Construir la capacidad nacional para el Trabajo Decente - El Enfoque Docente de Turín

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La OIT cumplirá 90 años en 2009, y su Centro Internacional de Formación, con sede en Turín, Italia, se aproxima a los 45, la mitad de la edad de su organismo matriz. Se trata de un hecho en cierta medida simbólico, ya que la creación del Centro en respuesta a la Declaración de Filadelfia marcó una nueva era en la historia de la OIT. Este artículo examina su papel como una de las principales herramientas operativas de la OIT, así como la evolución del enfoque docente del Centro para responder a los cambios en el ámbito del trabajo.

TURÍN - En los veinte años que siguieron al final de la Segunda Guerra Mundial, unos cincuenta Estados se incorporaron a la OIT, en su mayoría, economías en desarrollo surgidas a consecuencia del proceso de descolonización. Los nuevos miembros propiciaron una ampliación de la misión y de las operaciones de la OIT respecto a su función esencial de formulación de normas, dando lugar a la inclusión de tareas de cooperación técnica y refuerzo de capacidades.

Los nuevos Estados miembros, sin dejar de suscribir los valores y principios de la OIT, esperaban su apoyo encaminado a facilitarles el desarrollo de leyes, políticas, programas e instituciones que les capacitasen para alcanzar niveles de desarrollo económico y social que sustentasen la aplicación concreta de tales valores y principios.

En este contexto caracterizado por el nuevo impulso dado por la OIT al refuerzo de capacidades se creó el Centro Internacional de Formación. El Gobierno de Italia y el Ayuntamiento de Turín ofrecieron generosamente a la OIT las instalaciones que se habían construido junto al Po con motivo de la celebración del primer centenario de la unidad italiana en 1961. En octubre de 1965, un primer grupo de 40 alumnos procedentes de Asia, África y América Latina llegaron al campus. Desde entonces, más de 160.000 personas de 190 países diferentes han pasado por los programas de formación y aprendizaje del Centro.

De la formación profesional, a la puesta en común de los conocimientos y el aprendizaje El Centro se constituyó originalmente como una institución dedicada a la formación profesional, y al desarrollo de las cualificaciones de trabajadores e instructores.

Paralelamente al desarrollo de sistemas e instituciones nacionales de formación profesional (y también gracias al esfuerzo propio del Centro), esta misión pronto tuvo que reconsiderarse. Así, el Centro evolucionó gradualmente hasta convertirse en lo que es hoy: una importante institución dedicada a la formación y el aprendizaje de responsables de la formulación y la ejecución de políticas, gestores y formadores de los mandantes y las organizaciones asociadas de la OIT, comprometida con el refuerzo de su propia capacidad para atender la causa de la justicia social a través del desarrollo económico y social. Entretanto, el Centro ha seguido adelante con el desarrollo de su modelo de formación y aprendizaje, de conformidad con las buenas prácticas internacionales. Su metodología, conocida con la denominación del Enfoque Docente de Turín, se presenta más adelante en el presente artículo. En cualquier caso, en primer lugar, ¿cuál es el papel del Page 40 Centro de Turín en la estrategia de cooperación técnica general de la OIT?

Una herramienta singular y esencial para la creación de capacidades

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define capacidad como "la habilidad de los individuos, instituciones y sociedades para desarrollar funciones, resolver problemas, y definir y alcanzar objetivos.

El desarrollo de capacidades conlleva la creación, utilización y retención sostenibles de las mismas, con el fin de mitigar la pobreza, fortalecer la autosuficiencia, y mejorar las vidas de las personas."

Como órgano técnico especializado, la contribución de la OIT a la capacidad financiera y material es modesta.

En realidad, esta capacidad resulta fundamental para el desarrollo. Por ejemplo, la escasa remuneración de los funcionarios y el sistema de concesión de favores que prevalece en numerosos países puede entorpecer gravemente el desarrollo de capacidades. Los recursos financieros y materiales también son esenciales: carece de sentido disponer de inspectores de trabajo competentes y motivados si no se dispone de vehículos para que lleven a cabo sus inspecciones. La habilitación jurídica y política constituye igualmente una condición necesaria para obtener un efecto sostenible: si los ministerios de trabajo tienen poco que decir en la formulación de políticas, o si las organizaciones patronales y sindicales deben afrontar limitaciones políticas o jurídicas en su funcionamiento, no es probable que sus actuaciones rindan fruto.

