Pueblos indígenas y cambio climático ¿Una mezcla insostenible?

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Cómo la conservación, el turismo y el cambio climático se combinan para cuestionar estilos de vida tradicionalesPage 16

Para numerosas comunidades indígenas de todo el mundo, los medios de vida y la ecología se encuentran inextricablemente unidos. Pueblos indígenas como los Maasai en África oriental, o los indios Kuna, de Panamá, dependen del medio ambiente para ganarse la vida, y configuran sus medios y estilo de vida en función de los cambios climáticos estacionales. Dos alumnos en prácticas de la OIT, Ole Tingoi, un maasai laikipia de Kenya, y Niskua Kinid Igua-likinya Hakansson, en parte kuna de Panamá, y en parte sami de Suecia, comparten sus experiencias respecto al modo en que sus comunidades hacen frente a los problemas medioambientales y al cambio climático.

GINEBRA - La agricultura, la silvicultura, la pesca y la ganadería están entre los sectores más comunes que constituyen las fuentes esenciales de ingreso para las comunidades indígenas. Sin embargo, dada la creciente presión sobre la ecología y las condiciones climáticas inducida por elPage 17 calentamiento global, las comunidades se ven obligadas a cambiar sus medios de vida tradicionales por prácticas insostenibles.

Ole Tingoi es alumno en prácticas de la OIT para el Proyecto de Promoción de la Política de la OIT sobre los Pueblos Indígenas y Tribales (PRO 169) y el programa OIT-INDISCO (ver recuadro) que fomenta los derechos de los pueblos indígenas. En Kenya trabajó durante tres años para la ONG Maasai Cultural Heritage en la planificación de recursos culturales y en la defensa del reconocimiento de la identidad y el legado nacionales. Posee ganado que mantiene en tierras de pastoreo. Su comunidad habita dichas tierras, mientras que él reside en la localidad ubicada en tierras agrarias.

Ole Tingoi explica la manera en que el medio de vida tradicional de los maasai, basado en la propiedad de ganado, se ha visto sometido a presión en los últimos años. Las haciendas privadas en manos de extranjeros impiden el desarrollo económico y la revitalización de los estilos de vida tradicionales de la comunidad. "Las pautas de apacentamiento de Ole Tingoi nuestro ganado, e incluso nuestros intentos de poner en marcha actividades de ecoturismo, se ven afectados en todos los casos por las haciendas privadas". Los dos hogares de Ole Tingoi se encuentran separados por una hacienda privada rodeada de una alambrada eléctrica, y Ole debe afrontar frecuentes desplazamientos por la única carretera que conecta las tierras de pastoreo con las agrícolas. En las estaciones secas, ha de transportar a todo su rebaño hasta estas tierras en las que su ganado puede disponer de mejores pastos.

Otro problema que amenaza los medios de vida de los maasai consiste en las medidas de conservación. Ole Tingoi señala que: "ya no es posible para la comunidad vivir junto a los animales en libertad como hacíamos tradicionalmente; sólo podemos pastar en las tierras que el gobierno nos ha concedido, que no son gran cosa". La pérdida de tierras y la reducción de las áreas de pastoreo han generado conflicto entre la comunidad ganadera, la comunidad agraria y los conservacionistas.

Estos dos problemas que afectan al modo de vida y las prácticas de consecución de medios de sustento de los maasai se ven exacerbados cuando añadimos el cambio climático a la situación. Dado que dichas prácticas, y en especial el pastoreo, dependen en gran medida de las condiciones climáticas, el cambio de éstas equivale a dificultades para los pastores maasai. La falta de precipitaciones y la sequía no son nuevas en las llanuras semiáridas de África, pero los recientes cambios climáticos han dado lugar a prolongados períodos de sequía y a efectos de gran alcance para la población.

Ole Tingoi explica que, para los maasai, los cambios estacionales constituyen una parte integral del modo en que organizan su forma de vida y sus medios de sustento. Las pautas de apacentamiento del ganado, por ejemplo, siguen los cambios de estación; el ganado pasta durante períodos más prolongados en la estación de las lluvias que en las estaciones secas.

En cualquier caso, con el cambio climático, la predicción estacional de las lluvias ha devenido obsoleta, ya que los patrones de precipitación se han modificado por completo y han pasado a ser erráticos. Ole Tingoi recuerda el año de 2004-2005: "Nuestra región no obtuvo ninguna cosecha debido a la ausencia de lluvias. El precio del ganado había descendido en picado, mientras que el de la alimentación había aumentado. La situación afectó a toda la organización social y económica de la comunidad".

Por otra parte, los períodos recurrentes y prolongados de sequía han dado lugar a niveles de aguas subterráneas cada vez menores, e incluso al completo agotamiento de corrientes y pozos. Ole Tingoi señala: "recuerdo que, cuando éramos jóvenes, solíamos disponer de algunos pozos poco profundos en los que se podía sacar agua casi todo el año. Actualmente los pozos se encuentran completamente agotados".

Los maasai reservan el suministro de agua en la selva para situaciones de crisis en caso de sequía. "Pero la falta de precipitaciones hace que tengamos que depender cada vez más del agua de la selva, que también se está agotando", advierte.

