Nueva edición de la Enciclopedia. De las fugas radiactivas al 'jet lag': Aumentan las amenazas a la salud relacionadas con el trabajo.

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En Egipto, algunos trabajadores padecen una enfermedad potencialmente mortal causada por la inhalación de dióxido de silicio, comúnmente conocido como sílice, en forma cristalina. En Londres, los trabajadores de corta edad presentan una rara forma de cáncer relacionada con su trabajo.

¿Son noticias de hoy? En absoluto.

Se cree que la silicosis afectó ya a los trabajadores que construyeron las grandes pirámides del antiguo Egipto hace miles de años. En Londres, ya en 1775 se observó que los niños deshollinadores presentaban cáncer de escroto, según uno de los primeros escritos sobre el cáncer de origen profesional.

La salud y seguridad en el trabajo son tan antiguas como el propio trabajo, pero en la última edición de la Enciclopedia de la salud y seguridad en el trabajo (*) recientemente publicada por la OIT se constata que los trabajadores siguen enfrentándose con los mismos riesgos que se se mencionaban ya en la primera edición, de 1930.

Más aún: a los viejos riesgos, como los de incendio o tuberculosis, la Enciclopedia añade otros nuevos, como la tensión ocular, el jet lag (desacomodación horaria) o las fugas radiactivas de las centrales nucleares, todos relacionados con el trabajo y que antes ni siquiera existían.

Una obra de expertos

La elaboración de la cuarta edición se ha basado en un proceso de consulta con los principales expertos e instituciones de salud y seguridad de todo el mundo. Especialistas de 60 países (más de mil colaboradores en total) han contribuido a la conceptualización, redacción, edición y revisión comparada de la Enciclopedia. Asimismo, todos los artículos han sido objeto del análisis simultáneo de varios expertos para garantizar su exactitud y pertinencia y se dirigen tanto al entendido como al lego por igual.

"La Enciclopedia se ha diseñado para ofrecer al usuario en general información de referencia sobre las principales disciplinas de la salud y la seguridad en el trabajo de un modo comprensible que, al mismo tiempo, sea considerada rigurosa para los profesionales de cada campo", afirma Jeanne Mager Stellman, Ph. D., directora de la cuarta edición. "Hemos intentado tratar los temas con la suficiente amplitud, de modo que los trabajadores de un área puedan apreciar las ideas y los planteamientos de otras disciplinas de la salud y la seguridad en el trabajo y que esta información les sirva de estímulo."

El público al que va dirigido la Enciclopedia está compuesto por dirigentes sindicales, gestores de empresas, abogados, médicos, personal de enfermería, ingenieros, higienistas, toxicólogos y legisladores que, en cada caso, encontrarán en esta obra un tratamiento exhaustivo y preciso de sus campos de actuación y la información que pueden necesitar de otras disciplinas. El objetivo es ofrecer respuestas prácticas en lenguaje convencional a las preguntas planteadas acerca de la salud y la seguridad en un único instrumento de referencia de fácil utilización.

Principales riesgos

A continuación se refieren algunos de los riesgos principales que afectan a los trabajadores; aparecían en la primera edición de 1930 y se abordan con mayor amplitud en la nueva versión:

Incendios de fábricas: Los trabajadores, sobre todo en los países en desarrollo, siguen enfrentándose a uno de los riesgos más siniestros: quedar atrapados en una fábrica en la que se declara un incendio. Dos casos de gran mortalidad ilustran la continuidad de este tipo de peligro. El incendio de una fábrica en el que se registró el mayor número de muertes se produjo en la Triangle Shirtwaist de la ciudad de Nueva York en 1911, con un total de 146 trabajadores fallecidos. Esta triste marca se mantuvo hasta el 10 de mayo de 1993, fecha en la que se declaró un incendio en la fábrica Kader Toy, ubicada en Tailandia, que acabó con la vida de 188 trabajadores, en lo que representa la mayor pérdida de vidas humanas por accidente en un edificio industrial acaecida en el mundo en el presente siglo.