Por último, el entorno político, económico y social general puede influir sustancialmente en la eficacia institucional.

Por el contrario, la contribución de la OIT a las demás dimensiones del refuerzo de capacidades es sustancial en relación con la magnitud y el alcance del programa de cooperación técnica de la Organización. Con el tiempo, la OIT ha abandonado progresivamente la ejecución directa, y ha hecho hincapié en la transferencia de conocimientos técnicos especializados y el refuerzo de la capacidad de las instituciones nacionales para que éstas asuman responsabilidades en cuanto a la formulación de políticas y programas. La ejecución directa debe encajar siempre en una estrategia más amplia: la demostración de que las herramientas y los planteamientos de la OIT pueden funcionar en el ámbito local y nacional, y pueden ser replicados a mayor escala por las autoridades competentes.

Únicamente en circunstancias excepcionales (p. ej., situaciones de emergencia como catástrofes naturales o disturbios civiles) la OIT ha asumido una responsabilidad más directa, en ausencia de capacidades nacionales suficientes.

La ventaja comparativa del Centro de Turín en el seno de la OIT consiste precisamente en su capacidad para traducir políticas, valores e información en estrategias y herramientas de aprendizaje que refuerzan la eficacia y la repercusión del desarrollo y la puesta en común de conocimientos y competencias. El Centro proporciona un foro equitativo para que las instituciones de los más diversos países y sociedades comparen notas respecto al modo en que se han abordado cuestiones laborales, sociales y de desarrollo, compartan buenas prácticas, y aprendan de las lecciones de los demás. Brinda una plataforma para la promoción y la divulgación de los valores, las políticas y las herramientas contenidos en el Programa de Trabajo Decente, pero también para validar y obtener información de referencia sobre la base de la amplísima gama de experiencias y prácticas nacionales.

Esta dimensión representa el mayor valor añadido y la singularidad del Centro de Turín: ningún otro organismo de las Naciones Unidas está dotado de una herramienta similar para el refuerzo de capacidades. El uso adecuado del Centro puede elevar significativamente la pertinencia y la repercusión de la cooperación técnica de la OIT.

Construir conocimientos y competencias: el Enfoque Docente de Turín Basándose en más de cuatro décadas de experiencia, el Centro ha desarrollado gradualmente una estrategia de aprendizaje, bajo la denominación del Enfoque Docente de Turín (EDT), que se fundamenta en tres pilares esenciales: pertinencia, diferenciación y repercusión.

Pertinencia

Cuanto mayor sea la integración de las actividades de formación y aprendizaje en las políticas y estrategias nacionales generales y en los programas de cooperación técnica y refuerzo institucional, o más se dediquen específicamente tales actividades a la consecución de un entorno propicio, mayor será la probabilidad de que el aprendizaje se traduzca en desempeño organizativo, y de que se aborde el nivel institucional último de desarrollo de capacidades.

Esto requiere, por un lado, una conexión sólida de las actividades de aprendizaje y formación con marcos de desarrollo de mayor alcance como las prioridades de desarrollo nacionales, las estrategias de reducción de la pobreza y los programas de las Naciones Unidas. Exige, por parte del Centro, un esfuerzo sistemático para identi-Page 41ficar y demostrar la pertinencia de las acciones propuestas respecto a los fines últimos compartidos por la OIT y sus mandantes nacionales, en el contexto de los programas nacionales de trabajo decente. Tal esfuerzo suele abordarse a través de la red de oficinas externas de la OIT. Por otro lado, prestar atención a la pertinencia conlleva la necesidad de analizar qué capacidades clave existen, y qué capacidades adicionales pueden requerirse para alcanzar el resultado deseado. Tal evaluación de capacidades se lleva a cabo a escala individual: se consideran los conocimientos, las cualificaciones y las actitudes de las personas, con las que se contacta online previamente a la realización de un seminario de asistencia presencial. La capacidad también se evalúa a escala de las organizaciones de los participantes (sus mecanismos, herramientas y procedimientos), y de su contexto más amplio (reglas de juego y entorno propicio).

