Echar raíces: El renacimiento de las cooperativas en Etiopía
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ADDIS ABEBA, Etiopía - La Oromia Coffee Farmers Cooperative Union exporta café a la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Australia. La cooperativa etíope ha negociado acuerdos de comercio justo con distribuidores de café en algunos países de la UE, y ha establecido tiendas de este producto en el Reino Unido y Alemania. Asimismo, como firme defensora del cultivo del café orgánico, que se beneficia de precios más elevados y una fuerte demanda, la cooperativa promueve el ecoturismo en las plantaciones cafeteras.
Las uniones cooperativas agrarias Haromaya y Meki-Bantu exportan hortalizas frescas a la UE. La Ambo Farmers Cooperative Union exporta semillas oleaginosas a Estados Unidos. En cualquier caso, ¿cómo es posible todo ello en un país que resurge de las cenizas de una guerra civil prolongada?
Una economía debilitada, inseguridad alimentaria, población desplazada y sin hogar, soldados desmovilizados y un desempleo rampante: tal era la situación en Etiopía cuando el Servicio de Cooperativas de la OIT acudió al país en noviembre de 1993 para poner en marcha sus programas de desarrollo de recursos humanos y reforma de las cooperativas.
El movimiento cooperativo se encontraba entre los marcados por las heridas infligidas en épocas anteriores. Las cooperativas se percibían como instituciones comunistas sin lugar en una economía de libre mercado, y sus miembros habían perdido la fe en el planteamiento cooperativista, que había sido objeto de descrédito por parte del anterior Gobierno.
La primera actividad que tuvo que abordar la OIT en aquellas fechas consistió en cambiar la mentalidad de la población respecto a las cooperativas. Se organizaron visitas de estudio a países vecinos con el fin de dar a conocer a los dirigentes cooperativistas etíopes las experiencias de esta forma de organización en un sistema de libre mercado. Tras estas visitas se impartió formación a formadores y gerentes de cooperativas, y se llevaron a cabo programas de desarrollo de las capacidades de liderazgo en los que, además de ofrecer una educación y formación exhaustivas a miembros presentes y futuros, y en particular a mujeres y jóvenes, se procuró acceder a una audiencia tan amplia como fuera posible.
Renacimiento de las cooperativas
Gracias a estas iniciativas, el país asistió en el segundo semestre del decenio de 1990 a una suerte de renacimiento de las cooperativas. A finales de 1996, la actitud respecto a las cooperativas había cambiado de manera drástica; la población, y en especial los cooperativistas, habían cobrado mayor conciencia del papel que pueden desempeñar estas organizaciones en la mejora de sus vidas.
Cooperativas moribundas resucitaron, mientras que otras nuevas surgieron por todo el país. En las áreas rurales, las cooperativas agrarias devinieron en poderosos instrumentos del desarrollo local.
LAS COOPERATIVAS CONTRIBUYEN A LOS ODMS
Proporcionaron a sus miembros un fácil acceso a equipamientos agrarios, y añadieron valor mediante servicios adicionales de proceso y comercialización de los productos agrícolas.
Se adoptaron nuevas formas de cooperativa con el fin de atender las necesidades especiales de los agricultores, suprimiendo de este modo la participación de intermediarios. En las áreas urbanas se constituyeron cooperativas de vivienda, de consumidores, industriales y de artesanos, al mismo tiempo que en estas zonas y en el medio rural florecieron las de ahorro, crédito y servicios sociales.
La Federal Cooperative Commission (FCC), órgano de la Administración encargado de la promoción de las cooperativas en el país, desempeñó un papel primordial para el éxito en el desarrollo de todas estas organizaciones.
La historia de éxito de Oromia
La mayor parte de estas iniciativas se desarrollaron en el Estado regional de Oromia, al que se dirigió fundamentalmente la asistencia de la OIT. La región, la más amplia y poblada de los nueve estados regionales, se sitúa a la cabeza del desarrollo cooperativo en Etiopía.