Enfermedades pulmonares de origen profesional: Los trastornos respiratorios se han colocado en el primer lugar de la lista de las diez principales lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo. Su importancia se ha confirmado en varios capítulos de la Enciclopedia. Se han emprendido iniciativas a escala mundial respecto a la lucha contra el cáncer de las vías respiratorias, el asbesto y el humo de tabaco. En la Enciclopedia se afirma que el asma profesional se ha convertido en la enfermedad pulmonar relacionada con el trabajo más generalizada en los países desarrollados y se hace hincapié en los trastornos respiratorios de muchos agricultores, causados por los polvos de origen orgánico. Los efectos para la salud de las fibras minerales artificiales y el potencial de toxicidad asociado a las mismas se revisan asimismo en esta edición.

Tuberculosis: De acuerdo con la Enciclopedia, esta antigua y contagiosa enfermedad, que se creyó superada en los países en desarrollo, ha vuelto en una nueva forma resistente a los antibióticos en el decenio de 1990.

La transmisión de la tuberculosis micobacteriana se ha convertido en un riesgo admitido en los centros de asistencia sanitaria, como ha ocurrido recientemente en el caso de varios brotes registrados en instalaciones de Estados Unidos. Muchos de estos brotes se basan en la transmisión de cepas de la enfermedad resistentes a múltiples fármacos a pacientes y a trabajadores sanitarios. La mayoría de los primeros y algunos de los segundos eran personas infectadas por el VIH en las que la nueva infección avanzó con rapidez para activar la enfermedad.

Amenazas que afectan a los agricultores: Según la Enciclopedia, los agricultores se enfrentan con riesgos antiguos y nuevos. Entre los primeros figuran las deficiencias de la vivienda y de las condiciones sanitarias, las lesiones provocadas por la maquinaria agraria y las enfermedades, sobre todo de la piel. Los peligros más recientes se vinculan a la exposición a los herbicidas, como la sustancia denominada 2,4,5-T, que sigue siendo legal en los cultivos de arroz en Estados Unidos.

Aguas residuales de origen industrial: Este problema afecta en especial a las industrias del papel y de la pasta papelera y a las fábricas de refinado de azúcar. En las primeras se consumen grandes cantidades de agua potable. La exposición a este tipo de riesgos potenciales depende probablemente del grado de automatización de las instalaciones: cuanto más cerradas y mecanizadas, mayores riesgos entrañan las operaciones de mantenimiento, limpieza y aseguramiento de la calidad.

Silicosis: Este antiguo trastorno pulmonar constituyó una causa importante de enfermedad y muerte para los trabajadores de todo el mundo a principios del presente siglo. La silicosis se produce por la inhalación de dióxido de silicio, denominado sílice y presente en formas cristalinas. A pesar del conocimiento de la causa de la enfermedad, los trabajadores de todos los países siguen exponiéndose en la minería, la explotación de canteras, la construcción de túneles, chorros abrasivos y los trabajos en las fundiciones. Las epidemias de silicosis siguen produciéndose, incluso en los países desarrollados.

Nuevos riesgos

Algunos de los nuevos roesgos para los trabajadores analizados en la cuarta edición de la Enciclopedia son:

Accidentes y catástrofes de centrales nucleares: Este problema ha cobrado importancia a medida que se han ido construyendo más centrales nucleares en las principales regiones del mundo. Se trata de lugares como las centrales de generación de energía, instalaciones para la producción, el procesamiento o el reprocesamiento de combustible nuclear y laboratorios de investigación. Los establecimientos militares se cuentan entre los más peligrosos para los trabajadores, ya que disponen de reactores nucleares regenerables de plutonio y reactores situados a bordo de buques y submarinos.

Industria de la microelectrónica: Este sector no existía en 1930, pero, según se afirma en la Enciclopedia, ha surgido en la segunda mitad del siglo ejerciendo una influencia decisiva en la evolución y la estructura de la economía mundial. Seis fases fundamentales en el proceso de fabricación son comunes a todos los dispositivos semiconductores de silicio: oxidación, litografía, grabado químico, adulteración, depósito de vapores químicos y metalización, a los que sigue el montaje, la comprobación, el marcado, el embalaje y el envío. Cada fase plantea riesgos específicos para los trabajadores, que se describen con detalle en la Enciclopedia.