La evaluación sólo puede efectuarse con el compromiso y la participación de las partes interesadas.

El enfoque docente de Turín: cómo se aprende con el CIT-OIT

Mantener a las organizaciones al día de los cambios que se producen en el mundo, aprovechar nuevas oportunidades y abordar los retos en rápida evolución que influyen en el contexto en que actúan organizaciones y personas, así como encontrar un puesto de trabajo que se ajuste a las competencias del que lo solicita, son objetivos que requieren, cada vez más, un aprendizaje en circunstancias diversas y a través de diferentes modalidades. La separación entre los períodos dedicados al trabajo, la vida personal y la formación resulta cada vez menos definida. Las oportunidades de aprendizaje para aumentar el bienestar en la vida en general y en el lugar de trabajo abundan, y la clave para conseguirlo consiste en una formación sostenida. El Enfoque Docente de Turín plantea una nueva experiencia de aprendizaje, basada en las siguientes características:

El alumno como centro

* Las necesidades de aprendizaje de personas y organizaciones se evalúan, cotejan y adecúan sistemáticamente.

Diseño flexible

* El diseño reviste una importancia fundamental. Es flexible y adaptado a las necesidades de los participantes, y siempre que resulta posible, se basa en el contexto de cada uno de ellos.

Contextual

* La formación está relacionada con el desempeño en el puesto de trabajo, se imparte en ocho lenguas y comprende tres fases:

* e-learning o aprendizaje electrónico: información, recursos y puesta en común de conocimientos online;

* actividades presenciales: puesta en común de prácticas, ampliación de conocimientos, cualificaciones y actitudes, y exposición a recursos especializados de ámbito internacional;

* e-learning o aprendizaje electrónico: recursos, foro y blogs en línea; aplicación de lo aprendido.

Transmitir valores globales

* El objetivo del Centro consiste fundamentalmente en desarrollar la capacidad institucional en los países miembros de la OIT. Los temas y contenidos se basan en los valores, los conocimientos y los recursos de escala mundial de la OIT, en apoyo del trabajo decente y del desarrollo.

Recursos docentes completos

* El CIT-OIT dispone de un conjunto de recursos docentes generado sobre la base de más de 40 años de experiencia con la OIT y sus actividades de desarrollo a escala mundial, las iniciativas de aprendizaje electrónico, la elaboración de material pedagógico en varias lenguas, el acceso a una selección de bases de datos docentes, la cooperación con diversas agencias de las Naciones Unidas, y los vínculos con universidades y centros de excelencia de todo el mundo.

La experiencia como base

* El aprendizaje se basa en la experiencia y en la consecución de resultados; los métodos son activos, participativos y orientados a la práctica; y se hace un uso extensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

* ¡Menos teoría! Al menos el 60% del tiempo se emplea en una formación estructurada y facilitada mediante la puesta en común de experiencias entre los profesionales, la realización de ejercicios prácticos y las aplicaciones (las presentaciones a cargo de expertos no superan el 40%).

Incorporación de lo aprendido

* Parte de los seminarios del CIT-OIT se dedica a establecer el modo en que los participantes pueden compartir o incorporar de manera concreta lo aprendido en sus respectivas organizaciones, también a través de la formación (efecto multiplicador).

Diversidad

* La diversidad (en cuanto a la nacionalidad, el género, los antecedentes o la experiencia) es un activo del que se hace uso para diseñar todas las actividades de formación. La cuestión de género se integra en todas las actividades y materiales docentes.

Gestión profesional del aprendizaje

* Toda la formación se evalúa de manera sistemática con arreglo a objetivos previamente establecidos. Se documenta el modo en que se integran los resultados de tal evaluación en ulteriores tareas de diseño.

Fomentar una red de antiguos alumnos

* Los antiguos participantes pueden seguir beneficiándose de los recursos especializados del Centro y se mantienen conectados a través de la red de "antiguos alumnos".

Personal competente

* El personal del Centro responsable de la formación participa en su continuo desarrollo, y en la actualización de las prácticas pedagógicas y los conocimientos técnicos especializados en las materias consideradas.

