El pensamiento internacionalista en la era Lula.

AuthorBernal-Meza, Ra

INTRODUCCIÓN

No hay dudas acerca del ascenso del Brasil en las estructuras de poder mundial. Actualmente el país integra el reducido grupo de países que pasaron de una inicial inserción periférica y subordinada en el siglo XIX a formar parte del segmento más dinámico de la semiperiferia (1). En ese camino, en el período 2003-2010, la política exterior, junto a la formulación de un nuevo regionalismo como estrategia de inserción global y un nuevo modelo ideal de Estado, ha sido un factor clave.

Como otros gobiernos, el presidente Lula da Silva formó parte de la renovación gubernamental de modelos económicos, políticas exteriores y de estrategias de inserción internacional que caracterizaron la transición de la mayoría de los países latinoamericanos entre el fin del siglo xx y principios del XXI. Los recambios de alianzas de gobierno y tendencias políticas fueron la respuesta de las sociedades nacionales a la crisis generada por el modelo neoliberal y la implementación de políticas públicas de acuerdo a una visión ideológica y fundamentalista de la globalización (2), que incluyeron la transferencia de activos nacionales (públicos y privados) al capital transnacional, la apertura unilateral de las economías, la desregulación de los mercados (financiero, comercial y laboral) y, en general, una política de sumisión y, en casos, de > respecto de Estados Unidos y el capitalismo central. La diferencia con el resto de países es que Brasil cuenta con los atributos geográficos, económicos, demográficos y culturales para aplicarse a ese desafío de formar parte del grupo de actores centrales del sistema internacional contemporáneo.

Durante las administraciones de Lula da Silva la política exterior encontraría un rumbo definido, que la enlazaría con la etapa de reformulación y cambio que había caracterizado la década de 1970, durante la cual la gran política fue asociada a objetivos comerciales y económicos.

Después de un período de gran dinamismo en política exterior (apertura a África; participación activa en las agendas del mundo en desarrollo) y de un fuerte crecimiento económico, cambios internos y externos llevaron a una sensación de agotamiento de estas estrategias. El modelo de política exterior de la década de 1980, de las presidencias Figueiredo y Sarney, asociado al >, había evolucionado hacia una fase de crisis y contradicciones (Cervo y Bueno, 1992; Cervo, 1994). Es en este contexto que Collor de Mello lanza su plataforma de política exterior que modificaría el rumbo en tres aspectos- actualizar la agenda externa; construir una nueva agenda prioritaria y no conflictiva con Estados Unidos y reducir el perfil tercermundista (Hirst y Pinheiro, 1995).

La crisis política interna --renuncia y destitución de Collor y su reemplazo por Itamar Franco-- modificó sustancialmente las expectativas. Surgieron en ese contexto dos posiciones dentro de Itamaraty: una que veía el acercamiento a Estados Unidos como el camino para recuperar la >, siguiendo el modelo de política exterior del presidente argentino Carlos Menem, y otro que proponía la búsqueda de mayor autonomía y el distanciamiento de Washington, explotando también la condición de Brasil como potencia media (3). Mientras la segunda comenzaría a advertirse con Itamar Franco, la primera caracterizaría a las dos administraciones de EH. Cardoso.

La política exterior de Franco buscaría posicionar a su país en el liderazgo sudamericano del regionalismo, con su propuesta del Acuerdo de Libre Comercio Sudamericano (ALCSA), vis-á-vis los Estados Unidos y su proyecto de integración hemisférica fue seguido por la política exterior neo-idealista de las dos administraciones de F.H. Cardoso, política cercana al pensamiento dominante en el centro del capitalismo mundial y que sería marcada por los cuestionamientos y críticas (Cervo, 2002; 2008a; Bernal-Meza, 2002; 2009a).

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva no solo representa un cambio significativo respecto del pensamiento en política internacional predominante en el período anterior (EH. Cardoso), sino en el modelo ideal de Estado necesario para la inserción en el contexto sistémico marcado por la transición del orden y la globalización de la economía-mundo capitalista. Ambos aspectos marcarán lo que su gobierno haría respecto de la integración, la cooperación sudamericana y los sistemas político y económico mundiales.

Lula llega al gobierno brasileño al comenzar un nuevo siglo, en un sistema mundial caracterizado por dos procesos: uno en el ámbito del subsistema político, que corresponde a la transición hacia un nuevo orden que sustituirá al mundo bipolar y otro en la economía política, identificado con la globalización/mundialización (4) y el auge de la > y el > (5).

