La fuerza del huracán: mientras los expertos debaten sobre la seguridad global, la naturaleza nos da una lección inesperada

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ORLANDO, Florida - Semanas después de que el Katrina convirtiera Nueva Orleans en una moderna Atlántida, los equipos de rescate seguían teniendo un único pensamiento en mente: salvar a los desamparados, los enfermos y los indefensos que consiguieron salir adelante. La región quedó devastada, y la ciudad y sus áreas colindantes se transformaron en un hervidero de enfermedades, contaminación y un sinfín de peligros diversos.

Dado el elevado número de trabajadores que participan en las labores de limpieza, recuperación y reconstrucción a lo largo de la costa del golfo, es importante garantizar que los trabajadores realicen su labor en condiciones de seguridad para evitar lesiones innecesarias. La seguridad y la salud de quienes trabajan en la reconstrucción de las comunidades en las regiones devastadas constituye una de nuestras mayores prioridades

, señaló Elaine Chao, Secretaria de Trabajo de Estados Unidos.

El Departamento de Trabajo de Estados Unidos envió a las áreas afectadas a más de 100 trabajadores especializados en intervención en caso de huracán pertenecientes a su Administración de Salud y Seguridad en el Trabajo (OSHA), para que asesoraran a los empleadores y trabajadores que participaban en las operaciones de limpieza y recuperación sobre los equipos de protección y otras medidas de seguridad. También facilitaron información sobre los tipos de peligros que afrontarían los trabajadores, como tendidos eléctricos caídos, daños en viviendas y otros edificios, animales peligrosos y agua de las inundaciones. Como resultado, los trabajadores de la OSHA intervinieron en 5.000 situaciones en las que 10.500 trabajadores podrían haber resultado gravemente lesionados.

En cualquier caso, en el mundo, muchos trabajadores que hacen frente a peligros en el ejercicio de su labor no reciben ni la asistencia, ni los equipos ni la formación en materia de seguridad adecuados y, como consecuencia, pierden su vida. Bajo el lema de la Prevención en un mundo globalizado. El éxito a través de las asociaciones , el 17º Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo se celebró este año en septiembre en Orlando, Florida, con el objetivo de abordar el elevado número de accidentes de trabajo que se producen en todo el mundo y la creciente necesidad de estrategias para su prevención.

Número total de accidentes y enfermedades

La frase «es mejor prevenir que curar» se antoja particularmente importante a la luz del coste en términos de fallecimientos, cuerpos mutilados y lucro cesante que resulta de la peligrosidad en los lugares de trabajo. En un nuevo informe publicado para el Congreso Mundial, la OIT estima que, al menos, 5.000 personas mueren cada día (o en torno a 2,2 millones de personas al año) como consecuencia de accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo. Esta cifra es, seguramente, una estimación a la baja a consecuencia de las deficiencias en las prácticas de comunicación de incidentes, sobre todo en países de Asia que experimentan un rápido desarrollo.

Se han obtenido avances en muchos frentes en el ámbito laboral, pero las muertes, los accidentes y las enfermedades de origen profesional siguen constituyendo importantes causas de preocupación

, señaló el Director General de la OIT, Juan Somavía, antes del Congreso Mundial. «Entre los objetivos del presente Congreso Mundial figura la potenciación de los criterios de referencia internacionales vigentes en materia de seguridad y el refuerzo de las asociaciones de ámbito mundial,con el fin de garantizar que el trabajo en el siglo XXI se atenga a los estándares de seguridad propios de este siglo».

Si atendemos a un panorama más general de las lesiones producidas y las enfermedades desarrolladas en los lugares de trabajo, observamos que su número es mucho mayor: la OIT estima que cada año se producen 270 millones de accidentes laborales que provocan ausencias del trabajo de más de tres días de duración, además de 160 millones de casos de enfermedades relacionadas con el trabajo.