Entorno docente de última generación

* El campus del CIT-OIT se encuentra equipado con instalaciones docentes que permiten un máximo aprovechamiento de la formación: terminales con conexión gratuita a Internet, en algunos casos equipados para videoconferencia o interpretación simultánea.

Varios servicios facilitan el aprendizaje: documentación, diseño y producción multimedia, traducción e interpretación, y sistemas de información.

* Cuando se realizan actividades fuera del campus, las sedes se adaptan, siempre que resulta posible, para procurar la disposición de entornos propicios para el aprendizaje.

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Diferenciación

La diferenciación es un ingrediente esencial del esfuerzo general dedicado a pasar de un concepto de "formación", en el que el contenido y los métodos se centran en lo que el formador sabe y desea transmitir, a la noción de "aprendizaje", centrada en las necesidades, las demandas y las condiciones del alumno. Esta dimensión supone un reto para el Centro de Turín, que trabaja con una audiencia global de instituciones nacionales de 190 países diferentes, con muy diversas características políticas, socioeconómicas, culturales y lingüísticas.

La evolución del perfil de los participantes, en lo que se refiere a educación recibida, responsabilidad profesional, acceso a las tecnologías de la información y necesidades para adaptarse con rapidez al cambio en los contextos laborales, es otro factor. El Centro debe diseñar soluciones docentes que satisfagan las expectativas de un público destinatario cada vez más complejo, sin dejar de tener en cuenta las limitaciones de disponibilidad y motivación de personas muy ocupadas para recibir formación, así como la necesidad de justificar la rentabilidad de invertir recursos públicos escasos en actividades de formación internacional.

El Enfoque Docente de Turín (EDT) propone una vía singular de diseño y ejecución de iniciativas de formación y aprendizaje, teniendo en cuenta el principio de diferenciación.

Un aspecto fundamental del mismo es la necesidad de modalidades flexibles de elaboración y prestación, centradas en el alumno y contextualizadas. Las necesidades de aprendizaje de individuos y organizaciones se cotejan y ajustan, y se ofrecen soluciones docentes en respuesta a las mismas. El valor añadido de los cursos internacionales consiste en facilitar el intercambio de recursos y el aprendizaje entre tantas instituciones y experiencias nacionales como resulte posible en un entorno docente propicio. Al mismo tiempo, casi la mitad de las actividades de formación del Centro se imparten sobre el terreno en los distintos países. Esto permite al Centro adecuar mejor el diseño y la provisión de formación a las demandas y las situaciones institucionales específicas, además de extender su prestación a un conjunto de participantes potencialmente superior de las mismas instituciones.

Impacto

El concepto de repercusión está vinculado al interés internacional en términos más generales por la coherencia y la eficacia de la cooperación internacional al desarrollo y la necesidad de garantizar la asunción de responsabilidades en el uso de recursos públicos escasos (tanto nacionales, como internacionales) invertidos en la construcción de capacidades.

En los últimos años, el Centro ha redoblado de manera significativa su esfuerzo por evaluar sus programas. Cada una de las actividades de formación son evaluadas sistemáticamente por los participantes, y los datos aportados por éstos se incorporan al diseño y la prestación de actividades futuras. La evaluación del aprendizaje individual se aborda teniendo en cuenta las características de los participantes del Centro, en su mayoría, altos funcionarios de instituciones nacionales que desean actualizar y ampliar sus cualificaciones profesionales para mejorar su rendimiento en el puesto de trabajo. Se hace hincapié en la autoevaluación: son pocos los programas del Centro que prevén la realización de exámenes finales u otras formas de valoración externa vinculadas al reconocimiento de méritos académicos.

Asimismo, se ha realizado un importante esfuerzo con el fin de consolidar la capacidad general del Centro para medir la repercusión de sus programas. Teóricamente, la evaluación debe efectuarse a diversas escalas: el desarrollo de competencias individuales como resultado de la formación y la asistencia técnica; la aplicación de las competencias nuevas o mejoradas a los procesos de trabajo; el refuerzo de Page 43 la eficacia institucional resultante de la optimización de los procesos; y la repercusión social y económica de los avances en la eficacia institucional. Se trata indudablemente de un ejercicio caro y difícil, y puede que no siempre brinde los resultados previstos, sobre todo porque abundan las variables externas (personales, políticas, sociales y económicas) que influyen en el resultado final. Es necesario elaborar, comprobar y aplicar un conjunto más bien complejo de metodologías e indicadores de éxito. A pesar de estas dificultades, el Centro desarrolla su cultura y su capacidad de evaluación internas para procurar la mejora constante de la calidad de sus productos y servicios docentes.