¿Cómo resolver este problema? "No se ha hecho mucho respecto al cambio climático, excepto dialogar en la comunidad sobre estrategias para contrarrestar la existencia de sequías frecuentes", comenta Ole Tingoi. Numerosos miembros de la comunidad maasai se han trasladado a grandes ciudades para conseguir diversos tipos de empleo. El turismo y la artesanía constituyen asimismo vías alternativas de ganarse la vida, medios de sustento que no se basan en la disposición de activos, ni dependen de la variabilidad climática.

Ole Tingoi detalla lo que pueden hacer los propios pastores para lograr que su medio de vida resulte sostenible: "Hasta los maasai cuentan con sus propios mecanismos para hacer frente a la sequía. La ONG Maasai Cultural Heritage ha propuesto estrategias como la comercialización de ganado, la participación en empresas de marketing de ganado y el desarrollo de un sistema de aviso anticipado que permita prepararse a la comunidad. Pienso que estas opciones cobrarán fuerza en un futuro cercano".

"La principal amenaza medioambiental que ha de hacer frente nuestra comunidad", señala, "es la ausencia de planificación en un contexto de aumento del turismo". Los kuna emprenden actividades turísticas sin abandonar ocupaciones tradicionales como la pesca, la agricultura y la artesanía, con el fin de mejorar sus condiciones de vida.

El turismo lleva a plantearse si se trata de una actividad sostenible sin una infraestructura adecuada, ya que ejerce presión sobre la cultura y la ecología. En cualquier caso, es objeto actualmente de una regulación y un control rigurosos ejercidos por el Congreso General del pueblo kuna. No se permite que personas ajenas a la comunidad constituyan empresas, incluidos hoteles. No obstante, para crear y mantener un sector turístico en áreas indígenas, "ha de establecerse una infraestructura sólida, que comprenda la gestión de residuos, instalaciones de reciclaje y formación en ecoturismo", señala Niskua.

"Nuestra área no se encuentra explotada; de hecho, se conserva de manera tradicional y sigue estando en manos de los kuna. Sin embargo, a medida que crece el número de personas que comienzan a depender fundamentalmente del turismo para ganarse la vida, debemos asegurarnos de contar con un sistema adecuado que compense los daños que provoca esta actividad en nuestro medio ambiente??.

Niskua destaca la falta de una función de reciclaje sistemática como ejemplo. Aunque los kuna han utilizado tradicionalmente productos en su mayoría biodegradables, el turismo abre la puerta, de manera inevitable, a productos importados conservados en materiales no biodegradables.

La OIT aprobó un nuevo Convenio sobre pueblos indígenasytribales (núm. 169) en 1989, en el que se establecen como objetivos la creación de oportunidades de trabajo decente para los pueblos indígenas y la protección de sus culturas singulares.

La labor de la OIT en lo que respecta a los pueblos indígenas es doble. El Proyecto de Promoción de la Política de la OIT sobre los Pueblos Indígenas y Tribales (PRO 169) actúa a escala de la formulación de políticas, con el fin de integrar los principios expuestos en el Convenio 169 en las prácticas de las Administraciones, reforzar el diálogo entre los pueblos indígenas y los gobiernos nacionales y promover el conocimiento y la comprensión del Convenio. En este sentido, emprende asimismo iniciativas de creación de capacidades dirigidas a todos los agentes interesados en los ámbitos nacional, regional e internacional. En 2006, PRO 169 fue especialmente activo en Bangladesh, Bolivia, Burkina Faso, Burundi, Camboya, Camerún, la República del Congo, Guatemala, Honduras, India, Kenya, Marruecos, Nepal, Pakistán, Perú, Filipinas y la Federación Rusa. PRO 169 coopera asimismo con la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en el estudio de la legislación africana sobre protección de los pueblos indígenas y tribales. El programa OIT-INDISCO complementa la labor de PRO 169 mediante la puesta en marcha de iniciativas sobre desarrollo económico y trabajo decente adecuadas a las culturas, aspiraciones y especificidades particulares de los pueblos indígenas. En 2006, INDISCO llevó a cabo actividades en Camboya, Kenya y Filipinas.

Niskua, al igual que Ole Tingoi, trabaja también para PRO 169. Reside en Panamá, donde estudia rela-Page 18 ciones internacionales y ciencias medioambientales. Está interesada en promover un desarrollo sostenible para su comunidad. Explica que, aunque la sensibilización respecto al cambio climático comienza a arraigar en Panamá, no se han producido efectos manifiestos en el medio ambiente. Dado que el cambio climático no constituye un problema acuciante en Panamá como lo es en la sabana africana, Niskua no se refiere al efecto de dicho cambio en la sociedad, sino más bien al modo en que la comunidad Kuna trata de hacer frente al influjo del cambio generado por comunidades externas.

"Nuestro sector del turismo, gestionado en exclusiva por los kuna, sigue haciendo frente a este cambio. Sin embargo, necesitamos formación profesional sobre el modo de establecer sistemas de reciclaje y gestión de residuos, de modo que reduzcamos los daños al medio ambiente en la medida de lo posible. Muchos kunas trabajan ahora para la creación de un sector del turismo sostenible, sobre todo dada la existencia de una demanda de ecoturismo en la actualidad".

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