La convergencia entre América Latina y China.

AuthorCastro, Jorge
PositionOpinión

INTRODUCCIÓN

América Latina crece este año 6% o más, encabezada por Brasil, que se expande 8.5%, tras haber aumentado 8.9% en los primeros seis meses de 2010. Se supera así el récord establecido durante el boom 2003/2008, en que creció 5.2%, con inflación menor a un dígito. Lo notable del auge de 2010 es que todos los países de América del Sur tienen la misma estructura de comercio exterior, con más de la mitad de sus exportaciones constituídas por materias primas (soja, cobre, mineral de hierro): Brasil, 56%; Chile, Colombia, Perú, 70%/80%.

China se ha convertido también en el mayor socio comercial de Brasil, Chile y Perú y, considerado como país individual, en el principal destino de las exportaciones agroalimentarias argentinas. La correlación entre el precio de las exportaciones de América del Sur y la demanda industrial china es más del 60%.

El efecto más importante de la irrupción de China/Asia en el comercio internacional es la modificación que ha provocado en los términos de intercambio globales (relación entre el precio de las exportaciones y el precio de las importaciones). Por eso, para el resto de los países emergentes, ante todo los de América del Sur, desaparecieron las ventajas comparativas en los productos industriales trabajo-intensivos y reaparecieron en gran escala las ventajas comparativas en la producción de commodities.

El resultado es que la estrategia de desarrollo que le impone a América del Sur la nueva estructura de la acumulación global con eje en China surge ahora, por necesidad, de la transformación irreversible de los términos de intercambio.

China se convierte este año en la principal inversora directa en Brasil, como ya lo es en Perú (Camisea / US$ 4.300 millones), con inversiones en minería, acero, industria automotriz e infraestructura. La República Popular es la mayor exportadora mundial de capitales (11% del PBI en 2008/ US$ 350.000 millones), con inversiones directas en el exterior que alcanzarían a US$ 100.000 millones en 2010 (US$ 56.500 millones en 2009).

China compraría parte de la nueva oferta accionaria de Petrobras por US$ 32.000 millones, parte de una ampliación de capital de US$ 82.000 que integra millones, con un plan de inversión de US$ 224.000 en 5 años para desarrollar el Pre-Sal.

Lo que está ocurriendo es que la República Popular China comienza a reciclar su exceso de ahorro hacia otros países emergentes, al igual que lo hizo en los últimos 15 años con Estados Unidos, cuando adquirió títulos del Tesoro por US$1.5 mil millones.

La contrapartida es que las exportaciones brasileñas a China aumentaron 60.3% en los primeros 6 meses del año, a un ritmo mayor que el de la región asiática. La integración creciente entre China y Brasil es parte del incremento del comercio Sur-Sur, una de las manifestaciones centrales del vuelco de la demanda mundial desde los países avanzados a los emergentes. El comercio Sur-Sur, primordialmente Asia/ América del Sur, asciende a 43.1% del total del comercio mundial en 2010.

El problema de América del Sur no es la estructura de sus exportaciones basada en las materias primas, sino su débil crecimiento potencial de largo plazo, su baja tasa de inversión y su nula o negativa productividad. América del Sur no está castigada por la <>--apreciación de la moneda e incapacidad de exportar de los otros sectores de la economía--, sino por su incapacidad histórica para incrementar la productividad a través de un proceso incesante de aperturas y reformas.

Esto es lo que crea una estructura económica heterogénea y divergente entre el sector de materias primas y el resto. En...

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