Pantallas de visualización de datos/esfuerzos repetitivos: En la Enciclopedia se afirma que los ordenadores han logrado que la actividad laboral sea más interesante, han optimizado el entorno de trabajo y han reducido la carga de trabajo. No obstante, la informatización también ha reforzado el carácter repetitivo y la intensidad de ciertas tareas y ha dado lugar a la disminución del margen disponible para la iniciativa individual y al aislamiento del trabajador. En esta cuarta edición se enumeran los diversos trastornos que los esfuerzos repetitivos pueden causar, como la epicondilitis, un proceso doloroso que afecta al codo, en el que los músculos que permiten el movimiento de la muñeca y de los dedos entran en contacto con el hueso, o el síndrome del túnel carpiano, una dolencia similar en la muñeca. Las tareas de anotación de datos se han convertido en una de las causas principales de este tipo de molestias en las mujeres.

Riesgos en la reproducción: La relación entre la toxicidad reproductiva de hombres y mujeres y los riesgos para la salud profesional es una cuestión abordada con profusión en la cuarta edición. Entre estos últimos se cuentan el tabaquismo, los disolventes (líquidos volátiles o semivolátiles), los plaguicidas y las sustancias químicas afines, los factores de alteración endocrina, el plomo y otros metales pesados. El análisis de este problema figura en docenas de secciones de los cuatro volúmenes.

Riesgos genéticos: El control biológico ayuda a detectar en el entorno de trabajo posibles agentes genéticos dañinos que se introducen en el organismo a través de la respiración, la absorción por la piel y la ingestión. Fue definido por primera vez en 1980 y, según se indica en la Enciclopedia, constituye una de las tres herramientas más importantes en la prevención de enfermedades, debido a los agentes tóxicos presentes en el entorno habitual o profesional, junto con el control ambiental y la vigilancia sanitaria.

Riesgos en los desplazamientos: Se describen problemas que afectan en particular a las personas que viajan por razones de trabajo, como la desacomodación horaria (jet-lag), las picaduras de mosquito y otros insectos, la malaria, el agua contaminada, la diarrea del viajero, el mal de altura, la delincuencia y los disturbios civiles y la fatiga.

Adopción de una estrategia general

En la Enciclopedia se llega a la conclusión de que la adopción de una estrategia general eficaz exige la combinación de planteamientos. Un ejemplo de este enfoque es el registro de la Administración finlandesa, que pretende elevar el grado de sensibilización respecto a los cancerígenos, evaluar la exposición en los lugares de trabajo y fomentar la puesta en marcha de medidas preventivas. El registro contiene información sobre estos lugares y las personas expuestas, y se exige a todas las empresas que mantengan y actualicen sus archivos y suministren datos. El sistema parece haber obtenido un éxito parcial en la reducción de las exposiciones a cancerígenos en el lugar de trabajo.

Asimismo, en la cuarta edición se reserva un lugar específico en el que se cataloga la totalidad de los nuevos riesgos con que se enfrentan los trabajadores y se ofrecen descripciones y tratamientos en detalle.

En opinión de la Sra. Stellman, se ha avanzado mucho desde la publicación de la primera edición. Se ha erradicado en todo el mundo la utilización de algunos tóxicos extremadamente peligrosos, como el radio que se aplicaba de manera rutinaria al pintar las esferas de los relojes para que brillaran, o el fósforo, capaz de mutilar y desfigurar, y empleado como material combustible en las cerillas.

La mayoría de las administraciones han establecido normativas y emprendido numerosas acciones con el fin de prevenir tragedias evitables como la muerte, la enfermedad y la discapacidad de origen profesional. La OIT ha contribuido a estos progresos mediante la adopción de convenios, recomendaciones y directivas prácticas que regulan las condiciones de trabajo en numerosas ramas de actividad, así como a través de sus programas de cooperación técnica y de sus publicaciones especializadas.

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* En breve estarán disponibles en español los cuatro volúmenes. Edita y distribuye: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Subdirección General de Publicaciones. C/ Agustín de Betancourt, 11. Tel.: +34/91 554 34 00; Fax: +34/91 533 38 47.

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Cáncer medioambiental

Como ejemplo del modo en que la Enciclopedia se ocupa de los riesgos profesionales en detalle, se ofrecen a continuación algunos pasajes del capítulo dedicado a los cancerígenos profesionales:

Desde el primer caso documentado en que se vinculaba los cancerígenos al lugar de trabajo, se han demostrado otras causas profesionales del cáncer en estudios epidemiológicos, como el arsénico, el amianto, el benceno, el cadmio, el cromo, el níquel y el cloruro de vinilo. Estos cancerígenos ocupacionales revisten una gran importancia desde el punto de vista de la salud pública, dadas las posibilidades de prevención que ofrecen la regulación y las mejoras de las prácticas de higiene industrial. Son factores clave los siguientes:

Unos 20 productos y mezclas son cancerígenos ocupacionales reconocidos; hay un número similar de sustancias químicas sobre las que existen sospechas fundadas.

En los países industrializados, el trabajo está ligado causalmente al 2-8 por ciento de los cánceres de los trabajadores expuestos. No obstante, en ciertas profesiones la proporción es muy superior.

No se dispone de estimaciones fiables sobre la carga que supone el cáncer ocupacional ni sobre el grado de la exposición a los cancerígenos en los lugares de trabajo de los países en desarrollo.

Aunque varios cánceres se clasifican como enfermedades de origen profesional en numerosos países, sólo se reconocen y se indemnizan en la práctica una pequeña proporción de casos.

Prevención: Las poblaciones actuales de los países industrializados han tenido conocimiento muy tarde de la forma más eficaz de prevención (evitar la utilización de cancerígenos humanos reconocidos en el lugar de trabajo), ya que la mayoría de los cancerígenos ocupacionales se han identificado en estudios epidemiológicos de poblaciones ya sometidas a exposición en el trabajo. En teoría, los países en desarrollo pueden prevenir la introducción de sustancias químicas y procesos de producción de peligrosidad demostrada.

La segunda mejor opción es la eliminación de los cancerígenos una vez demostrada o sospechada su carcinogenicidad. Como ejemplos pueden mencionarse el cierre de las plantas productoras de los cancerígenos vesicales 2-naftilamina y bencidina en el Reino Unido, el cierre de las fábricas de gas mostaza japonesas y británicas tras la conclusión de la segunda Guerra Mundial y la eliminación progresiva del uso del benceno en la industria del calzado en Estambul, Turquía.

En muchos casos, la eliminación total de un cancerígeno (sin el cierre de la industria) no es posible, porque no se dispone de productos alternativos, o se considera política o económicamente inaceptable. Por tanto, habrá que reducir los niveles de exposición modificando los procesos de producción y mediante prácticas de higiene industrial. Un enfoque afín consiste en reducir o eliminar las actividades que conllevan las exposiciones más intensas. Estas también pueden reducirse al mínimo mediante la utilización de equipos de protección como mascarillas y ropas específicas, o la imposición de medidas de higiene industrial más estrictas.

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La Enciclopedia en cuatro volúmenes:

Volumen I: Información sobre las enfermedades y las lesiones de origen profesional y la gestión y los sistemas sanitarios que se han desarrollado para reconocer, tratar y prevenir estos problemas. Asimismo, se analizan las herramientas y los enfoques básicos utilizados para detectar, controlar y realizar un seguimiento de estos trastornos. El volumen comprende cuatro partes y 33 capítulos. Algunas cuestiones se abordan ampliamente en más de un capítulo.

Volumen II: Riesgos físicos, psicosociales, ambientales y para la seguridad, así como a su naturaleza, frecuencia, prevención y gestión, incluida la descripción de riesgos específicos para la salud.

Volumen III: Diversos sectores, industrias y profesiones. En cada capítulo se ofrece una visión general de las características del proceso industrial en cuestión, sus riesgos potenciales y su gestión preventiva.

Volumen IV: Gías, índices y un directorio de expertos. Una de las primeras es la Guía de Sustancias Químicas, en la que se informa de unas 2.000 sustancias y se incluyen tablas de datos sobre la identidad química, los riesgos físicos, químicos y para la salud y las propiedades físicas.

Versión en CD-ROM: Este disco incluye toda la información y la organización lógica contenida en los cuatro volúmenes impresos más la ventaja añadida de un poderoso motor de búsqueda y recuperación para facilitar su consulta. Pueden buscarse todas las palabras presentes en los artículos, las referencias y las tablas, y los rápidos enlaces ofrecen múltiples vías para encontrar los datos requeridos.