La politica antartica chilena: nuevas realidades.

AuthorInfante Caffi, Mar

LAS DEFINICIONES

¿Hacia dónde se encamina la política antártica de Chile?, ¿debe ella concentrarse en los temas de modernización institucional y de organización interna, o debe poner más acento en los desafíos del Sistema Antártico y su capacidad para responder a sus diversos ámbitos de acción?

El 2 de julio de 1906, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Antonio Hunneus Gana, escribía al ministro de Marina y de Guerra de la época, diciendo que:

El Gobierno está animado del propósito de hacer efectiva por todos los medios prácticos a su alcance la Soberanía que inviste sobre las vastas Islas Australes i sobre el Continente Austral que hasta hoy permanecen aparentemente abandonados, consolidando así por medio de la ocupación sus títulos al dominio de la zona antártica (1). El mismo año, se creaba la primera Comisión Chilena Antártica a la que se le encomendó preparar:

debidamente una expedición a la antártica americana que verifique un reconocimiento de esas regiones y que haga en ellas investigaciones científicas, sobre todo magnéticas, haciendo así efectivos los incuestionables derechos de soberanía de Chile en ese sector (2). En esa época Chile otorgaba concesiones pesqueras a Pedro F. Benavides (1902) y a Toro y Fabry (1906) (3), y la Sociedad Ballenera de Magallanes era autorizada para operar en aguas antárticas, instalando una base en isla Decepción. Chile iniciaba intercambios diplomáticos con Argentina invitándola a delimitar los territorios antárticos, y a emprender cooperativamente la exploración en esas tierras (4). Se hablaba de la Antártida americana (5), y el geógrafo Luis Risopatrón titulaba una obra precisamente de esa forma (6), definiendo como tal la parte de las tierras antárticas encerradas entre los meridianos extremos de la América Meridional, desde el grupo de las islas Sándwich del Sur, en la latitud 55[grados], hasta la isla Pedro I (70[grados]S).

La ciencia, los emprendimientos económicos, las negociaciones diplomáticas y la consolidación de derechos en ese continente dieron contenido a una serie de definiciones políticas que se proyectaron más allá de la época. Jorge Berguño destaca que la declaración de los límites antárticos formulada por el Presidente Pedro Aguirre Cerda en 1940 recuerda el precedente de 1906, sumando a los enfoques geográficos e históricos el método del sector, adaptado a la Antártica (7). En esos años, las preocupaciones diplomáticas globales se situaron en un ámbito más competitivo, y nuevamente Chile y Argentina sostuvieron conversaciones para cooperar en torno a una Antártica Sudamericana (8).

La política antártica contemporánea tiene raíces profundas en las experiencias mencionadas, que aún se proyectan en los temas del presente y conservando rasgos vinculados al patrimonio político de la primera época del siglo XX. Además se relaciona con los emprendimientos balleneros, la posición geográfica de la región magallánica, y la apertura intelectual al conocimiento de las tierras polares, así como con reflexiones jurídicas acordes con los debates internacionales de la época.

Actualmente predomina otro ambiente internacional. También son otras las preocupaciones y exigencias que se plantean a nuestro país en su relación con la Antártica. En el período 2007-2008 se celebrará el Año Polar Internacional (9) y es cada vez más pertinente preguntar si el Estado cuenta con los medios --si no con las decisiones-- para responder con la velocidad y la eficacia necesarias a un Sistema exigente en responsabilidades, a partir de definiciones que asumen el carácter que posee el país como reclamante de derechos soberanos en la Antártica.

El Año Polar Internacional es un acontecimiento de rango mundial que abarcará también a la Antártica como uno de los centros de atención principales. Este nuevo año polar es el siguiente después del Año Geofísico Internacional 1957-1958 que sirvió como una de las bases directas del Tratado Antártico, situando la libertad de investigación científica entre sus pilares y nervio del desarrollo del sistema (10). El número de Estados participantes será esta vez mayor, con científicos de más de 60 nacionalidades, y los temas en que se centrará su atención serán las relaciones entre los sistemas terrestres, oceánicos y atmosféricos mundiales y los procesos que ocurren en las zonas polares, una de las cuales es la Antártica.

En lo inmediato, hace pocos meses culminó la XXIX Reunión Consultiva del Tratado Antártico (11), donde fueron claramente puestos de relieve los temas de la cooperación científica y logística como uno de los supuestos de la actividad antártica, junto con el aporte de las regiones polares al estudio del cambio climático, la cuestión del turismo antártico y las relaciones con el Consejo Ártico, que agrupa a los países vecinos a ese océano.

En su entorno internacional, la política contemporánea se estructura a partir del supuesto de que existe un Sistema Antártico (12), creado desde que emerge del Tratado de Washington de 1959 y que se ha fortalecido con el tiempo, todo lo cual implica también una forma de asociación internacional entre una pluralidad de Estados abierta a las influencias de los procesos globales, especialmente ambientales (13), donde se mantienen las bases del arreglo jurídico-político respecto del territorio establecido por el artículo IV del Tratado. A la generación del contenido de este Artículo, el statu quo territorial, con indicaciones claras sobre los sujetos a que se refiere su texto, de alcance un tanto ambivalente, contribuyó en forma decisiva nuestro país, tomando en cuenta los trabajos encomendados por el gobierno al profesor Julio Escudero Guzmán (14). Esta definición no ha sido objetada o modificada posteriormente.

LAS INSTITUCIONES

Junto a este entorno, la política antártica también se desenvuelve en un ámbito institucional y burocrático interno, que influye y decide en materias políticas, jurídicas y presupuestarias, así como respecto de las inversiones en infraestructura, la programación de las investigaciones y el desarrollo de reglamentaciones nacionales...

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