Dimensión internacional de la Ley Orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva de hombres y mujeres

• Autor: Santiago Álvarez González
• Páginas: 860-864

1. La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, introduce en nuestro ordenamiento jurídico una reglamentación que se pretende general para promover la igualdad real entre mujeres y hombres mediante una acción de dimensión transversal que se proyecta sobre multitud de aspectos de naturaleza pública y privada. Este alcance general de la ley la hace compaginar un contenido propio con la modificación de un buen número de leyes sobre aspectos tan variados como el régimen del personal de las fuerzas armadas o, los que más nos interesan en esta información, LEC, el Estatuto de los Trabajadores, Ley de procedimiento laboral o Ley General para la defensa de los consumidores y usuarios (LGDCU), entre otras. Es objetivo confesado de la ley la transposición de algunas directivas, en especial la Directiva 2002/73/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de septiembre de 2002, que modifica la Directiva 76/207/CEE del Consejo relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres en lo que se refiere al acceso al empleo, a la formación y a la promoción profesionales, y a las condiciones de trabajo; la Directiva del Consejo 2004/113/CE, de 13 de diciembre de 2004, por la que se aplica el principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres al acceso a bienes y servicios y su suministro; y la Directiva 97/80/CE del Consejo, de 15 de diciembre de 1997, relativa a la carga de la prueba en los casos de discriminación por razón de sexo. Función y estructura paralelas, por ejemplo, a la Ley alemana relativa a la transposición de directivas comunitarias para la eficacia del principio de igualdad por razón de sexo (Gesetz zur Umsetzung europäischer Richtlinien zur Verwirklichung des Grundsatzes der Gleichbehandlung, de 14 de agosto de 2006, que dice transponer, además, la Directiva 2000/43/CE, del Consejo, de 29 de junio de 2000, relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial o étnico; y la Directiva 2000/78/CE, del Consejo de 27 de noviembre de 2000 relativa al establecimiento de un marco general para la igualdad de trato en el empleo y la ocupación) o a otras leyes europeas que, desde hace ya años, tratan de promover la igualdad efectiva entre hombres y mujeres: por ejemplo, en el Reino unido la Sex Discrimination Act 1975 establece prohibiciones de discriminación por razón de sexo en el acceso a bienes o servicios; ley a la que en el mencionado ámbito europeo le siguieron otras similares en Noruega (1978), Finlandia (1986), Países Bajos (1994), Irlanda (2000) Dinamarca(2000), Bélgica (2003) o la citada alemana (vide, desde la perspectiva del Derecho privado, Nielsen, P. A., Gender Equality in European Contract Law, Copenhague, 2004).

2. La importancia que sin duda esta Ley Orgánica posee en el ámbito de lo privado (vide, aún sobre el proyecto, García Rubio, M. P., «La igualdad de trato entre hombres y

   mujeres y su repercusión en el derecho de contratos. Análisis del proyecto de Ley Orgánica para la igualdad de mujeres y hombres a la luz de la Directiva 2004/113/CE», Diario La Ley. Unión Europea, núm. 6602, de 30 de noviembre de 2006, pp. 1-5) se ve aliñada por un artículo 2.2 que bajo la rúbrica de «Ámbito de aplicación» determina lo siguiente: «Las obligaciones establecidas en esta Ley serán de aplicación a toda persona, física o jurídica, que se encuentre o actúe en territorio español, cualquiera que fuese su nacionalidad, domicilio o residencia». El precepto recuerda otros que anclan una nueva normativa a territorio nacional (v. gr., el art. 3 de la Ley de condiciones generales de la contratación; tanto en su versión original, cuanto en la surgida de la modificación operada por la Ley 44/2006) y bien pudo haberse omitido, como sugirió el Dictamen del Consejo de Estado de 22 de junio de 2006, al referirse al antecedente artículo...