Traumas de guerra

AuthorMª Dolores de Azpiazu Canivell
ProfessionDiputación Foral de Bizkaia - Bilbao
Pages391-407
TRAUMAS DE GUERRA
Mª Dolores de Azpiazu Canivell
Diputación Foral de Bizkaia - Bilbao
INTRODUCCIÓN
Las guerras, así como otras amenazas, han estado presentes a lo largo de
la Historia de la humanidad y los seres humanos han tenido siempre que
afrontar respuestas de horror y miedo utilizando diversas estrategias más o
menos adaptativas. Consideramos importante, por tanto, realizar un reco-
rrido histórico no sólo de los diversos autores que estudian este impacto y
sus causas, sino de las diferentes denominaciones que reciben, para destacar
también diversas tendencias en su diagnóstico. Recientemente, las experien-
cias amenazantes se han reformulado en un modelo de salud mental que
considera que los sucesos adversos contribuyen al desarrollo de trastornos
emocionales. En este sentido, el trastorno de Estrés Postraumático (TEPT),
del cual llevaremos a cabo la descripción, tiene que ver con la reacción a
la adversidad, y con la importancia de la vulnerabilidad psicológica. Poste-
riormente nos fijaremos que, junto al modelo individual reconocido para
referirse a la grave problemática psicológica asociada a las situaciones de
guerra, también se encuentra el trauma psicosocial. Para finalizar, y con la
premisa de que siempre las guerras generan una polarización social entre
unos y otros, y que su máxima expresión la alcanzan cuando son de naturale-
za nacional, haremos unos apuntes de diversos autores sobre lo que supuso
esta polarización en nuestra Guerra Civil.
LA ANTIGÜEDAD PRECLARA Y LAS TEORÍAS CLÁSICAS
Desde tiempos pasados se tiene conocimiento de que la exposición a su-
cesos de gran impacto pueden producir un conjunto de consecuencias tanto
psicológicas como fisiológicas1. Antiguas referencias de reacciones traumá-
ticas posteriores a la guerra datan del siglo VI a. de C. También en la socie-
dad griega, según opina Shay (1999), se detectó su existencia haciéndose
patente en las obras de Hipócrates y Homero quien, en la Ilíada, describe las
1 Bahamonde Rodríguez, Manuel E. Experiencias traumáticas y sintomatología de trastorno por es-
tress postraumático, Tesis doctoral, Universidad Católica de Puerto Rico, 2006. www.pone.inter/edu/cai/
tesis.mbahamonde/capitulo2pdf
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desgracias, en forma vivida, de la odisea de los soldados al ver la muerte de
sus compañeros en la guerra y el impacto que les producía a los otros solda-
dos. También se encuentra en el relato que hace Herodoto de la batalla de
Maratón un antecedente de lo que actualmente llamaríamos consecuencias
psicológicas de un hecho traumático.
Posteriormente2 se detecta también en las obras literarias de Shakespeare
y es con el auge de los científicos que éste deja de ser un tema de literatos y
filósofos para convertirse en objeto de la ciencia a partir del siglo XIX, como
resultado de la Guerra Civil en los Estados Unidos de América y de las guerras
de Europa. Se comienza a hablar del impacto de la guerra y de los síntomas
fisiológicos y psicológicos que presentan algunos soldados y se utilizan diver-
sos nombres para definir estos efectos: Corazón irritable de soldado o síndrome de
esfuerzo y también denominado Síndrome da Costa, que fue el nombre que le
dio el médico Jacob Da Costa en 18713, tras estudiar los efectos mórbidos de la
guerra en trescientos combatientes de la Guerra Civil estadounidense, y que
fueron remitidos a su consulta. Presentaban estos soldados una variedad de
síntomas como eran: disnea, palpitaciones, dolor punzante o ardiente que se
hacían patentes durante el ejercicio, además de cansancio, jaquecas, diarreas,
vértigos y problemas de sueño. No presentaban, por otra parte, signos de en-
fermedad fisiológica alguna. Durante aquella misma guerra, soldados jóvenes
referían pensamientos obsesivos sobre su hogar y mostraban apatía extrema,
pérdida de apetito, diarrea y fiebre que serían diagnosticados como nostalgia.
Charcot, en 1887, realizó una de las primeras exploraciones sistemáticas
sobre la relación entre trauma y enfermedad y estudió de qué forma la expe-
riencia de un trauma (choc nerveux) podía llevar a los pacientes a un estado
mental similar al inducido por la hipnosis. Rigther, utilizó la definición, en
1879, de Neurosis de compensación.
En 1884, Opphenhaim4 fue el primero en utilizar el término neurosis trau-
mática y consideró que comprende a un conjunto de cuadros sin ninguna uni-
dad clínica que habían sido observados en sujetos que habían sufrido acci-
dentes de ferrocarril. A partir de entonces es descrita en sujetos que sufrieron
situaciones traumáticas ligadas a accidentes y a la guerra. Ganser, en 1897, des-
cribe el síndrome de Ganser, inicialmente en prisioneros de guerra y que se pre-
sentan como breves y floridos episodios psicóticos que simulan una demencia.
Por otro lado, Kraepelin, el gran nosólogo del siglo XIX, en 1905 acuñó el
término schreck neurosis o neurosis de miedo para describir una condición psico-
lógica y psiquiátrica. Sugiere que la carencia de signos objetivos da al conjunto
2 Martínez Mora, A.P., Pérez Pérez, L., Gómez Botero, G. El Trauma y sus secuelas. Disertación
psicoanalítica sobre el trauma en el campo de batalla y el estado psíquico que a partir de él se desencadena, Facultad
de Psicología, Pontificia Universidad Javeriana, enero 2005.
3 Ruiz-Vargas, J.M. “Trauma y memoria de la Guerra Civil y de la Dictadura Franquista”, en
Hispania Nova, Revista de Historia Contemporánea, Separata nº 6, 2006.
4 Navarro, D. “Desarrollo Histórico del estudio de las secuelas psíquicas de los traumas”, en
Alcmeon, Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, Año 16, Vol. 14, nº 2, noviembre de 2007, págs.
37-42.

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