00133.x
AuthorMartha NUSSBAUM
Mujeres e igualdad según la tesis de las capaci dades 253
Copyright © O rganización Internacional del Trabajo 1999
Revista Internacional del Trabajo, vol. 118 (1999), núm. 3
Mujeres e igualdad
según la tesis de las capacidades
Martha NUSSBAUM*
Me encontré her mosa como un espíritu hu mano libre.
Mrinal, en «L etter from a wife« («Carta de una esposa«) de Rabind ranath
Tagore ( 1990, pág. 102).
Es obv io que el ojo humano se gratifica de otra manera distinta que el simple
ojo no hum ano; el oído humano de otra manera que el simple oído, etc. [...] El
sentido atrapado en una simple necesidad pr áctica tiene sólo un sentido res-
tringido. Para el hombre muert o de hambre, lo que existe no es la forma
humana del alimento, sino sólo su ser abstracto de alimento; podría darse
igualmente en su forma más tosca, y sería imposible decir en qué difiere esa
actividad nutricia de la de los anima les.
Marx, «Economic and Philosophical Manuscripts« (1844).
Sexo y justicia social
Los seres humanos poseen una dignidad que merece ser respetada por las
leyes y las instituciones s ociales. Esta idea, que tiene múltiples orígenes en
muchas culturas, es capital actualmente dent ro de la teoría y la práctica de la
democracia moderna en todo el mundo. Se suele entender que la idea de la dig-
nidad humana implica una idea de valía igual: ricos y pobres, habitantes del
campo y de las ciudades, mujeres y hombres, todos son igualmente merecedores
de respeto por el sim ple hecho de s er humanos, y ese respeto no debe sufrir
menoscabo por ninguna característica cuya posesión dependa de los caprichos
de la fortuna. También es frecuente que esta idea de igual valía se relacione con
las ideas de libertad y oportunidad: respetar la igualdad de valía de las personas
* Profesora titular Ernst F reund de Derecho y Ética en The L aw School, The Divinity
School y los Departamentos de Filosofía y de Estudios Clásicos de la Universidad de Chicago.
Revista Internacional del Trabajo
254
significa, entre otras cosas, promover su capacidad de organizar su vida de
acuerdo con su visión personal de qué es lo más profundo y lo más importante.
Pues bien, la dignidad humana se ve a menudo v ulnerada por motivos de
sexo. Muchas mujeres de todo el m undo sufren un trato desigual en lo que se
refiere al empleo, la seguridad y la integridad corporales, la nutrició n básica y
el cuidado de la salud, la educación y la participación política. En muchos casos
esas penalidades se deben al hecho de ser mujer, y en muchos casos las leyes y
las instituciones instauran esas desigualdades o las perpetúan. En todo el mundo
hay mujeres que se oponen a la desigualdad y reclaman el derecho a ser tratadas
con respeto.
¿Cómo hemos de entender esa lucha? ¿Cómo podemos formular los obje-
tivos que hay que perseguir y los males que hay que evitar? No podemos dejar
de emplear algún marco normativo que trascienda las fronteras culturales cuan-
do pensamos en conceptos tales como la «calidad de vida« de las mujeres, su
«nivel de vida«, su «desarrollo« y sus «reivindicaciones básicas«. Todos esos
conceptos son normativos, y nos obligan a defender una determinada posició n
normativa si queremos emplearlos con fruto. A falta de otras alt ernativas, la
teoría económica del desarrollo suministra algunas indicaciones imperfectas de
normas y objetivos, tales como el aumento del PNB por habitante o la satisfac-
ción de preferencias (más adelante haremos la crítica de estas tesis). Este artícu-
lo aborda en primer lugar las dificultades que surgen cuando se intenta utilizar
un marco transcultural para hablar de mejoras en l a vida de las mujeres. A
continuación se examinan los enfoques económicos dominantes. Por último se
defiende el «enfoque de las capacidades«, un planteamiento de las prioridades
del desarrollo que no se centra en la satisfacción de preferencias, sino en lo que
las personas son realmente capaces de hacer y ser. Se argumenta que esta teoría
es la más fructífera para esos fines y tiene buenas soluciones para los problemas
que asedian a los otros planteamientos 1.
La necesidad de objetivos transculturales
Antes de seguir adelante y pasar a defender una determinada formulación
de los objetivos del desarrollo tenemos que hacer frente a una objeción plantea-
da recientemente, tanto en círculos feministas como en debates sobre la política
de desarrollo internacional. La cuestión a la que tenemos que dar respuesta es
si, en lo que concierne a las oportunidades de las mujeres, se debe empezar por
trazar un conjunto de objetivos transculturales. Es obvio que las mujeres ya lo
están haciendo en muchas esferas. Por ejemplo, las que trabajan en el sector no
estructurado (informal) se organizan cada vez más en el ámbito internacional
1Pueden consultarse versiones más extensas de los argumentos aquí defendidos (y
más estudios de casos pertenecientes a actividades de desarrollo humano en la India) en Nuss-
baum, en prensa, capí tulo 1. Las formulaciones anteriores de las tesi s de la aut ora sobre las
capacidades fig uran en Nuss baum, 1988, 1990, 1992, 1993, 1995a, 1995b, 1997a, 1997b y
1999, capítulo 1, págs. 29-54.

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT