El nuevo órgano sindical internacional aborda la globalización

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La UNI se constituyó el pasado año, mediante la fusión de cuatro federaciones sindicales de menor dimensión; a saber, la Fiet, la Internacional de Co- municaciones, la Federación Gráfica Internacional y la Internacional de los medios de comunicación social y del espectáculo (MEI). De acuerdo con Phi- lip Jennings, Secretario General de la UNI, la fusión fue una respuesta consciente al proceso de convergencia entre las TI, las telecomunicaciones y los sectores de artes gráficas y medios de comunicación, y al crecimiento de una economía de servicios basada en el conocimiento. La UNI cuenta con 800 organizaciones sindicales afiliadas en 140 paí- ses, que a su vez representan a trabajadores en los sectores del comercio, la banca, las TI, las telecomunicaciones, las artes gráficas, los medios de comunicación, el turismo y los servicios de correos, entre otros.

La creación de la UNI forma parte de un proceso más amplio de reforma estratégica acometido por las organizaciones sindicales en respuesta a la evolución económica mundial. La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), con sede en Bruselas, se ocupa actualmente de un proceso denominado Revisión del Milenio, con el que se espera lograr el estrechamien- to de los vínculos estructurales con la UNI y con otras organizaciones sindicales sectoriales, a las que se denomina colectivamente como secretarías profesionales internacionales (SPI). La CIOSL congrega a federaciones nacionales de sindicatos, mientras que cada sindicato se afilia específicamente a su propia SPI. Lastradas por una denominación poco atractiva, las secretarías profesionales inter- nacionales han anunciado recientemente su inten- ción de cambiar su nombre por el de «Sindicatos Mundiales», una alianza que incluye a 10 SPIs sec- toriales, al Comité de Asesoramiento Sindical de la OCDE (TUAC) y a la CIOSL. El Congreso funda- dor de la UNI procuró reconocer el papel general de coordinación desempeñado por la CIOSL en re- lación con la formulación de políticas laborales de ámbito mundial. Por su parte, Bill Jordan, actual Secretario General de la CIOSL, describió la crea- ción de la UNI como el «avance más significativo del sindicalismo internacional en décadas».

La elección de Alemania como sede de la reunión de la UNI fue muy acertada, ya que este país ha ex- perimentado en los últimos meses una transformación del escenario sindical habitual, con la fu- sión de cinco sindicatos en el nuevo y fuerte sindicato del sector servicios con 3 millones de afiliados Johannes Rau, Presidente Federal alemán y uno de los ponentes invitados al Congreso, señaló a los sindicatos la importancia que reviste para estas or- ganizaciones actuar a escala internacional. «No considero que la misión de una red sindical internacional consista en bloquear el proceso de globalización. Más bien creo que su función debe consistir en dar a la globalización económica una dirección que propicie la consecución de una mayor prosperidad para todos, más justicia, más solidaridad y más cooperación», afirmó.

Su llamada de atención se vio reflejada en el debate posterior sobre la cuestión, en el que la UNI se comprometió a adoptar una posición de defen- sa de «una dimensión social de la globalización».

En este sentido se instó a la integración de las normas fundamentales del trabajo en futuros acuerdos comerciales de la OMC, al refuerzo de la labor de la OIT, a la democratización del FMI, el Banco Mundial y otros organismos internacionales, y a la adopción de medidas (como el denominado im- puesto Tobin) que permitan controlar los flujos internacionales de capital a corto plazo. Como seña- ló un delegado sindical francés, «no estamos en contra de la globalización, sino de una concepción específica de ésta, en la que el sistema financiero internacional se mantiene ajeno al control de los gobiernos y de las personas».

Philip Jennings, de la UNI, advirtió de la posibilidad de que el proceso de globalización no sobre- viva si no se vincula a una mayor equidad internacional. Argumentó que la UNI debe contribuir a la ampliación del diálogo social y del asociacionismo, llevando éstos del ámbito nacional al internacional.

Hemos suscrito ya tres acuerdos de escala mundial con multinacionales (Telefónica, Carrefour y OTE) y hemos previsto firmar muchos más. El objetivo es crear un diálogo eficaz con estas empresas

, señaló. «Si las cosas se ponen mal, queremos disponer de la capacidad para ayudar a los afiliados en apuros, basándonos en una solidaridad global efectiva», añadió.

Los delegados en el Congreso de la UNI debían abordar el desagradable hecho de que la afiliación

sindical desciende en numerosas regiones del mundo. Se les informó de que, incluso en un país con altos índices de sindicación como Suecia, el porcentaje de jóvenes afiliados a organizaciones sindicales había experimentado un acusado descenso, pasando del 62 al 47% en sólo seis años. La UNI reivindicó su papel en la coordinación de campañas organizadas en el ámbito internacional, con dos ejemplos recientes centrados en el personal de los centros de atención de llamadas y en el sector de la telefonía móvil. Además, subrayó el valor del correo electrónico y de Internet, como herramientas útiles en la organización de actividades a escala internacional.

En Berlín se constató asimismo la creciente sensibilización respecto al hecho de que los sindicatos necesitarán extender su acceso a las personas ocupadas en nuevas formas de trabajo. La UNI instó a la defensa de los derechos de los que denominó «nuevos trabajadores», llamando la atención respecto a las necesidades específicas de los teletrabajadores, los trabajadores a tiempo parcial y los ocasionales, los creativos, los trabajadores por cuenta propia y los especializados en las TI. Los delegados al Congreso de la UNI fueron informados de las iniciativas emprendidas en varios países como España, Países Bajos, Alemania y Estados Unidos y encaminadas a que los sindicatos atiendan las demandas de los trabajadores no sujetos a relaciones tradicionales entre empleador y empleado. «Nuestros afiliados trabajarán cada vez más como autónomos en el campo de Internet, teletrabajadores, intermediarios, subcontratistas y personal despla- zado a otros continentes», afirmó Philip Jennings.

El temario de la negociación colectiva debe cam- biar para lograr la formulación de políticas favorables a la familia que faciliten la adopción de pautas de trabajo cada vez más flexibles.

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