La Resolución 2140 (2014) del Consejo de Seguridad y el cambio de régimen en Yemen

AuthorEugenia López-Jacoiste Díaz
PositionUniversidad de Navarra
Pages302-307

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  1. La República de Yemen tiene una población de unos 24 millones de habitantes y miles de refugiados africanos, somalíes y etíopes, principalmente, que viven en extremas condiciones y en «campos de torturas», según las ONGS que trabajan sobre el terreno. Su sistema presidencial de gobierno tiene un cierto grado de apertura política, una relativa libertad de expresión y una limitada libertad religiosa. El apoyo de Yemen a Irak durante la Guerra de Golfo (1990-1991) ha repercutido negativamente en su economía y sus relaciones exteriores. Más de un millón de trabajadores yemeníes fueron expulsados de Kuwait y de Arabia Saudí. Su frontera norte todavía sigue cerrada y es fuertemente controlada por parte saudí para impedir la inmigración africana que sueña con un futuro mejor. Desde 1997 el Fondo Monetario y el banco Mundial están financiando importantes proyectos y préstamos para impulsar las estrategias de reducción de la pobreza yemení. Según los indicadores de desarrollo

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    humano del banco Mundial, los de Yemen se asemejan más a los de los países del África subsahariana que a los de su entorno cultural-territorial. Junto a esta precaria situación económica y social, existe una grave y constante amenaza de Al-qaeda en la Península Arábiga (AQPA), ya que la crisis interna favoreció el fortalecimiento de AQPA en las provincias del sur, puesto que Ali Abdallah Saleh había sido un aliado de Occidente en la lucha contra Al qaeda. Todas estas circunstancias favorecieron el contagio de las revueltas árabes a Yemen, si bien su desenlace debe ser interpretado en clave local.

  2. Los manifestantes yemeníes tomaron las calles de la capital Saná, tratando de hacer realidad sus aspiraciones a un Gobierno más abierto y democrático, a una integración territorial sin exclusión social y a solventar su precaria situación socioeconó-mica y financiera. Se reflejaban el desgaste de su sistema político de la última década, agudizado por el desacuerdo entre los principales partidos políticos para la reforma de la ley electoral, la corrupción gubernamental y los intentos de Saleh de mantener una presidencia vitalicia y la sucesión de su hijo Ahmed en el poder, de manera semejante a lo que hicieran Mubarak y Gadafi. Las protestas antigubernamentales del marzo de 2011 terminaron con decenas de muertos y una fuerte represión guberna-mental, aunque sin llegar a convertirse en una guerra civil. El levantamiento popular terminó derrocando al Presidente Saleh en noviembre de 2011, cuando por fin firmó el acuerdo de transición política del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) movido por el miedo a las sanciones internacionales y a cambio de su inmunidad garantizada. Siguió ejerciendo, empero, como presidente de iure hasta su dimisión formal en febrero de 2012.

  3. Ya en marzo de 2011 comenzaron a trazarse los primeros planes de transición política. La principal iniciativa fue la promovida por el CCG en abril de 2011. Este también llamado Plan 30/60 disponía la cesión de los poderes presidenciales al vicepresidente en el plazo de treinta días y la celebración de elecciones dentro de los sesenta días subsiguientes. Sin embargo, hasta en tres ocasiones se negó Saleh a firmar el acuerdo hasta que -tras sobrevivir a un atentado en Saná en junio de 2011- firmó el acuerdo del CCG en noviembre de 2011. Esta iniciativa supone una hoja de ruta para alcanzar la deseada reforma política y contemplaba un Mecanismo de Ejecución en dos etapas: la primera comenzó con el abandono de Saleh y la formación de un gobierno provisional de unidad nacional y concluyó con la celebración de un referéndum el 21 de febrero de 2012 para el nombramiento de Abd Rabbuh Mansur Hadi como conductor de la transición que, hasta aquel momento, era el vicepresidente. A partir de esta fecha se inició la segunda etapa, de dos años de duración, que debería culminar con la celebración de elecciones presidenciales en febrero 2014.

  4. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la Resolución 2014 (2011), el 21 de octubre, cuyo texto había sido patrocinado por Francia, Alemania, Portugal, los Estados unidos y el Reino unido. Esta Resolución respaldaba sin fisuras la iniciativa del CCG y su Mecanismo de Ejecución, exhortando a todas las partes a respetar sus principios...

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