Las tres fases pedagógicas

En apoyo de sus tareas docentes, el Centro ha elaborado materiales de aprendizaje y formación impresos y en formato electrónico en las ocho lenguas en que se llevan a cabo sus actividades. Otro rasgo esencial del enfoque docente de Turín es la prioridad que otorga a la experiencia, evitando las presentaciones verticales y procurando la implicación de los alumnos en la medida de lo posible, a través de métodos participativos y aplicaciones prácticas, en la adquisición de los conocimientos, las cualificaciones y las actitudes que necesitan para ampliar sus competencias individuales y organizativas.

El Centro ha ampliado e intensificado de manera sistemática la aplicación de las tecnologías de la información en apoyo de sus programas docentes. La educación a distancia y el aprendizaje electrónico, en particular, se aplican cada vez más como medio para complementar la formación presencial (al preparar mejor a los participantes de antemano y facilitar su seguimiento tras la formación), o como alternativa rentable para aquellos grupos establecidos como objetivo que por razones económicas o de tiempo no pueden pasar períodos extensos fuera de sus puestos de trabajo y en actividades de formación.

Aunque el aprendizaje electrónico impartido por entidades privadas ha experimentado un enorme auge en los últimos años en todo el mundo, esta modalidad devino inicialmente popular, sobre todo, en las comunidades docentes dotadas eficazmente de tecnologías de última generación, en las que la conectividad resulta fácil y barata.

El desarrollo de aplicaciones específicas y técnicas de facilitación dirigidas a audiencias que trabajan en instituciones pobres de países en desarrollo, en las que la conectividad es escasa y cara, ha constituido una de las contribuciones más importantes realizadas por el centro en la realización de la agenda general de desarrollo internacional.

Cada vez más, las actividades del Centro se combinan y ejecutan en tres fases consecutivas. La eficacia de los seminarios presenciales se refuerza mediante una fase previa online, en la que los participantes se familiarizan con los contenidos de la actividad, y una fase online posterior a la actividad, que permite compartir continuamente recursos y comunicación con, y entre, los participantes.

El reto para el Centro Internacional de Formación de la OIT es traducir su singularidad en metodologías y actividades docentes eficaces, sin dejar de dar respuesta a las necesidades de sus clientes, sujetas a una rápida transformación.

En un contexto en el que el aprendizaje se ha convertido en una competencia exigida para sobrevivir en la era del conocimiento, el Enfoque Docente de Turín constituye un intento de atender tal desafío. A la pregunta "¿aprende uno para sí mismo o para los demás?", la respuesta es, obviamente, que para ambos, pero la prioridad del Centro consiste en que las personas aprendan para contribuir a la consecución de los objetivos de sus organizaciones.

Como parte del EDT, el Centro desarrolla un conjunto de métodos que incorporan dos componentes: facilitar los temas relacionados con la OIT, e impartir formación sobre la manera en que las competencias adquiridas se compartirán, transferirán e integrarán en términos concretos en las organizaciones de los participantes.

Este último proceso dinámico, en el que los participantes asumen el compromiso de un esfuerzo de aprendizaje y formación continuo, se define como aprendizaje compartido continuo. Los participantes multiplican los efectos de su inversión en formación. Generan un flujo de recopilación de información y creación de conocimiento que contribuirá progresivamente a la construcción de capacidades y a alcanzar los objetivos de sus organizaciones.

La función del Centro consiste en desarrollar herramientas y directrices, y en impartir formación a sus participantes sobre la manera en que pueden promover el cambio deseado compartiendo el conocimiento y las competencias que hayan adquirido. Por tanto, el Enfoque Docente de Turín requiere una adaptación continua, con el fin de seguir siendo relevante para los esfuerzos de desarrollo de capacidades la OIT.

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