El contexto internacional, transitando más de una década de post guerra fría, vivía el proceso de construcción de un nuevo orden mundial, bajo la preeminencia de los Estados Unidos como la única superpotencia. Las condiciones que habían caracterizado al sistema internacional durante los doce años anteriores, frente a las cuales la política exterior norteamericana respondió con tendencias contrapuestas entre el unipolarismo y el multipolarismo (6) se reforzaron fuertemente hacia el unipolarismo, luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Los Estados Unidos, bajo la presidencia de George Bush Jr. abandonaron la visión del internacionalismo liberal neo-kantiano, que había predominado en la política internacional de la administración de Bill Clinton. En ese contexto, América Latina perdió interés en la política exterior norteamericana, cuya preocupación se centró en la guerra contra el terrorismo islámico.

La política exterior norteamericana, en sus fundamentos epistemo-teóricos, pasó del soft power propuesto por Joseph Nye (2004) y adoptado por Clinton como mecanismo de seducción y atracción hacia su renovada visión del multilateralismo en condiciones de hegemonía, al hard power que la derecha republicana rescató de la tradición más dura del realismo norteamericano.

Como señaló un gran historiador, el corto siglo xx había terminado en 1991. En los años finales de la década de 1980 y en los primeros de la de 1990 terminó una época de la historia del mundo para comenzar otra nueva (HOBSBAWM, 2007), que se cerraba con el fin de la guerra fría y se abría a un nuevo ciclo de utopía neoliberal. Fue esta transición la que justificó a un difundido autor afirmar >, que diferenciaba entre aquellos Estados en que se impuso la democracia y el libre mercado y aquellos que seguían anclados en la historia. Fukuyama (1992) representaría el símbolo de la visión liberal, simplista y monocausal de las relaciones internacionales (7); cosmovisión que sería confrontada por la realidad de los hechos: un mundo fragmentado por las diferencias. Estas fueron advertidas por otros ideólogos de las relaciones internacionales, entre los cuajes destacó Huntington (1993;1996), que fundamentaría las nuevas interpretaciones para el conflicto internacional y la lucha por el poder, basadas en las diferencias culturales y religiosas.

Así, Fukuyama y Huntington expresaron la imagen de un mundo fragmentado y conflictivo, que reflejaba la existencia de multipolaridades. Un contexto sistémico que los pensadores de la política exterior brasileña supieron captar para sustentar los fundamentos sustentadores de la nueva visión de su política exterior. Este sería el escenario en el cual se formularía el pensamiento teórico de la política exterior de Lula da Silva.

LOS CAMBIOS EN EL ABORDAJE TEÓRICO DE LA HEGEMONÍA (8)

A pesar del cambio de época, que se identificaba con el fin del orden bipolar, los cambios en el abordaje teórico acerca de la interpretación del mundo y sus procesos habían comenzado antes, hacia finales de la década de 1970 y la siguiente. La academia norteamericana dominó los debates, entre los formuladores de la interdependencia (Keohane y Nye,1977) y la respuesta del neorrealismo estructural (Waltz, 1979; y Gilpin, 1981); mientras como alternativas aparecían la teoría crítica (Cox, 1981)) y una renovada visión de la economía política de las relaciones internacionales que hacía parte de una tradición sistémico-estructural (Wallerstein, 1974; Arrighi,1994;1996).

Por otro lado, reafirmando la influencia del liberalismo kantiano --ya presente en el pensamiento de la interdependencia-- el papel de las instituciones y la cooperación en el ordenamiento sistémico (Keohane,1988,1993; Krasner,1986; Hurrell,1992), parecía influir predominantemente en las propuestas de política exterior de lo que años después sería el período de la administración Clinton.

Una visión que contribuyó fuertemente a fragmentar el mundo que --supuestamente-- estaba uniendo el > y la > fue el paradigma civilizatorio, propuesto por Huntington (1993;1996). La diplomacia brasileña respondió a este clivage cultural fortaleciendo la idea de un >.

Por último, un elemento teórico importante por su influencia en el modelo brasileño ideal de Estado que debería servir como el instrumento para la inserción en el nuevo contexto global sería el estado comercial (Rosecrance,1986), al que ya se había identificado como fuente de importante influencia en la política exterior chilena (Bernal-Meza, 2004) y la argentina del período de gobierno de Carlos Menem (1989-1999). En este último caso, en el realismo periférico, la formulación teórica de Escudé que influyó decisivamente en la política exterior argentina entre 1989 y 2003 (Escudé, 1992; 1995), había una fuerte influencia de Rosecrance, cuestión que el propio Escudé había reconocido expresamente (9).

Toda esa producción de lo que muchos identificaron como la >, en la que seguía predominando la tradición realista, enfrentó el desafío de interpretar la naturaleza de los cambios que comenzaban a insinuarse en el sistema internacional. Pero las teorías dominantes provenientes de los Estados Unidos no supieron prever el fin de la guerra fría (Smouts,1998) lo que abrió...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT