La curva de Beveridge y los determinantes del emparejamiento en el mercado de trabajo
| DOI | http://doi.org/10.1111/ilrs.12090 |
| Published date | 01 June 2018 |
| Author | Elva BOVA,Christina KOLERUS,João TOVAR JALLES |
| Date | 01 June 2018 |
Revista Internacional del Trabajo, vol. 137 (2018), núm. 2
Derechos reservados © Los autores, 2018
Compilación de la revista y traducción del artículo al español © Organización Internacional del Trabajo, 2018
*
Fondo Monetario Internacional, Departamento de Finanzas Públicas, Washington; ebova@
imf.org y jjalles@imf.org. **
Fondo Monetario Internacional, Departamento de Estrategia, Políti-
cas y Evaluación, Washington; ckolerus@imf.org. Los autores agradecen las valiosas observacio-
nes y sugerencias recibidas de Vítor Gaspar, Benedict Clements, Romain Duval, Christian Ebeke,
Robert Sierhej, Rima Turk, Li Zeng, Helge Berger y de los participantes de los seminarios organi-
zados en el Departamento de Finanzas Públicas del FMI. También desean dar las gracias a Ethan
Alt por su excelente asistencia a la investigación. Los autores son los únicos responsables de los
errores que hayan podido persistir en el artículo. Las opiniones expresadas no reejan necesaria-
mente las del FMI o de sus países miembros.
La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos solo incumbe a sus autores,
y su publicación en la Revista Internacional del Trabajo no signica que la OIT las suscriba.
La curva de Beveridge
y los determinantes del emparejamiento
en el mercado de trabajo
Elva BOVA*, João TOVAR JALLES* y Christina KOLERUS**
Resumen. Se exploran los determinantes a corto plazo del emparejamiento entre
oferta y demanda de trabajo identicando los desplazamientos de la curva de Be-
veridge en doce países de la OCDE entre el primer trimestre de 200 0 y el cuarto
trimestre de 2013. Mediante tres metodologías complementarias (examen visual,
técnicas de cointegración y estimaciones no lineales), observamos que el creci-
miento de la población activa, la legislación de protección del empleo y las políti-
cas activas de mercado de trabajo (incentivos a la creación de empresas, programas
de trabajo compartido) favorecen el emparejamiento, mientras que los niveles de
instrucción intermedios, el desempleo de larga duración y las políticas pasivas
(prestaciones por desempleo, scalidad del trabajo) lo dicultan.
Desde la crisis nanciera mundial se han acentuado los desajustes entre
la oferta y la demanda de trabajo en comparación con los años ante-
riores, a pesar de que buena parte del aumento del desempleo se ha atribuido
a factores cíclicos (Kugler, 2014). Junto a los signos positivos de recuperación,
como el aumento del número de vacantes anunciadas desde el último trimes-
tre de 2009, se observa la persistencia de altos niveles de desempleo, que reve-
lan importantes desajustes entre la oferta y la demanda de trabajo (gráco 1).
Preocupa en especial el desempleo de larga duración, que ha experimentado
un brusco aumento en el periodo subsiguiente a la crisis económica. Así como
el número de desempleados aumentó casi un 50 por ciento entre 2007 y 2013
según los datos de la OCDE, el crecimiento del desempleo de larga duración
Revista Internacional del Trabajo
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excedió del 80 por ciento en ese mismo periodo. Dado que este último tipo
de desempleo es dependiente de la trayectoria histórica, ahora más que nunca
urge abordar los desajustes del mercado de trabajo.
A n de mejorar la eciencia del emparejamiento en el mercado de tra-
bajo se necesitan políticas que no se limiten a estimular la demanda agregada,
puesto que el desempleo friccional tiene su origen en las ineciencias institu-
cionales, en la disparidad de competencias entre la oferta y la demanda de tra-
bajo y en cualquier factor que disuada a los solicitantes de empleo de aceptar
un trabajo o que invite al empleador a establecer criterios más exigentes en
el proceso de selección de personal.
Las fricciones y los desajustes del mercado de trabajo pueden repre-
sentarse mediante la llamada curva de Beveridge, que relaciona las vacantes
con el número de desempleados. En las etapas de desaceleración económica,
cuando el proceso de destrucción de empleo es más volátil que el de creación
de empleo (Mortensen y Pissarides, 1994), a lo largo de la curva se observa
un movimiento descendente que se corresponde con un menor número de
vacantes y con una tasa de desempleo más elevada. En cambio, los perio-
dos de recuperación se asocian con una tendencia ascendente. Algunas po-
líticas, como los regímenes de reducción del tiempo de trabajo aplicados en
varios países durante la crisis nanciera mundial, podrían impedir o atenuar
el aumento del desempleo. Estos tipos de políticas podrían llegar a inducir
Gráco 1. Promedio de desempleo y vacantes en la gran recesión
(como porcentaje de la población activa)
Fuente: OCDE.
4,0
5,0
6,0
7,0
8,0
9,0
3,0
2,0
1,0
0
Desempleo
T1 2007
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
1,4
0,2
0
Vacantes
T3 2007
T1 2008
T3 2008
T1 2009
T3 2009
T1 2010
T3 2010
T1 2011
T3 2011
T1 2012
T3 2012
T1 2013
T3 2013
Desempleo
Vacantes
Años, trimestres
La curva de Beveridge en el mercado de trabajo 293
un desplazamiento de la curva hacia el origen en etapas de desaceleración
de la actividad económica, si las vacantes disminuyen mientras el desempleo
permanece estable en un determinado nivel. A la inversa, durante los perio-
dos de recuperación sin creación de empleo, la curva de Beveridge muestra
un desplazamiento hacia el exterior cuando las vacantes permanecen cons-
tantes y aumenta el desempleo.
En el presente artículo se evalúa cómo inciden las políticas e instituciones
del mercado de trabajo en los desplazamientos observados en las curvas de Be-
veridge de una muestra de doce países de la OCDE a lo largo del periodo que
comprende desde el primer trimestre de 2000 hasta el cuarto trimestre de 2013.
En primer lugar detectamos los posibles desplazamientos de la curva de Beve-
ridge en cada país y determinamos la magnitud y la trayectoria de dichos cam-
bios aplicando tres metodologías: un examen visual, técnicas de cointegración y
una estimación no lineal. Posteriormente utilizamos un modelo probit con datos
de panel para evaluar diversos factores que podrían inuir en la probabilidad de
dichos desplazamientos, a n de comprender mejor qué políticas e instituciones
del mercado de trabajo pueden favorecer la eciencia del emparejamiento. A
continuación resumimos los principales resultados de nuestro análisis:
• Desplazamientos. De los doce países de la OCDE que se examinan, diez
presentan un desplazamiento en sus respectivas curvas de Beveridge.
Hemos identicado siete países con desplazamientos hacia fuera (es decir,
deterioros del emparejamiento del mercado de trabajo), que coinciden en
muchos casos con el comienzo de la crisis nanciera mundial, y dos países
con desplazamientos hacia el origen. Uno de los países presenta un doble
desplazamiento hacia el origen y hacia el exterior.
• Estructura del mercado de trabajo. A tenor de los robustos resultados
obtenidos en las diversas especicaciones del modelo a lo largo del estudio,
el desplazamiento de la curva de Beveridge hacia fuera es menos probable
cuando crece la población activa, del mismo modo que una mayor pro-
tección del mercado de trabajo reduce la probabilidad de ese tipo de des-
plazamiento y, por lo tanto, se relaciona negativamente con el desempleo
friccional. Por el contrario, cuanto mayor es la proporción de trabajadores
con un nivel de estudios intermedio respecto del conjunto de la población
activa, más frecuente es el desplazamiento de la curva hacia el exterior.
• Categorías de desempleo. Con robustez empírica se observa que, cuanto
mayor es la proporción de desempleados de larga duración con respecto
al número total de desempleados, mayores son las fricciones que afectan
al proceso de emparejamiento. Esto puede deberse a las competencias
obsoletas de este grupo de desempleados o a la predisposición del em-
pleador en su contra. Según los datos obtenidos con la especicación del
modelo que consideramos más adecuada, el emparejamiento es más di-
fícil cuanto mayor es la proporción de mujeres y de jóvenes en busca de
empleo, mientras que resulta más fácil cuanto mayor es la proporción de
trabajadores de edad, posiblemente a causa de su caudal de experiencia.
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