El informe destaca que los hombres, en particular, corren el riesgo de fallecer en edad de trabajar (con menos de 65 años), mientras que las mujeres padecen más enfermedades psicosociales de origen profesional y trastornos musculoesqueléticos de larga duración. En varios países industrializados, más de la mitad de los trabajadores se jubilan anti- cipadamente o perciben pensiones por discapacidad, en vez de cobrar la prestación normal al alcanzar la edad de jubilación. Aunque no todos los factores que subyacen a estas tendencias se deben directamente a la actividad laboral, el lugar de trabajo constituye una plataforma fundamental para la prevención y el mantenimiento de la capacidad laboral a través de su sistema de gestión.

La triste realidad es que, en algunas regiones del mundo, muchos trabajadores morirán probablemente por la ausencia de una adecuada cultura de la seguridad

, señaló Jukka Takala, Director del Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo (Safe- Work) de la OIT. «Se trata de un elevado precio a pagar por un desarrollo incontrolado. Debemos actuar de inmediato para invertir esta tendencia».

Cuando se le preguntó qué medidas se debían adoptar para evitar los numerosos accidentes y enfermedades de los trabajadores en todo el mundo, Takala señaló que el esfuerzo necesario para lograrlo era asombrosamente pequeño. «Casi todos los accidentes pueden evitarse mediante la adopción de un conjunto de medidas conocidas», señaló en una entrevista realizada para OIT en línea. «Muchas empresas y algunos gobiernos han establecido ya objetivos de siniestralidad cero. Si todos los Estados miembros de la OIT utilizaran las mejores estrategias y prácticas de prevención de accidentes que se aplican y se encuentran ya disponibles, podrían evitarse unas 300.000 muertes (de un total de 360.000) y 200 millones de accidentes (de los 260 millones que se producen), por no mencionar el ahorro en el pago de indemnizaciones y otras prestaciones económicas».

Oportunidad para la colaboración

Más de 3.000 profesionales de la salud y la seguridad de gobiernos, sindicatos y organizaciones patronales representantes de 110 países asistieron al evento de cinco días de duración celebrado en Orlando y organizado por la OIT, la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) y el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos. Este foro constituyó una oportunidad para que los líderes de opinión y los expertos en seguridad intercambiaran experiencias prácticas y técnicas.

Los asistentes y participantes tuvieron presente en todo momento la seguridad y salud de los trabajadores de servicios de rescate que participaron en las actividades de recuperación en la costa del golfo de Estados Unidos. En su intervención, la Secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Elaine Chao, expresó su agradecimiento a los profesionales de la salud y la seguridad que respondieron a los llamamientos de ayuda en favor de los supervivientes al huracán.

Uno de los aspectos más destacados del Congreso fue la presentación efectuada por Corazón de la Paz, Presidenta de la AISS, en la ceremonia de apertura, en la que subrayó la necesidad de realizar esfuerzos a escala mundial para evitar las enfermedades relacionadas con el trabajo como el cáncer provocado por el amianto, así como el valor de las asociaciones en los sectores público y privado del comercio y la producción. «En torno al 80% de la población mundial trabaja sin red de seguridad», señaló. «En este mundo, una mano mutilada en la cadena de montaje conduce, con demasiada frecuencia, a la destrucción de familias enteras».

De la Paz advirtió de que la producción continua y el uso de amianto habrá causado la muerte de cerca de 500.000 personas por cáncer en Europa del Este en 2029. «El uso del amianto conduce inevitablemente a una merma de la calidad de vida y a una muerte prematura y grava a la economía de los países con cargas que se prolongan más de 30 años», afirmó.

Los expertos mencionaron la importancia de los sistemas de prevención, las leyes, normas y medios de ejecución a todas las escalas de la actividad empresarial, además de un ciclo de gestión que asegure un seguimiento y una mejora continuos. Así mismo, una vez formuladas las políticas de salud y seguridad, deben establecerse estrategias encaminadas al logro de los objetivos. El liderazgo es esencial para aplicar estrategias de prevención satisfactorias, que deben ir acompañadas de información, formación y educación eficaces. Tras el Congreso Mundial, éstos y otros mensajes fundamentales sobre la salud y la seguridad fueron recopilados por profesionales de la seguridad, empleadores y trabajadores de los sectores público y privado, responsables de la formulación de políticas y administradores en una declaración de futuro denominada: El valor de hoy para el mundo de mañana

