España, de nuevo en el consejo de seguridad (2003-2004)

AuthorMar José Cervell Hortal
Pages1034-1037

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El 27 de octubre de 2002, inmediatamente después de la votación por la que Timor Oriental pasaba a ser el Estado número 191 de la Organización de las Naciones Unidas, España fue oficialmente elegida nuevo miembro no permanente del Consejo de Seguridad, por un periodo de dos años (que es el que establece el art. 23.2 de la Carta de las Naciones Unidas de 1945) a partir del 1 de enero de 2003, fecha en la que abandonarán su puesto Mauricio, Noruega, Singapur, Colombia e Irlanda y se incorporarán junto a España, Alemania, Chile, Angola y Pakistán. El Consejo quedaría, pues, desde esa fecha integrado por Alemania, Angola, Bulgaria, Camerún, Chile, China, Francia, Guinea, España, Estados Unidos, México, Pakistán, Reino Unido, Rusia y Siria.

La elección de España ha sido fruto de una intensa campaña iniciada en 1997 y que logró, en febrero de 2001, el respaldo del Grupo de Europa Occidental y otros Estados, al que pertenece. Eran necesarios dos tercios de los votos de los Estados presentes en la Asamblea General y, finalmente, fueron 122 los conseguidos de un total de 183 emitidos. De este modo, nuestro país ocupa por cuarta vez un asiento en el Consejo de Seguridad (bienios 1969-1970, 1981- 1982 y 1993-1994).

El mencionado artículo 23 de la Carta establece, como criterios para ser elegido miembro no permanente, la contribución del candidato al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales y los demás propósitos de la Organización, así como una distribución geográfica Page 1035 equitativa, conforme a la cual, dos de los puestos de miembros no permanentes se asignarían al Grupo Occidental y otros Estados (España y Alemania, en este caso), dos para Asia, dos para América Latina y Caribe, tres para África y uno para Europa Oriental. En el caso español, tanto esta candidatura como la alemana fueron endosadas por el Grupo Occidental sin que mediara conflicto alguno pues, fuera de la práctica habitual, sólo se presentaron estos dos Estados. La presidencia del Consejo de Seguridad rota mensualmente, según el listado de Estados miembros ordenado alfabéticamente, con lo que pasaría a manos españolas en julio de 2003 y septiembre de 2004.

Pese a ser tristemente cierto y conocido que la toma de posiciones de un miembro no permanente nunca tiene tantas repercusiones como la de alguno de los cinco miembros con derecho a veto, no lo es menos que el papel de España en el Consejo de Seguridad puede ser de cierta relevancia para determinadas cuestiones, pues recordemos que en este órgano las decisiones se adoptan por nueve votos a favor (entre los que deben encontrarse los de los cinco permanentes, si se trata de cuestiones relevantes), de manera que el voto español podrá, en su caso, inclinar significativamente la balanza de uno u otro lado.

Los temas actualmente candentes y a los que el Consejo de Seguridad, con España como nuevo miembro, habrá de enfrentarse son...

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