En India, los trabajadores dedicados a la elaboración

La elaboración de beedis, unos cigarrillos autóctonos fabricados a mano, ha procurado empleo a millones de indios, en su mayoría mujeres, durante siglos. Ahora, el movimiento antitabaco propicia la reducción de la demanda y, con ello, pone en peligro la salud económica de estos trabajadores. Kiran Mehra-Kerpelman visitó dos pueblos dedicados a la fabricación de beedis en Mangalore, al sur de la India, donde la OIT ofrece a estas mujeres empobrecidas nuevas y mejores vías de ganarse la vida.

MANGALORE, India - Mientras el grupo de mujeres indígenas lían con rapidez y pericia los 'beedis', unos cigarrillos autóctonos de tono marrón y forma cilíndrica, su portavoz expresa su preocupación acerca del movimiento mundial antitabaco y el modo en que éste pone en peligro sus puestos de trabajo.

'Llevo años liando beedis, pero ahora hay poco trabajo', se queja Jalaja durante la reunión de un grupo de autoayuda de trabajadores del beedi celebrada recientemente en este pueblo del sur de la India. 'El gobierno ha prohibido el consumo de tabaco en lugares públicos, y muchas personas de otros países han dejado de comprar beedis. Puede que dentro de poco tenga que buscarme otra forma de ganarme la vida.'

El propósito de la reunión es analizar los retos que plantea un clima cada vez más intenso de reprobación del tabaco, y las perspectivas no son halagüeñas. Aunque la reducción del consumo se percibe como una vía para la mejora de la salud pública, las mujeres que lían las pequeñas hojas marrones de tendu para elaborar estilizados cigarrillos y los atan con filamentos de hilo de algodón de un color rojo brillante consideran con preocupación la posibilidad de que la industria que les ha procurado el sustento se desvanezca como el humo.

De hecho, el destino de la industria del beedi no es un asunto baladí. En su momento, este sector constituyó el medio de vida de unos 4,5 millones de trabajadores (mujeres en un 90%), y el declive del pequeño cigarrillo plantea enormes problemas para estas asalariadas. Se trata en su mayoría de mujeres analfabetas, de salud deficiente y socialmente marginadas. Carecen de cualquier tipo de patrimonio y temen que la pérdida de la renta de un dólar al día que perciben actualmente pueda provocar su penuria económica o, aún peor, que sus hijos menores de edad tengan que ponerse a trabajar para llegar a fin de mes.

'Estas mujeres trabajaban de cinco a seis días a la semana, pero en los dos o tres últimos años su jornada se ha reducido a la mitad', comenta Arun Kumar, Coordinador Nacional de un nuevo proyecto de la OIT constituido en la zona para ayudar a los trabajadores del beedi a encontrar otro empleo.

De hecho, los sindicatos de estos trabajadores ansían conocer otras formas de ganarse la vida. Sus empleadores consideran igualmente que el futuro de la industria del beedi es sombrío. Como respuesta a esta situación, la Oficina de Zona de la OIT en India, junto con el Programa de Promoción de Cuestiones de Género y el Gobierno de los Países Bajos, ha puesto en marcha un nuevo programa para promover el trabajo decente dirigido a las trabajadoras del sector.

'Dadas las tendencias mundiales y nacionales en la industria del tabaco y las condiciones de trabajo de un gran número de mujeres y sus familias que dependen de este sector, el objetivo del programa es doble', afirma Lin Lim Lean, experta de la OIT en cuestiones de genero y empleo. 'Para las trabajadoras que desarrollan su labor en su domicilio, el objetivo es mejorar las condiciones de trabajo y extender la aplicación de las normas fundamentales del trabajo y la protección sanitaria y social a estas mujeres y sus familias. En el caso de las que pierden su empleo y sus ingresos en la industria del beedi, se trata de ayudarles a encontrar medios de vida alternativos, además de garantizar que la pobreza no obliga a sus hijos a asumir trabajos peligrosos.'

Riesgos del beedi, soluciones de la OIT

De todos modos, la pérdida de ingresos no es el único problema que afrontan los trabajadores de la industria del beedi. Aunque la mayoría de las mujeres no fuma, las condiciones de trabajo ponen en peligro su bienestar físico y económico.

Por ejemplo, pocas de las mujeres analfabetas son conscientes de sus derechos legales como trabajadoras y, en ocasiones, contratistas sin escrúpulos les niegan el acceso a las tarjetas de identidad necesarias para obtener las prestaciones que ofrece el Beedi Workers Welfare Fund (Fondo social de los trabajadores de la industria del beedi). Como trabajadoras a domicilio, es habitual que deban afrontar el trato injusto que supone el rechazo arbitrario de los beedis terminados justificado por una calidad deficiente, en ocasiones debida a que los contratistas les suministran materias primas de escasa categoría. Su salud se encuentra igualmente amenazada. La inhalación de polvo de tabaco puede causar tantos problemas como fumar un cigarrillo. Además, las diferencias de salario mínimo entre distintos estados han propiciado el traslado de las empresas del sector a regiones en las que se abonan sueldos bajos.

En definitiva, se trata de una ardua batalla para los trabajadores, en su mayoría mujeres, que se quedan sin puesto de trabajo o deben asumir una reducción significativa de su renta. Sin empleo, oportunidades de obtener ingresos ni acceso a los créditos para la constitución de empresas que les permitan trabajar como autónomos, muchas comunidades temen que su medio de vida se encuentre en peligro.

El programa de la OIT colabora con los sindicatos, las organizaciones de empleadores, el Ministerio de Trabajo, la administración local y las organizaciones comunitarias, así como con las mujeres de manera directa. Una de sus primeras actividades consistió en organizar grupos de autoayuda para hacer posible que las mujeres se reunieran, analizaran los problemas y buscaran soluciones de manera colectiva.

'Organizamos talleres en los que pueden valorar sus oportunidades y recursos a escala local y examinar las posibilidades de actuación', señala el Sr. Kumar, coordinador del proyecto. 'El trabajo a domicilio aisla a las mujeres del resto del ámbito laboral. Mediante las reuniones y las actividades de grupo, pueden recibir formación básica, enterarse de sus derechos legales y conocer el modo en que pueden reivindicar éstos con eficacia. Además, se les enseñan destrezas alternativas en materias como el desarrollo de iniciativas empresariales, salud y familia y bienestar de la infancia.

A fin de ofrecer a las mujeres ideas para el autoempleo, los proyectos de la OIT financian las denominadas 'visitas de contacto' con actividades generadoras de ingresos en otras áreas. Jalaja, portavoz del grupo de trabajadoras del beedi, se sobrepuso a su timidez para participar en una reciente visita.

'Antes, me daba miedo hablar con personas extrañas, pero ahora me siento más segura', admite. 'Además, antes carecía de ahorros, pero, con el grupo de autoayuda y nuestro sistema de microcréditos, he empezado a ahorrar. Pude obtener un préstamo del grupo para reparar mi casa y comprar medicinas para mi hijo enfermo.'

Gracias a su 'visita de contacto', Jalaja sopesa ahora la posibilidad de emprender su propio negocio de lavandería en un área en la que no existen instalaciones para el lavado de ropa. Aparte de esta iniciativa, es posible además que encuentre un terreno utilizando el microcrédito facilitado por el proyecto de la OIT y cultive hortalizas para venderlas en un mercado cercano.

El programa colabora con organizaciones locales consolidadas con el fin de impartir formación y prestar otros servicios de apoyo a las mujeres. Para potenciar la capacidad de estas organizaciones, la OIT promueve la creación de redes, ayudándoles a reforzar sus estructuras institucionales y a perfeccionar sus materiales docentes y de sensibilización.

'La oferta de asistencia técnica a las organizaciones comunitarias locales permite a la OIT reforzar capacidades y propiciar el desarrollo de actividades sostenibles, incluso tras la conclusión del programa', afirma el representante de Adarsha (Agency for Development Awakening and Rural Self-Help Associations, Agencia para el Despertar al Desarrollo y las Asociaciones Rurales de Autoayuda), una de las ONG locales que participan en el programa.

Con la cooperación de la ONG local Deeds (Development Education Service, Servicio de Educación para el Desarrollo), las mujeres semialfabetizadas de Ulal Village han recibido formación en diversas actividades como el reciclaje de papel y elaboración de productos con esta materia, cultivo de hierbas y plantas medicinales, apicultura, procesado de alimentos, venta de hortalizas y preparación de comida rápida.

'Hay más dinero en el nuevo trabajo que en la fabricación de beedi', afirma Zojeth, una de las dos hermanas que solían liar beedis y se beneficiaron de un proyecto de asistencia técnica de la OIT que les instruyó en una nueva destreza. 'Ahora puedo hacer las dos cosas.'

Las intervenciones sostenibles y habilitadoras a escala social deben centrarse no sólo en los medios de vida, sino también en la elevación de los niveles de salud y alfabetización, la sensibilización respecto a diversos derechos, el bienestar de las familias y la infancia, la dinámica de grupos y la consolidación de capacidades. Un objetivo de la OIT en este contexto es ayudar a los interlocutores sociales a preparar mejor a los trabajadores para afrontar la crisis creciente en el sector de la elaboración de beedis.

'Antes del inicio del programa, no tenía conocimiento de otra realidad, aunque he recibido cierta formación', añade Zojeth. 'Ahora sé cómo vivir. No me quedo en casa a cocinar como antes. Ahora la vida es buena. Quiero llevar las riendas de mi destino, y la OIT me ha mostrado el camino y me ha facilitado los medios necesarios.'

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