APEC y la seguridad energética, una visión desde América Latina.

• Author: P
• Position: Asia-Pacific Economic Cooperation

Entre las políticas energéticas ha adquirido creciente importancia la noción de "seguridad energética", es decir, garantizar la continua disponibilidad de energía, en variadas formas y cantidades, y a precios razonables. La seguridad energética ha evolucionado desde visiones geoestratégicas, pasando por la desregulación de los mercados, hasta incorporar el concepto de desarrollo sustentable y de políticas energéticas acordes con este, incorporando así una idea más amplia de seguridad. Sin embargo, tanto a nivel de algunas economías del APEC como a nivel latinoamericano, persisten enfoques restrictivos asociados a visiones tradicionales de la seguridad nacional o, en caso contrario, a la simple desregulación de los mercados para reemplazar monopolios energéticos y a formentar la cooperación energética, pero sin llegar ninguno de ellos a una visión integral del problema. Por su parte, los criterios consensuados en el APEC, desde que la seguridad energética se incorporó como tema en 2001, han buscado orientar los esfuerzos en dos sentidos: responder a interrupciones transitorias del suministro y proponer políticas de largo plazo (prácticas y políticamente aceptables). El proceso se ha reforzado por la preocupación creciente por el tema del terrorismo. En este contexto, se hace necesario, por lo tanto, evaluar la noción de "seguridad energética" y adaptarla a las necesidades nacionales y con el tiempo a la realidad latinoamericana. Esto, sobre la base de la aplicación una política de seguridad energética que asegure el abastecimiento energético requerido por el país para proseguir su desarrollo económico y social, asegurando la eficiencia del desarrollo energético, la protección del medio ambiente mediante una política que privilegie la sustentabilidad, la elaboración de marcos regulatorios adecuados y la contribución al objetivo de equidad social. Esto último, sin dejar de lado criterios de seguridad regional y nacional como elementos complementarios y no contradictorios con lo anterior.

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El foro Asia Pacific Economic Cooperation (APEC) fue establecida en enero de 1989 como resultado de una iniciativa del primer Ministro australiano Bob Hawke (1) y respondiendo al incremento de la interdependencia entre las economías del Asia Pacífico. Comenzó como un grupo de diálogo informal, pero ha llegado a ser el principal medio para promover el comercio y la cooperación en el Pacífico. La meta es avanzar hacia el dinamismo económico y el sentido de comunidad. Hoy APEC tiene 21 miembros, cuyas economías suman el 43,85% del comercio mundial (2). Los actuales miembros de APEC son (3): Brunei, Filipinas, Australia, Nueva Zelandia, Canadá, Indonesia, China, Papua Nueva Guinea, Malasia, Singapur, Taiwán, Hong Kong, Rusia, Tailandia, Japón, Estados Unidos, Vietnam, Corea del Sur, México, Chile y Perú (no se admitirán nuevos miembros hasta el año 2007).

La seguridad energética como tema del APEC, surgió el 28 de septiembre de 2001 y buscaba orientar los intereses en esta materia de dos maneras: por una parte responder a interrupciones transitorias del suministro y proponer políticas de largo plazo, de carácter práctico y políticamente aceptable (4). El proceso se dio de manera concomitante con los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 y la declaración contra el terrorismo del 21 de octubre de 2001 (5), que trajo consigo medidas para fortalecer la seguridad energética. Sin embargo, en el APEC el tema surgió independientemente del problema del terrorismo.

La vinculación entre seguridad y acceso a recursos energéticos no ha sido ajena al estudio de los escenarios estratégicos internacionales. Esta vinculación se vio reforzada en la década de los años setenta, con la crisis del petróleo (1973). Como respuesta a esta crisis, los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) crearon la Agencia Internacional de Energía. La crisis trajo consigo también la preocupación por establecer políticas públicas orientadas a garantizar el suministro de recursos energéticos en años posteriores.

La seguridad energética, es decir, garantizar la continua disponibilidad de energía, en variadas formas, cantidades suficientes y a precios razonables (6), posee múltiples aspectos. Por una parte, un país puede ser amenazado por interrupciones prolongadas o transitorias de suministros energéticos importados, el concepto puede asociarse también con la disponibilidad de recursos locales o importados ante el aumento de la demanda de energía en función del desarrollo. A lo anterior, se debe agregar las consecuencias que podría tener para el medio producción o transporte de dichos recursos. Además, cabe destacar que los procesos de liberalización y desregulación económica, tanto globales como de formación de bloques económicos regionales, han marcado la seguridad en dicha área. Lo anterior ha afectado el papel de los gobiernos en la elaboración de políticas multidimensionales sobre la materia en los últimos años. Amenazas asimétricas nuevas, como el terrorismo también han afectado la seguridad en el campo de la energía. Las posibles actividades terroristas contra refinerías, oleoductos, centrales nucleares, entre otras, han intensificado el interés por el tema en la actualidad. En síntesis, se ha generado una visión bastante más amplia que la desarrollada en el pasado, que apuntaba a una excesiva dependencia de los mayores exportadores de petróleo (7).

El APEC está procurando desempeñar un papel importante el ámbito de la seguridad energética, indicando los esfuerzos de algunas de sus economías (Estados Unidos, Japón, Rusia, etc.) y de organizaciones regionales al respecto (por ejemplo, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) (8). Teniendo en cuenta que tres países latinoamericanos son miembros del foro (México, Perú y Chile), sus lineamientos podrían tener fuertes efectos en sus propias energéticas de importancia en el resto de América Latina.

La respuesta del APEC al tema de la seguridad energética se hizo efectiva por conducto del Grupo de Trabajo de Energía (EWG) creado en septiembre de 2000, ante la inestabilidad de los precios del petróleo. Inicialmente el grupo puso especial énfasis en minimizar el impacto de los shocks en el suministro de petróleo, proceso que estuvo asociado a una iniciativa estadounidense. Una serie de reuniones posteriores, estuvieron de acuerdo en la necesidad de una mirada estratégica al problema, y concretar medidas para responder a interrupciones transitorias del suministro, además de formular políticas de largo plazo (pragmáticas y políticamente aceptables) para responder a las amplias amenazas que enfrenta el suministro de energía en la región. Asimismo el APEC asocia el concepto de seguridad energética al desarrollo sustentable mediante el fortalecimiento de la seguridad y confiabilidad de la energía disponible (9).

El impacto de los hechos del 11 de Septiembre de 2001 en el APEC y la posterior declaración contra el terrorismo, aumentaron el interés por profundizar medidas para fortalecer la seguridad energética (10). Entre los años 2001 y 2002 se dieron una serie de iniciativas tendientes a incrementarla entre las que cabe destacar:

1. Un ejercicio conjunto de datos respecto del petróleo, desarrollado en 2001 y evaluado en 2002.

2. Realización de una simulación de la interrupción de las líneas marítimas (2002).

3. Un proyecto para compartir información en tiempo real que incluyó el desarrollo de un sistema de red computacional, denominado "APEC Emergency Computer Bulletin Board".

4. Respuesta de emergencia al suministro de petróleo, que contempla fundamentalmente la importancia y el manejo de las reservas de petróleo por parte de las diversas economías que forman APEC.

5. Intereses de largo plazo y no asociados al petróleo (carbón, gas natural y energía renovable); enfatizar la importancia de la eficiencia y conservación de la energía; tener en cuenta la sustentabilidad y el impacto en el medio ambiente; clarificar que la sustentabilidad es un elemento integral de la seguridad energética que no puede ser separada de ella; impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías que promuevan fuentes energéticas distintas al petróleo.

   Los temas importantes en materia de seguridad energética.

   A continuación se ofrece un cuadro de los acontecimientos que pueden afectar la seguridad energética.

   Los temas más importantes del debate en materia de seguridad energética, apuntan por lo general a los siguientes aspectos:

1. Ámbito local: Se refiere básicamente a la implementación de políticas públicas de largo plazo para responder a las amenazas crecientes que enfrenta el abastecimiento de energía, sumadas al diseño de sistemas de respuesta de emergencia para responder al corte transitorio del abastecimiento energético. También, se refiere a la evaluación de las perspectivas de incremento de la demanda de recursos energéticos en los próximos años.

2. Relaciones exteriores: Esta materia está orientada a las relaciones con los países productores de dichos recursos y al incremento de la cooperación regional en el ámbito energético. Además, se destaca la importancia del intercambio de información sobre existencias y sobre situaciones de emergencia en el abastecimiento, a lo que se suma la importancia de incrementar la transparencia y la competitividad de los mercados de recursos energéticos regionales e internacionales.

3. Medio ambiente: En este ámbito lo importante se centra en el impacto de la explotación y transporte de estos recursos para el medio ambiente.

4. Seguridad regional y nacional: Se refiere al impacto en materia de seguridad regional y nacional que tendría la amenaza del terrorismo en el suministro energético, además de las crisis internas o internacionales en países o regiones exportadoras de recursos energéticos y su impacto en el costo y suministro de estos recursos.

   LA SITUACIÓN ENERGÉTICA EN AMÉRICA LATINA

   Por otro parte, el proceso de integración económica...