Mujeres en la economía no estructurada: es urgente garantizar la protección de la maternidad

BUHWEJU, Uganda - Para las trabajadoras de esta región montañosa del sudoeste de Uganda, dedicada al cultivo del té, la falta de una adecuada asistencia a la maternidad puede constituir una cuestión de vida o muerte.

Abundan las historias acerca de la frágil naturaleza de la maternidad por estos pagos. Una alude a los avatares de una mujer y su hijo, que pueden deber su vida a un transmisor de radio alimentado por energía solar.

Buhweju es una pequeña aldea. Los taxis no son habituales en sus calles y el hospital más cercano se encuentra en Busheny, a una distancia de 52 kilómetros por una carretera repleta de baches.

Sintiendo que su hijo estaba a punto de nacer y preocupada de que pudieran producirse complicaciones, la mujer se apresuró a acudir a una clínica satélite cercana, establecida tiempo atrás por un régimen de seguro de salud comunitario al que pertenecía. La enfermera de servicio observó que la mujer necesitaba tratamiento hospitalario y utilizó el transmisor alimentado por energía solar para ponerse en contacto con un servicio de taxi privado.

El taxi llegó enseguida para llevar a la futura madre al hospital, donde recibió asistencia a tiempo.

En este caso ocurrido en Uganda, un transmisor de radio alimentado por energía solar marcó la diferencia. De este tipo de soluciones innovadoras se sirve la OIT para promover vías de mejora de la seguridad de las mujeres durante el embarazo en todo el mundo.

En muchos países en desarrollo, las mujeres se enfrentan a un riesgo elevado de morir durante el embarazo o en el parto. A menudo, las defunciones se deben a una higiene deficiente y a la falta de acceso a una asistencia médica de calidad.

Cada vez son más los países en desarrollo que reconocen la urgente necesidad de proteger la maternidad. En Filipinas, el gobierno ofrece exámenes médicos prenatales gratuitos en los hospitales públicos. Bangladesh brinda tratamientos igualmente gratuitos para procurar partos sin complicaciones. Los hospitales públicos de la India ofrecen vacunaciones a los recién nacidos. Por su parte, Tanzania ha desarrollado un programa de 'maternidad segura'.

Sin embargo, para muchas mujeres, sobre todo en las áreas rurales, estos servicios públicos esenciales apenas se encuentran disponibles, ya sea por razones financieras como los costes de transporte, o por tradiciones culturales como la costumbre de dar a luz en el propio hogar. Para otros millones de mujeres, el resto de prestaciones de maternidad sólo se encuentra al alcance si perciben un salario.

La protección de la maternidad ha constituido una prioridad de la OIT desde su fundación en 1919, cuando se adoptó el primer Convenio sobre la protección de la maternidad. El último Convenio acerca de esta cuestión, adoptado en 2000, supuso la consecución de nuevas cotas de calidad. Por vez primera, el Convenio se aplica también a las mujeres activas en formas de empleo 'atípicas', que se dan mayoritariamente en la economía no estructurada. Se trata de mujeres que suelen carecer de un empleador legalmente reconocido y de ingresos regulares, y que disponen, si acaso, de un acceso limitado a servicios de asistencia sanitaria reconocidos en la legislación. Entre las ocupaciones a las que atañe el Convenio se cuentan las vendedoras ambulantes, el personal de servicio doméstico y las trabajadoras a tiempo parcial en los sectores del vestido y de la agricultura. Una gran mayoría sufre la exclusión social y la pobreza.

A fin de ampliar la protección de la maternidad a las mujeres activas en la economía no estructurada, el Programa Mundial STEP * (Estrategias y Técnicas contra la Exclusión Social y la Pobreza) de la OIT y el Departamento de Condiciones de Trabajo (CONDIT) han puesto en marcha una iniciativa encaminada a la realización de estudios iniciales.

Actualmente, se concede prioridad a los regímenes de financiación de la atención sanitaria de base comunitaria, que ofrecen paquetes de prestaciones sanitarias limitadas en función de la demanda y a precios asequibles. Además de los partos con y sin complicaciones y la asistencia previa y posterior al nacimiento, muchos regímenes imparten formación preventiva y en materia de asistencia a la maternidad, se ocupan de la contratación de personal local dedicado a la atención tradicional en los partos y organizan actividades de sensibilización, incluido el tratamiento de la cuestión del VIH/SIDA.

La inclusión de la protección de la maternidad en los paquetes de prestaciones asistenciales satisface una necesidad urgente de las mujeres pobres. La experiencia acumulada permite afirmar que el éxito de los regímenes es superior cuando éstos se atienen a las necesidades específicas en materia de maternidad expresadas por sus miembros. La instalación de un transmisor por radio es la solución de la que se sirve el régimen existente en Buhjewu para abordar el problema de transporte. En otras comunidades, las mujeres pueden optar por recibir prestaciones no en efectivo, sino en alimentos, ropas o medicinas, evitando así el riesgo de que un miembro de la familia gaste el dinero. En algunos regímenes se cubren además las necesidades de asistencia sanitaria de los maridos de las mujeres asociadas.

Con todo, para la OIT, la mera existencia de un sistema de protección de la maternidad en el marco de los regímenes de microseguro de salud no constituye un fin en sí mismo. Por el contrario, para promover con eficacia la protección de la maternidad, la OIT desea fomentar la creación de vínculos entre los regímenes establecidos a escala de las comunidades locales, y los programas y políticas nacionales, en especial con las instituciones de la seguridad social.

Teniendo en cuenta las diferencias culturales y regionales que caracterizan a estos regímenes, no existe una 'panacea' aplicable en todo caso. La OIT desarrolla actualmente un conjunto de directrices provisionales, basándose al efecto en la información recabada en nueve países de África, Asia y América Latina. Esta herramienta podrá ser utilizada por los mandantes tripartitos de la OIT, así como por las organizaciones sociales y otras partes activas en el ámbito del sector sanitario. Tales directrices, así como una selección de documentos de trabajo de diversos países, se publicarán en línea y en papel a principios de 2003.

Las directrices provisionales constituyen únicamente un primer paso en el camino emprendido para promover la protección de la maternidad de las trabajadoras activas en la economía no estructurada. Es necesario acometer nuevos estudios y análisis de los regímenes existentes y en fase de desarrollo. Tras la culminación de estas investigaciones podrá establecerse si un transmisor por radio alimentado por energía solar puede marcar la diferencia igualmente en Asia y América Latina. Para algunas familias en Uganda, ya la ha marcado.

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