LIBROS

Published date01 December 2004
DOIhttp://doi.org/10.1111/j.1564-913X.2004.tb00348.x
Date01 December 2004
Revista Internacional del Trabajo
, vol. 123 (2004), núm. 4
Copyright © Organización Internacional del Trabajo 2004
LIBROS
Reseñas críticas
L’Organisation internationale du Travail. De la guerre froide
à un nouvel ordre mondial.
Por Francis BLANCHARD,
con prefacio de Philippe SÉGUIN. París, Editions du Seuil, 2004.
316 págs. Anexos, índice. ISBN 2-02-066177-2.
Esta obra abarca un largo período de la historia de la Organización Inter-
nacional del Trabajo, casi cuarenta años, que, como indica su subtítulo, corre
«desde la guerra fría hasta un nuevo orden mundial». Escrito por quien fue su
Director General de 1974 a 1989, y que antes, en la posguerra, ejerció en ella
otros puestos directivos, ilumina con luz penetrante las diversas facetas del or-
ganismo y expone de manera a la vez viva y documentada en qué circunstancias
tuvo que evolucionar entonces y en qué consistió su obra. En primer lugar, el
enfrentamiento entre el Este y el Oeste, que oponía a los mandantes de la Or-
ganización en el seno de sus órganos rectores — la Conferencia Internacional
del Trabajo y el Consejo de Administración — y constituía una rémora para la
labor de la Oficina; los intentos del maccarthismo de injerirse en la gestión del
personal; y las tensiones y, en ocasiones, las contradicciones que a causa de
aquella fractura ideológica surgían entre el concepto fundador de la OIT — el
tripartismo — y el obligado universalismo. A pesar de ello, fue una época de
grandes realizaciones, en la que cobraron cuerpo las actividades de asistencia a
los países en desarrollo, a partir de los años cincuenta, y que se expandieron vi-
gorosamente a raíz de la gran oleada de independencias de los años sesenta.
Asistencia para que elaborasen los códigos del trabajo y fundaran y reforzaran
los ministerios, las organizaciones representativas de empleadores y trabajado-
res y las instituciones sociales que precisaban. Fue una labor de gran amplitud
cuyo impulso y dirección asumió el autor, mas igualmente tarea difícil, sobre
todo cuando se trataba de ligar las actividades citadas a la acción normativa de
la OIT.
Esta obra es una exposición excepcional y de primera mano de los moti-
vos y los pormenores de la retirada de los Estados Unidos de la OIT en 1977,
del período en que estuvo ausente y de su regreso en 1980. El autor era enton-
ces Director General, y el relato de aquel tiempo dificilísimo, de los múltiples
contactos y negociaciones que hubo para que volviese el Estado Miembro más
poderoso constituye un testimonio notable. Además de analizar los hechos, ex-
plica el entorno humano, en particular la personalidad de George Meany, en-
tonces Presidente de la gran central sindical estadounidense, la AFL-CIO, con
quien trató en varias ocasiones. Después del regreso de los Estados Unidos se
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produjo, en 1983, el de China, que, tras la muerte de Mao Tse Tung, decidió vol-
ver a ocupar su puesto en la Organización, al cabo de un largo período de con-
tactos oficiosos y de posteriores misiones
in situ
narradas detalladamente. Con
ello quedaba restablecida la universalidad de la OIT.
Al mismo tiempo tuvieron lugar los numerosos combates librados para
hacer triunfar los principios fundamentales del mandato de la Organización, en
particular la independencia de los grupos empleador y trabajador, junto con el
de los gobiernos, para mantener los cuales se manifestó entonces la determina-
ción precisa en las condiciones más difíciles posibles, pues hubo amenazas y las
presiones furibundas que se ejercieron en nombre de la no injerencia en los
asuntos internos de los países. Al respecto, el capítulo relativo a Polonia es una
importante página de historia. La Organización, y su Director General perso-
nalmente, intervinieron activamente para ayudar al reconocimiento del sindi-
cato Solidaridad en virtud de los Convenios núms. 87 y 98 de la OIT, que Polo-
nia había ratificado pero no cumplía, y cuya validez tuvo que resignarse a
reconocer el Gobierno polaco bajo la presión de lo sucedido en Gdansk (Dan-
tzig). Se actuó para proteger a Lech Walesa, encarcelado a raíz de la declara-
ción del estado de guerra el 13 de diciembre de 1981, enviando una delegación
encabezada por Nicolas Valticos, quien logró visitarle en el lugar en que estaba
detenido cerca de la frontera con Checoslovaquia, algo que hasta ahora no ha-
bía sido dado a conocer. Después de la puesta en libertad de Lech Walesa y de
su confinamiento en su domicilio en Gdsank, hubo la valerosa iniciativa del Di-
rector General, quien, a pesar de la prohibición de las autoridades polacas, de-
cidió acudir «a título privado» a aquella ciudad, donde, seguido y vigilado de
cerca por la policía, conversó largamente con el proscrito en la capilla de Santa
Brígida. También se destacan otras situaciones igual de dramáticas, aunque la
prensa les dedicara menos espacio, como cuando se intervino para evitar encar-
celamientos y ejecuciones de dirigentes sindicales y lograr su liberación, en lu-
gares que van de España a Grecia o Túnez y de América Latina a Etiopía. En
aquella época, las libertades fundamentales eran vejadas con tanta frecuencia
que los miembros del Gabinete del Director General se turnaban cada fin de
semana para poder reaccionar y actuar de inmediato. De manera similar, a pro-
pósito del Oriente Medio, se describen las iniciativas tomadas para hacer pre-
valecer el imperio de la ley y lograr enviar cada año una delegación a los terri-
torios ocupados con el fin de verificar la situación de los trabajadores
palestinos, protegerlos y formular las propuestas oportunas, algunas de las cua-
les fueron aceptadas y puestas en práctica por las partes interesadas.
Durante el período de que trata esta obra evolucionaron la función de la
Organización y el contenido de sus programas. Para desempeñar plenamente su
cometido, la OIT debía superar el estrecho marco asignado a la política social e
intervenir en el entorno económico; le alentaba a actuar de ese modo la Declara-
ción de Filadelfia, que así lo dispone expresamente. Con este propósito, hubo
primero la organización y la convocatoria de la Conferencia Mundial del Empleo
en 1976 y, a continuación, vinieron las primeras iniciativas a fin de debatir estos
asuntos en la OIT con las instituciones financieras internacionales en una «reu-
nión de alto nivel sobre el empleo y los ajustes estructurales». Fueron los prime-
ros intentos de acercar los puntos de vista económico y social en el seno del siste-
ma multilateral, a fin de incardinar en éste los principios y las normas de la OIT
y de poner las primeras bases para llegar a un planteamiento coherente. La obra

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