En defensa de los derechos humanos. Actualidad de Ignacio Ellacuría
| Author | José Mora Galiana, Álvaro Rodríguez Camacho |
| Position | Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España |
| Pages | 633-652 |
Revista inteRnacional de Pensamiento Político - i ÉPoca - vol. 16 - 2021 - [633-651] - issn 1885-589X
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Presentación
EN DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS. ACTUALIDAD
DE IGNACIO ELLACURÍA
La actualidad de Ignacio Ellacuría se basa
en haber conjugado el análisis político de
la realidad, el quehacer universitario, y la
reflexión filosófica con el compromiso vital
–personal y comunitario–.
De su primera etapa, etapa de formación
y estudios, anterior a la influencia directa
de Zubiri, cabría destacar sobre todo el
sentido de la historicidad transmitido por
Karl Rhaner y recogido en buena parte
en la Constitución sobre la Iglesia en el
mundo actual (Constitución del Concilio
Vaticano II, promulgada el 7 de diciembre
de 1965).
La dignidad de toda persona humana, el
sentido de la comunidad, el compromiso
como praxis transformadora, el análisis de
la vida económica-social, la vida en la co-
munidad política, la autodeterminación, el
fomento de la paz y la no-violencia, y la
promoción “comunitarista” de los pueblos
en un mundo global, son aspecto clara-
mente asumidos en esta primera etapa.
De hecho, Ellacuría, tras su licenciatu-
ra en Filosofía (en 1955) en Quito, y su
actividad como formador, entre 1955 y
1958, en el Seminario de San José de la
Montaña (San Salvador), marcha a Inns-
bruck (Austria), donde estudió Teología.
Pero descarta realizar una Tesis Docto-
ral en Teología sobre la historicidad de la
idea de Dios. De 1962 a 1965 se traslada
a Madrid y realiza sus estudios para el
doctorado en Filosofía, en la Universidad
Complutense. En Madrid, tiene una gran
acogida en casa de un hermano suyo,
Juan Antonio, quien le facilita un despa-
cho y el compartir su vida familiar.
La incidencia de Zubiri va pareja con la
exigencia de la restauración de la vida in-
telectual y el quehacer del “filo-sofo”, ami-
go del saber más real de la realidad, que
ya quedaba clara en el libro Naturaleza,
Historia, Dios, en el que –con motivo de
estudio de “Hegel y el problema metafísi-
co”– Xavier Zubiri también planteaba una
reflexión sobre realidad e historicidad.
Su Tesis Doctoral en Filosofía (de 1965,
en la Universidad Complutense de Ma-
drid) lleva por título: La principialidad de
la esencia en Xavier Zubiri.
En 1967 regresa a El Salvador para incor-
porarse a la Universidad Centro Americana
(UCA) “José Simeón Cañas” como profe-
sor. Mantiene la colaboración con Xavier
Zubiri y viaja a menudo a España. Pero la
Conferencia de Medellín (IIª Conferencia
del Episcopado Latinoamericano, de 1968)
marca también su reflexión y producción
teológica orientada hacia la liberación.
Desde 1968 hasta su muerte será miem-
bro del equipo rectoral, denominado
“Junta de Directores” de la Universidad
de la UCA, de la que será un cualificado
motor incluso antes de ser el Rector. Ya
en 1969 logra que la UCA asuma la revis-
ta de Estudios Centro Americanos (ECA),
en la que publica muchos de sus artículos
filosóficos, teológicos y políticos.
De 1970 a 1973 se hace responsable de
la formación de los jóvenes jesuitas de la
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Provincia Centroamericana, cargo que le
lleva a conocer al padre Arrupe, General
de la Compañía, defensor del principio de
la encarnación en el trabajo pastoral, con
quien siempre mantendrá una relación de
afinidad.
En 1972 es nombrado Director del De-
partamento de Filosofía (pues, la UCA no
tiene Facultad de Filosofía), y en 1973
publica su libro Teología política, obra que
será editada posteriormente en inglés, en
Nueva York, en 1976, bajo el título Free-
dom Made Flesh: The Mission of Christ
and His Church.
En 1974 funda el Centro de Reflexión
Teológica en la UCA. Al año siguiente
participa en el homenaje a Karl Rhaner,
sintetizando en un ensayo las denomina-
das Tesis sobre posibilidad, necesidad y
sentido de una Teología Latinoamericana.
En 1976 es nombrado director de la
Revista de Estudios Centroamericanos
(ECA). La publicación del famoso editorial:
“A sus órdenes, mi capital”, parece que
ocasionó la retirada del apoyo económico
del Gobierno salvadoreño a la UCA, pro-
vocando además una clara violencia pa-
ramilitar contra la Universidad, a la que
siempre Ignacio Ellacuría quiso autónoma,
respecto del poder civil y del poder ecle-
siástico. Sobre todo a partir del año 1979
en el que es nombrado Rector, dos años
después del asesinato del P. Rutilio Gran-
de cuando Ellacuría estaba en España.
El hecho sacudió espiritual e intelectual-
mente a la comunidad de los jesuitas y
produjo una transformación interior en
la persona del arzobispo Óscar Rome-
ro. Ellacuría vive su “primer destierro”.
Desde el 12 de marzo de 1977 todos
los jesuitas son amenazados de muerte.
Ellacuría volvió a El Salvador en agosto
de 1978.
En 1979 se produce un Golpe de Estado
de la Junta de Gobierno en El Salvador.
Fracasa este intento y se desencadena
una cruel violencia y guerra en el país.
En 1980, el 24 de marzo, es asesinado
el arzobispo Mgr. Romero durante la eu-
caristía. Y, a finales de ese mismo año
de 1980, Ellacuría sale de nuevo, esta
vez “desterrado” a España, bajo la pro-
tección de la Embajada Española. Desde
entonces, Ellacuría aprovecha los viajes a
España para dejar oír su voz en Europa,
DEFENDER LOS Derechos Humanos, y
activar la publicación de algunas obras de
Zubiri, con quien compartió, más allá de
la Ontología, el que es la realidad com-
pleja, dinámica y abierta el objeto de la
Filosofía, en tanto que realidad histórica
no factum sino como faciendum.
Entre 1980 y 1983 se publica la trilogía
de Zubiri, X.: Inteligencia sentiente (Alian-
za Editorial, Madrid 1980), Inteligencia
y logos (Alianza Editorial, Madrid 1982),
e Inteligencia y Razón (Alianza Editorial,
Madrid 1983). Desde 1980, El Salvador
vivirá una larga guerra civil de doce años,
en los que la Guerrilla se enfrentará per-
manentemente al Ejercito Nacional. Y ya
en 1981 Ignacio Ellacuría planteó abier-
tamente la solución dialogada-negociada
al conflicto.
En diciembre de 1982 con motivo del
aniversario de la Declaración Universal
es invitado por la Asociación pro Dere-
chos Humanos de España a impartir una
conferencia en Madrid. El documento
manuscrito que aportamos es inédito.
Constituye el primer borrador de la mis-
ma, que juzgaría muy extensa y que
acortaría a posteriori. El segundo docu-
mento –mecanografiado– es el corpus
completo de su ponencia. A partir de ella
se publicaron dos artículos de opinión en
el diario El País bajo el título: “Los Dere-
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