Internacionalización de las elites chilenas.

AuthorLarra

En la política mundial de los últimos 30 años destaca la expansión de la sociedad civil y la mayor participación y protagonismo de actores no estatales y grupos de intereses en los problemas de la agenda internacional y que empiezan a tener una dimensión transnacional. Esto implica la participación de actores que "comprenden" y manejan los nuevos códigos y símbolos globales. Una comunidad de sujetos cosmopolitas que se sienten cómodos viajando e interactuando cotidianamente con sus "nuevos pares" internacionales insertados en una sociedad global compleja, que trasciende los Estados nacionales y que funciona con reglas del juego que regulan el orden mundial y son administradas directamente o a través de organismos internacionales, donde se toman decisiones y se resuelven problemas y conflictos consensuada o impositivamente. Una "casta" de gerentes mundiales. Como una manera de reflexionar sobre esta materia, el presente ensayo pretende hacer una aproximación a las visiones y actitudes de estas elites transnacionales en la sociedad chilena, para lo cual se analiza preliminarmente un estudio de caso a partir de la experiencia de intercambio académico y la influencia cultural que ha desarrollado el Programa Fulbright en Chile.

  1. INTRODUCCIÓN: UNA PROPUESTA CULTURAL EN POLÍTICA EXTERIOR

    El presente ensayo pretende dar cuenta de las visiones y preferencias transnacionales de las elites chilenas. Para ello, se anticipan algunos resultados y conclusiones preliminares de un trabajo empírico basado en las percepciones y actitudes de profesionales formados en centros académicos estadounidenses.

    Para lo anterior, se exploran algunas ideas respecto de la emergencia en Chile de sectores de recursos humanos altamente calificados. Esto tiene relación con la acción que desarrollan programas de intercambio cultural en nuestro país, destacando particularmente la trayectoria e influencia del Programa Fulbright en Chile. Por esta razón, se ha seleccionado como estudio de caso la acción de esta entidad binacional que ha tenido un papel relevante en la formación de profesionales y especialistas de reconocida competencia en nuestro país.

    La formación de una elite de profesionales, tecnócratas, los "mejores y más brillantes" de su generación (1), ha sido producto, en parte, del efecto del Programa Fulbright como instrumento de política exterior de los Estados Unidos. Durante 50 años esta relación cultural bilateral, particularmente de intercambio académico y científico, ha permitido que más de 1.500 chilenos hayan estudiado, investigado y/o enseñado en los Estados Unidos de América y alrededor de 700 estadounidenses lo hayan hecho en Chile.

    Una de las hipótesis aquí planteadas es que la experiencia Fulbright ha sido uno de los instrumentos de influencia más eficaces de la política exterior estadounidense a nivel bilateral, considerando lo modesto de la inversión y el retorno consistente en crear una elite formada principalmente por profesionales, tecnócratas y científicos PTC. Asimismo, la política de este programa de cooperación e intercambio educacional en Chile ha incluido las artes y la enseñanza masiva del idioma inglés. No obstante, para los efectos de nuestro estudio, centraremos la atención solamente en la primera categoría, esto es, la elite de PTC.

    Entre los rasgos más característicos del Programa Fulbright en el mundo se destacan tres elementos importantes: su continuidad, los estándares de calidad exigidos a los candidatos que postulan al concurso de intercambio cultural y su alcance demográfico. En nuestro país, comparado con otros programas de intercambio y cooperación educacional bilateral, especialmente de Europa, esta experiencia de formación académica y científica es la de mayor tradición y continuidad existente en Chile.

    En el contexto mundial, el 1 de agosto pasado, el Programa Fulbright cumplió 58 años desde su creación en 1946 por el presidente Harry Trumman. Establecido como el programa "estrella" del gobierno norteamericano en materia de intercambio educacional, es administrado por la Oficina de Asuntos Educacionales y Culturales del Departamento de Estado. Desde su inicio, más de 255.000 personas procedentes de más de 150 países y pertenecientes a innumerables disciplinas, estudian, investigan o enseñan en el extranjero: han participado en el Programa 96.400 norteamericanos y 158.600 de otros países, la mayor parte de ellos en centros académicos y científicos de Estados Unidos. Esta continuidad y magnitud no es homologable a otras becas de organismos y fundaciones del mismo país que han operado en Chile, tales como la Fundación Ford, la Fundación Rockefeller, y la Tinker Foundation.

    En materia de intercambio, el Programa otorga aproximadamente 4.500 becas al año en todo el mundo, para lo cual el año fiscal 2003, el Congreso de Estados Unidos entregó al Programa Fulbright la cantidad de 123 millones de dólares (2). En el mismo período los gobiernos de otros países aportaron en forma directa y otros 28 millones de dólares. Desde 1997, con el Nuevo Acuerdo de Cooperación Educacional entre Chile y los Estados Unidos, nuestro país, que constituye la primera experiencia Fulbright en América Latina (1955), es uno de los gobiernos de la región --junto con los de México y Argentina-- que hace aportes financieros regulares al programa.

    Desde el punto de vista demográfico, es notable el impacto que el programa ha tenido en el desplazamiento de personas, sin perjuicio de destacar necesariamente las características de la población que se moviliza. En el lenguaje del senador Fulbright, "los mejores y más brillantes" de cada país ("the best and the brightest"). Cada año, una elite de estudiantes con méritos académicos y potencial de liderazgo, de investigadores, científicos, artistas y profesionales, se desplaza y migra temporalmente hacia y desde los Estados Unidos y 152 países a fin de perfeccionarse.

    Desde el punto de vista de la política exterior de los Estados Unidos, en especial a partir del momento en que esta potencia asume un rol de liderazgo mundial después de la Segunda Guerra Mundial, el Programa Fulbright se erige como una expresión del idealismo liberal tradicional norteamericano y de un nuevo espíritu internacional y global del país del norte. En otras palabras, y en opinión de algunos, es con mucho la mayor contribución de los Estados Unidos de América a la comprensión internacional y a la paz mundial, y ha sido uno de los instrumentos de política exterior más eficaces del llamado "soft power" estadounidense, es decir, la influencia de los principios y valores norteamericanos en la política mundial (3).

    La ley que...

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