La relación de las Naciones Unidas con la sociedad civil en el contexto del debate sobre la reforma de la Organización

AuthorCarlos Teijo García
Pages1144-1150

Page 1144

  1. El debate sobre la reforma de la ONU se proyecta en diversos planos. Habitualmente detenemos nuestra atención en aquellos que inciden sobre las instituciones básicas del sistema, como el relativo a la modificación de la composición del Consejo de Seguridad o al establecimiento de un Consejo sobre Derechos Humanos. Pero el debate tiene otros frentes que también son relevantes tanto para el futuro de Naciones Unidas como para el avance de los procesos de concertación multilateral. Sobre una de estas dimensiones, podríamos decir que menores, del proceso de reforma -la que aborda la relación de la organización con la sociedad civil- dan una breve noticia estas líneas.

    Aún a riesgo de desincentivar la lectura íntegra de esta nota hay que indicar que, en el ámbito de la interacción con la sociedad civil, los resultados obtenidos en el proceso de debate y negociación de la reforma han sido mínimos. Los 153 jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Nueva York (14-16 de septiembre) para la sesión plenaria del 60.º período de sesiones de la Asamblea General (AG), con el objetivo de analizar los progresos realizados desde la adopción de la Declaración del Milenio y discutir sobre las propuestas de decisión sugeridas por el Secretario General (SG) en su Informe Un concepto más amplio de la libertad (A/59/2005, de 21 de marzo), decepcionaron a quienes esperaban que la Cumbre Mundial 2005 arrojase reformas sustantivas. No lo hizo por lo que se refiere a los elementos centrales de la agenda ni tampoco en lo tocante a la participación de la sociedad civil, puesto que los Jefes de Estado y de Gobierno se limitaron a «acoger con beneplácito las contribuciones positivas del sector privado y la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales, en la promoción y ejecución de los programas de desarrollo y de derechos humanos» (A/RES/60/1, de 12 de septiembre de 2005, párr. 172). Los Estados, sin embargo, habían sido emplazados a ir más allá de la retórica para facilitar la interacción de la ONU con la sociedad civil a través de la puesta en práctica de medidas concretas. A continuación se resumen las propuestas que han surgido durante el debate sobre esta dimensión del proceso de reforma y los compromisos que, por tanto, los Estados se han mostrado reacios a adoptar. Pese a su carácter descriptivo, esta nota incluye un comentario crítico sobre el propio proceso de generación de iniciativas para la reforma.

  2. El SG, desde el momento en que decidió revitalizar la reflexión sobre el fortalecimiento del sistema de las Naciones Unidas, se mostró convencido de la creciente relevanciaPage 1145 que tiene la participación de la sociedad civil por lo que expresó su deseo de pedir «a un grupo de expertos, incluidos representantes de las organizaciones de la sociedad civil, que preparase un estudio de las «prácticas más idóneas», de carácter innovador, que permitiesen a esas organizaciones contribuir a la labor de las Naciones Unidas en todos sus aspectos» (Informe del SG a la Asamblea del Milenio, párr. 333). Tras concretar su propuesta en el informe Fortalecimiento de las Naciones Unidas: un programa para profundizar el cambio (A/57/387, de 11 de septiembre de 2002), la AG aprobó el establecimiento de un Grupo de Personas Eminentes encargado de examinar la relación entre Naciones Unidas y la sociedad civil (A/RES/57/300, de 20 de diciembre de 2002).

    El mandato dado al Grupo de Personas Eminentes, constituido en febrero de 2003 y presidido por el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, ya era de por sí ambicioso -aunque los trabajos del Grupo lo ampliaron todavía más, como veremos- al tener éste que: examinar las directrices, decisiones y prácticas relativas al acceso de las organizaciones de la sociedad civil a los procesos de las Naciones Unidas; encontrar nuevos y mejores modos para conseguir que la organización interactúe con las ONGs, y otras organizaciones de la sociedad civil; buscar formas de facilitar la plena participación de los actores de la sociedad civil de los países en desarrollo en las actividades de las Naciones Unidas, y examinar cómo se organiza la Secretaría para facilitar, gestionar y evaluar las relaciones con la sociedad civil. Tras algo más de un año de consultas y deliberaciones, las conclusiones del Grupo fueron publicadas en el documento Nosotros los pueblos: la sociedad civil, las Naciones Unidas y la gobernanza global (A/58/817, de 11 de junio de 2004, habitualmente conocido como Informe Cardoso).

  3. La espina dorsal del Informe Cardoso está conformada por treinta propuestas específicas formuladas con el objetivo de operacionalizar los cuatro cambios paradigmáticos que el Grupo consideró que Naciones Unidas debe enfrentar para mejorar su interacción con la sociedad civil: en primer lugar, se afirma que la propia ONU ha de transformarse en una organización proyectada hacia el exterior; al tiempo, tiene que recurrir a la creación de nuevas alianzas para integrar en la dinámica multilateral a todos los actores interesados en la misma; en tercer lugar, debe superar la brecha que existe entre las esferas deliberativa y operacional de su actuación, estableciendo vínculos entre los ámbitos local y mundial, y finalmente la Organización tiene que asumir una función más explícita para contribuir a reforzar la democracia en el siglo XXI (p. 9). Como se comprueba analizando el alcance de esos cambios, el Grupo hizo una lectura lata de su propio mandato, por lo que, en palabras de sus miembros, «las propuestas de este informe tienen repercusiones que van mucho más allá de las relaciones de las Naciones Unidas con la sociedad civil, inciden en los procesos de gobernanza global y en el futuro del multilateralismo» (p. 77). De hecho, si agrupamos las iniciativas en torno a los siete bloques de cuestiones que aborda el Informe observamos que sólo uno de ellos (el relativo a la racionalización y despolitización de la acreditación y el acceso) trata sobre el estatuto consultivo de las ONGs y los problemas...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT