El jaguar y el elefante: perspectivas del acuerdo de alcance parcial Chile-India.

AuthorHeine, Jorge
PositionAmpliaci

El recientemente firmado Acuerdo de Alcance Parcial entre Chile e India constituye el primero suscrito por este con un país latinoamericano, y el primero entre Chile y un país de Asia meridional. A partir de un examen del surgimiento de una <> en el escenario internacional, este artículo analiza las implicaciones de este acuerdo desde el punto de vista de lo que han sido los +flujos comerciales bilaterales en la última década y los obstáculos con que ellos han tropezado. Concluye señalando que aunque el potencial de crecimiento del comercio Chile-India es considerable, para que materialice se requerirá una actitud mucho más proactiva de los actores involucrados, especialmente del empresariado nacional.

El AAP entre Chile e India, firmado en Nueva Delhi el 8 de marzo de 2006, puede parecer modesto (1). Comparado con los TLC firmados por Chile con algunas de las principales economías del mundo desde el año 1996, que incluyen hasta 8000 productos, este solo comprende 296 productos indios y 266 chilenos. La desgravación arancelaria tampoco es demasiado ambiciosa: va de un 10 a un 50% (el promedio es de 20%) por una sola vez. Si bien un 98% de las exportaciones actuales de Chile a India y un 91% de las indias a Chile se beneficiarán del Acuerdo, que constituye solo un primer paso para un acuerdo más amplio, que puede o no adoptar la forma de un TLC, pero que incluya una lista mucho mayor de productos, así como distintos aspectos de cooperación (2).

En definitiva, sin embargo, este AAP, el último de los acuerdos comerciales firmados en el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos (y con el cual se <> el Plan Asia del sexenio) y, con toda probabilidad el primero en entrar en vigencia del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, debe ser visto, por una parte, como la culminación de una etapa de recambio en las relaciones entre India y Chile, y por la otra, como el inicio de una nueva fase, asentada sobre bases cualitativamente distintas. Un dato clave para entender este cambio es el surgimiento de una nueva India, que irrumpe con inusitado vigor en el escenario internacional, dejando atrás los antiguos esteoreotipos asociados con este gigante del Asia (3).

LA NUEVA INDIA

En marzo de 2006, la revista Forbes publicó su ya tradicional lista de los hombres y mujeres más ricos del mundo, encabezada, como desde hace muchos años, por Bill Gates y Warren Buffet. En América Latina, lo que más llamó la atención fue la irrupción de Carlos Slim, el magnate mexicano de las telecomunicaciones, en el tercer lugar de la lista, con una fortuna estimada en 30 mil millones de dólares. Casi inadvertido pasó el hecho de que el quinto hombre de la lista (y hasta hace algunos meses el tercero, tales son los avatares de los valores de las bolsas de comercio), con una fortuna estimada en 23.5 mil millones, es un ciudadano indio establecido en Londres, Lakshmi Mittal, dueño de la empresa siderúrgica más grande del mundo, Mittal Steel. Tal vez sea aun más significativo que después de los Estados Unidos, que es el país que figura en la lista con el mayor número de billonarios en dólares, no es Japón, ni China, ni Alemania, ni Francia, sino nada menos que India, con un total de 27 (4).

El tamaño de algunas de las grandes empresas indias puede colegirse de la Tabla 1. Como esta indica, el valor de bolsa del conjunto de empresas que integran el Grupo Tata, el mayor y más antiguo de India, se aproxima a los 50 mil millones de dólares, casi la mitad del PIB de Chile.

Esto, desde luego, rompe con el mito asociado a la <>, de un país históricamente pobre y subdesarrollado. Este mito es falso por partida doble. Lo es en términos históricos: a fines del siglo XVIII India era una de las grandes potencias industriales (algo que, como resultado del colonialismo británico, cayó drásticamente en el curso del siguiente siglo y medio) (5). Y también lo es en términos contemporáneos. Es cierto que el ingreso per cápita de India fluctúa en torno a los 670 dólares en valores nominales. Sin embargo, ajustados por su poder adquisitivo, este ingreso llega a los 3400 dólares, lo que es bastante distinto. Por otra parte, la pobreza, aunque aún bastante extendida, ha disminuido apreciablemente en los últimos años, de un 50% de la población en 1980 a un 25% en la actualidad.

Un segundo mito sobre India es que las altas...

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