Al objeto de prestar servicios comunes a sus afiliados y obtener economías de escala, las organizaciones cooperativas de base se federaron y constituyeron sindicatos cooperativos. Algunas de estos 34 sindicatos, incluido el Oromia Coffee Farmers Cooperative Union y los otros ejemplos mencionados anteriormente, se han convertido en agentes activos en el ámbito del comercio internacional.
Los beneficios de estas iniciativas se trasladan a los cooperativistas cultivadores de café miembros de cada sindicato, contribuyendo así a la mejora de sus condiciones de vida y a la atenuación de la pobreza. El último avance en la región ha consistido en la constitución del Oromia Cooperative Bank, que ofrece una respuesta a las crecientes necesidades en materia financiera de los cooperativistas. El banco, establecido en 2004 con el capital recaudado únicamente por los miembros de las cooperativas, ha abierto siete sucursales que pros- peran en diversas áreas de la región.
Las cooperativas en Etiopía desempeñan un papel significativo en la reducción de la pobreza y contribuyen a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs) de las Naciones Unidas mediante:
- aproximando los servicios a sus miembros a precios altamente competitivos, y el incremento de los ingresos de los cooperativistas mediante la supresión de la intervención de los intermediarios y la disminución de los costes de producción;
- mejorando de los métodos de producción que resulta de las actividades de educación y formación impartidas a los cooperativistas; los agricultores mejoran en cuanto a renta, nutrición y seguridad alimentaria mediante la consecución de ingresos superiores;
- beneficios que se derivan de una actividad empresarial gestionada eficazmente que revierte en los cooperativistas, procurando también de este modo la elevación de sus ingresos y la atenuación de la pobreza;
- actividades de educación y formación que se dirigen a los cooperativistas y promueven la iniciativa empresarial y las prácticas de gerencia democrática;
- fomentando de la creación de empleo y la estabilización del empleo por cuenta propia existente en el medio urbano y rural.
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En enero de 2001, la OIT recibió un premio del Gobierno del Estado regional de Oromia en reconocimiento por el apoyo prestado a las cooperativas de la región de 1994 a 2000. «La actitud de las administraciones nacional, regional y local respecto a las cooperativas es clave para el éxito de estas entidades. Deben alentar sus esfuerzos y crear un entorno favorable para la organización de sus miembros», señaló Jürgen Schwettmann, director del Servicio de Cooperativas de la OIT.
CÓMO EL ENFOQUE COOPERATIVO DE LA OIT AYUDA A LAS COMUNIDADES INDÍGENAS EN INDONESIA
El nuevo proyecto de la OIT «Promoción de la seguridad de la población y reducción de la pobreza entre los pueblos indígenas de Papua» responde a las necesidades de las poblaciones más pobres y vulnerables de esta región de Indonesia, las comunidades indígenas. Financiado por el Gobierno del Japón, que aportará 1,5 millones de dólares de Estados Unidos, el nuevo proyecto en Papua colaborará estrechamente con el Minis- terio Estatal de Fomento de la Indonesia Oriental y otras organizaciones locales.
Entre las actividades del proyecto figura la mejora del acceso al crédito, la formación profesional y la asistencia en materia de comercialización, con el fin de habilitar a las pequeñas empresas y cooperativas para impulsar el empleo por cuenta propia entre los pobres. Este planteamiento, que ha sido probado en las comunidades indígenas de otros países por el Programa INDISCO de la OIT, se adaptará a la situación local de Papua a lo largo del proyecto.
El proyecto forma parte del Programa de trabajo decente por país de la OIT para Indonesia, y tiene por objeto fomentar las oportunidades para que hombres y mujeres obtengan un trabajo decente y productivo. Fundamentalmente, asistirá a las comunidades indígenas y de migrantes y a los órganos de la Administración local en Papua a reducir la pobreza y eliminar la discriminación en el empleo y la educación, sobre todo entre las mujeres y las niñas.
Asimismo, brindará a las comunidades indígenas las herramientas y los métodos culturalmente apropiados para fortalecer sus capacidades, con el fin de procurar la creación de oportunidades de empleo decente, medios de vida sostenibles y vías para la generación de ingresos. El proyecto facilitará asimismo el diálogo entre las comunidades indígenas, la población migrante y la administración local, con lo que contribuirá a mejorar la situación de seguridad de la población.
