Crónica de la política exterior Española (agosto 2003-julio 2004)
| Author | María Isabel Castaño García/Irene Rodríguez Manzano/José Ángel Sotillo Lorenzo |
| Position | Profesora titular de Escuela Universitaria/Profesoras titulares de Universidad |
| Pages | 428-499 |
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La explosión de varias bombas en trenes de cercanías que llegaban a primera hora del jueves 11 de marzo de 2004 a la estación de Atocha en Madrid, deja un trágico balance de 190 muertos -según los datos del Ministerio del Interior, que no incluirían a un niño fallecido el 10 de mayo y más de 1.600 heridos. El atentando se produce tres días antes de las elecciones del día 14. La condena del acto terrorista es unánime por el conjunto de las instituciones y de la sociedad española, así como de la comunidad internacional. Millones de personas se manifiestan en las calles de las ciudades españolas al día siguiente; en la de Madrid, junto al Príncipe, las Infantas, el jefe del Gobierno y líderes políticos y sindicales, están presentes los jefes de gobierno de Francia, Italia y Portugal. Aunque las primeras informaciones oficiales apuntan a ETA como autora del atentado (ETA niega ser la responsable en un comunicado al diario Gara), el sábado 13 son detenidas cinco personas (tres de nacionalidad marroquí -Jamal Zougan, Mohamed Chaoui y Mohamed Bekkali- y dos de nacionalidad india). Un supuesto portavoz militar de Al Qaeda para Europa reivindica el atentado -justificándolo «como respuesta a los crímenes que habéis causado en el mundo y en concreto en Iraq y en Afganistán y habrá más si Dios quiere»-, por medio de un vídeo depositado el día 13 en una papelera. Presuntamente, el principal implicado, Jamal Zougan, habría participado también en el atentado de Casablanca que, el 16 de mayo de 2003, se cobró la vida de 45 personas, cuatro de ellas españolas. El juez Garzón investiga las posibles conexiones con Imad Eddin Barakat Yarkas, conocido como Abu Dahdan, quien condena el atentado de Atocha, detenido como responsable de la célula de Al Qaeda en España.
En una instrucción transmitida el jueves 11, a las 17.28 horas, la ministra Palacio ordena a todos los embajadores de España: «Deberá VE aprovechar aquellas ocasiones que se le presenten para confirmar la autoría de ETA de estos brutales atentados, ayudando así a disipar cualquier tipo de duda que ciertas partes interesadas puedan querer hacer surgir».
En virtud de esa presión, el Consejo de Seguridad aprueba por unanimidad la resolución 1530, en la que se «condena en los términos más enérgicos los atentados con bombas cometidos en Madrid (España) el 11 de marzo de 2004 por el grupo terrorista ETA...», considerando «que esos actos, como todo acto de terrorismo, constituyen una amenaza a la paz y la seguridad» (el texto puede consultarse en: http://ods-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N04/267/21/PDF/N0426721.pdf?Open Element). Debe Notarse las discrepancias planteadas por algunas representaciones, como la rusa, encabezada por el embajador Sergei Lavrov.
El día 15, el embajador Arias -ausente el día 11 por encontrarse en Viena- dirige una carta el Consejo pidiendo disculpas y justificando la posición española por el convencimiento de la responsabilidad de ETA: «De buena fe pusimos una total rotundidad en algo que ha resultado ser un interrogante, parecía obvio y justa es dar explicaciones al Consejo». Inocencio Arias reconoce que cuando el Consejo de Seguridad procedió a la aprobación de la resolución 1530, el gobierno español «abrigaba el firme convencimiento de que la banda terrorista ETA estaba detrás de los terribles sucesos del 11 de marzo, en función de los antecedentes inmediatos, de la informa-Page 429ción de la que en ese momento disponía y del análisis que de la misma hacían los expertos».
Para hacer frente a las numerosas quejas por la manipulación y falta de transparencia en la información de los atentados, el Gobierno en funciones decide el día 18, en un acto sin precedentes, desclasificar dos documentos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre los atentados. El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, afirma que «se pueden perder las elecciones, pero el Gobierno no va a perder la honorabilidad». El portavoz del PSOE, Pérez Rubalcaba, confirma que tenían noticias de las implicaciones del fundamentalismo islámico en el atentado y que hay un tercer informe del CNI sobre el mismo.
