Nuevas tendencias de la política exterior en el siglo XXI.

AuthorWalker, Ignacio

Intervención del Ministro de Relaciones Exteriores, don Ignacio Walker, en la inauguración del programa de Magister 2005 del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (Santiago, 13 abril de 2005).

  1. Nos encontramos ante un mundo cada vez más interconectado y complejo, cuyas características más notorias son la incertidumbre y el cambio permanente. Nunca como ahora el poder político, las relaciones sociales, la cultura y los factores económicos internacionales han sido tan complejos y variables, por lo cual se hace imprescindible adaptar métodos de análisis e instrumentos para la acción que nos permitan comprender mejor la realidad que nos rodea y actuar de manera más eficaz en la globalización.

  2. Los esquemas bipolares -Este/Oeste, Norte/Sur, Mundo desarrollado/Mundo subdesarrollado u otros- ya no son suficientes para explicar las dinámicas que dirigen los cambios experimentados en las últimas décadas y que sin duda se profundizarán en el futuro.

  3. Potencias emergentes en Asia, una Europa que se está rediseñando, un Medio Oriente que sigue inestable, divisiones transatlánticas, una América Latina que ha sabido ir consolidando su identidad regional y que presenta a veces desequilibrios y vulnerabilidades en sus sociedades, y una sola superpotencia dominante son algunos ejemplos de estos cambios. La magnitud y la velocidad de ellos determinarán en las siguientes décadas la política exterior mundial.

  4. Pero también temas como la seguridad humana, en el más amplio de sus sentidos, el terrorismo, el deterioro del medioambiente y la gobernabilidad se encuentran en el centro de los desarrollos recientes y aquellos por venir.

  5. En términos generales, el mundo globalizado que nos está tocando vivir tiende a acercar distancias, acortar tiempos y homogenizar procesos. No obstante, algunos de los paradigmas de la globalización han resultado ser perversos, pues acrecientan diferencias muchas veces muy profundas entre los beneficiados y los olvidados por ella.

  6. Sin embargo, es indudable que en la toma de las decisiones globales se ha producido un fenómeno de apertura e inclusión sin precedentes en la historia, no solo en lo que se refiere a los actores, sino que también en lo tocante a los temas y factores que inciden en ellos.

    Crisis del Estado soberano y surgimiento de nuevos actores en la escena internacional.

  7. El actor internacional por excelencia es el Estado, que es, a la vez, sujeto de derecho internacional. Sin embargo, no es el único, ya que junto a él actúan en el concierto mundial otras entidades, como los organismos internacionales, y otras formas y procesos supranacionales relativamente recientes, que superan en muchos ámbitos al Estado-nación. Un ejemplo de estos últimos es la Unión Europea, la que, sin haber reemplazado a sus Estados miembros, actúa en ciertos ámbitos como una entidad internacional distinta de ellos.

  8. Tampoco debe soslayarse la creciente presencia que la sociedad civil y determinadas regiones han alcanzado en el concierto internacional, influyendo de manera directa en la toma de decisiones de política exterior de sus respectivos entornos nacionales.

  9. Al mismo tiempo, se seguirán desarrollando tendencias orientadas a protegerse frente a la pérdida de identidad -cultural, económica, política, etc.- provocada por la globalización, a fin de generar espacios de concertación y sinergia para hacerse valer en el mundo globalizado. Ejemplos son el caso de la ya mencionada Unión Europea, el Grupo de Río, las Cumbres Iberoamericanas, la Unión Africana y APEC.

  10. En todo caso, y contrariamente a lo que se ha sostenido con frecuencia, el Estado-Nación no está en vías de desaparición. Por el contrario, ciertos desarrollos locales de autodeterminación e independencia ocurridos en las últimas dos décadas parecieran reforzar su primacía como actor internacional.

  11. Pero de lo que no puede haber duda es que el tradicional concepto de soberanía ha cambiado. En un proceso controlado por la propia voluntad estatal, la soberanía ha dejado de ser exclusiva, autónoma y plena. La soberanía de unos, limitada por la de otros, está también sujeta a mayores exigencias de la cooperación internacional, del sistema de paz y seguridad, de un sinnúmero de actividades transnacionales y de la protección de la...

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