ARTÍCULOS GENERALES

SEGURIDAD GLOBAL EN EL TRABAJO

UNA PELÍCULA DE LA OIT SOBRE SEGURIDAD, PREMIADA EN EL CONGRESO

Durghatnayen Gair Zaruri (Los accidentes no tienen por qué ocurrir), película de divulgación de la OIT de 2002 sobre seguridad y salud en el sector de la construcción en India, fue una de las películas galardonadas con el segundo premio en el 5º Festival de cine del Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud celebrado en Orlando, Florida. La película se ofreció a trabajadores de la construcción, representantes de los sindicatos y responsables de seguridad en los emplazamientos de las obras de construcción de la India, con el fin de ilustrar que la mayoría de los accidentes son evitables y hacer hincapié en varias precauciones fundamentales capaces de ayudar a reducir los accidentes y las enfermedades en estos lugares de trabajo.

Valorada inicialmente entre 135 películas, Los accidentes no tienen por qué ocurrir se proyectó en el Congreso, junto a otras 66 películas procedentes de 19 países. Fue elegida por un jurado compuesto por representantes de ocho países.

Las películas son formas de comunicación potencialmente efectivas en los países en desarrollo, y aplaudimos la labor de la OIT en este terreno,

señaló Peter Rimmer, Presidente del Jurado del Festival internacional de cine en la ceremonia de entrega de los premios. «Los accidentes no tienen por qué ocurrir» respeta las diferentes culturas y formas de trabajar y no sólo identifica los problemas, sino también algunas de las soluciones para lograr la seguridad del trabajo en el sector de la construcción».

El vídeo, rodado en Chhattisgarh, en la India central, presenta un relato de ficción de posibles accidentes que suelen ocurrir en las obras de construcción. Ofrece una entrevista realizada a un responsable de seguridad de una empresa siderúrgica de Bhilai que ayudó a reducir el número de accidentes en la empresa, y a un médico que refiere los numerosos riesgos para la salud a los que se exponen los trabajadores de la construcción en el ejercicio de su trabajo. Se estima que en el subcontinente indio trabajan unos 30 millones de personas en emplazamientos de obras en el sector de la construcción en condiciones de salud y de seguridad frecuentemente precarias.

Aunque la película había sido realizada en un principio para las organizaciones de trabajadores, posteriormente se distribuyó a contratistas en un seminario realizado en Delhi y organizado por el Consejo de Desarrollo de la Industria de la Construcción (CIDC), organización que representa a los contratistas y a los clientes de la Administración de las empresas de la construcción. La película alcanzó tanta popularidad que el Director General del CIDC solicitó 40.000 copias para su distribución en esta organización.

Sobre todo, se instó a los participantes a dirigirse a los responsables de la toma de decisiones de sus respectivos países con el fin de fomentar la sensibilización respecto a este creciente problema y a la necesidad de adoptar medidas de inmediato. Alan McMillan, Presidente y Primer Ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad, que ejerce como Secretaría del Congreso Mundial de 2005, señaló que la situación podría mejorar sustancialmente si los participantes trabajasen para lograr el compromiso de los altos directivos con la salud y la seguridad, conseguir que los empleados participen en el desarrollo de una cultura de la seguridad e integrar plenamente la salud y la seguridad en la planificación y el funcionamiento habituales de las empresas.

Jukka Takala, de la OIT, señaló que la falta de concienciación constituye uno de los principales obstáculos para una mejora sustancial de la salud y la seguridad de los trabajadores y la prevención de accidentes en todo el mundo. «Los medios de comunicación se refieren con frecuencia a los 500.000 fallecidos en guerra cada año, pero los más de 2 millones de personas que mueren en el trabajo pasan prácticamente desapercibidas, por no mencionar las otras víctimas que sufren las consecuencias de los accidentes y las enfermedades de larga duración relacionados con el trabajo», señaló. «El Congreso Mundial constituye una ocasión para subrayar la importancia de la cuestión: no se trata tan sólo de una reunión de expertos. También queremos que los medios de comunicación y los responsables de la toma de decisiones otorguen a estos problemas mucha más prioridad en sus programas de políticas que en el pasado».

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