El 24 de marzo, en la Catedral de la Almudena, se celebra el funeral de Estado, presidido por el Rey, al que acude una numerosa representación internacional.
El juez Juan del Olmo, tras ordenar varias detenciones, considera a Serhane Ben Abdelmajid Farkhet, El Tunecino, el presunto organizador de los atentados. Se ordena la captura de Abdelkarim Mejjati, supuesto jefe del Grupo Islámico combatiente Marroquí.
El 3 de abril, ante el acoso de la policía, siete implicados en los atentados se suicidan en un piso de la localidad madrileña de Leganés, quedando sus cuerpos destrozados. Se identifica a Serhane Ben Abdelmajid Farkhet (El Tunecino), Addennabi Kounjaa (Abdallah), Jama Ahmidan (Mowgli, El Chino), Asri RiAnuar, Mohammed Oulad Akha y su hermano Rachid. En la operación muere el geo Francisco Javier Torronteras.
La policía italiana detiene en Milán, el 7 de junio, a Rabei Osman el Sayed, Mohamed, El Egipcio, acusado de ser uno de los ideólogos de los atentados del 11-M. El juez Juan del Olmo, instructor del caso, dicta una orden de detención europea en la que afirma que «consiguió hacerse con el liderazgo» del grupo. El Consejo de Ministros de 11 de junio acuerda solicitar la extradición.
El PSOE gana las elecciones celebradas el 14 de marzo -a falta de 12 escaños para la mayoría absoluta-, tres días después de los atentados de Madrid; la participación es del 77.21 por 100. Resultados: Partido Socialista Obrero Español (11.026.163 votos), 164 escaños; Partido Popular + UPN-PP (9.635.491+127.653), 146+2=148; Covergencia i Unió (835.471), 10; Esquerra Republicana de Catalunya (652.196), 8; Partido Nacionalista Vasco (420.980), 7; Izquierda Unida + ICV-EuiA + ENTESA (801.821+234.790+123.611) (La Junta Electoral Central da un total de votos a la coalición de 1.324.370), 2+2+1=5; Coalición Canaria (235.221), 3; Bloque Nacionalista Galego (208.688), 2; Chunta Aragonesista (94.252), 1; Eusko Alkartasuna (80.905), 1; Na-Bai (Coalición Nacionalista de Navarra) (61.045), 1. Tras conocer los resultados, el Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, afirma: «Estoy preparado para asumir la responsabilidad de formar el Gobierno del cambio. Me propongo impulsar la España social y guiarme en todo momento por la Constitución.Page 430
El Gobierno del cambio actuará desde el diálogo, la responsabilidad y la trasparencia, trabajará por la cohesión, la concordia y la paz. Mi prioridad más inmediata es combatir toda forma de terrorismo...», concluyendo: «Y os aseguro que el poder no me va a cambiar».
En sus primeras declaraciones, el líder del PSOE manifiesta su compromiso de retirar las tropas españolas de Iraq a partir del 30 de junio, si no hay un mandato claro de la ONU; el nuevo Gobierno trabajará para que se desbloquee el Tratado constitucional de la UE y la recuperación de los tres ejes tradicionales de la política exterior española: Europa, Latinoamérica y el Mediterráneo; relación trasatlántica de amistad y respeto mutuo con Estados Unidos y apuesta por Naciones Unidas. La recuperación de las buenas relaciones con Marruecos será una tarea inmediata.
El BOE de 16 de marzo publica el cese de don José María Aznar López como Presidente del Gobierno, así como el de los miembros del Gobierno.
El embajador español en Gran Bretaña, Santiago de Mora-Figueroa, comunica el 18 de marzo a la ministra en funciones Ana Palacio su dimisión por su «desacuerdo con elementos fundamentales de la política exterior del futuro Gobierno español».
Con motivo de los funerales de Estado por las víctimas del 11M, Rodríguez Zapatero, acompañado por Miguel Ángel Moratinos, expone las líneas generales de la política exterior del nuevo Gobierno a los líderes...
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