Efectos de la migración en los países expulsores: Comparación de México con Turquía

AuthorPhilip Martin
PositionDepartmento Agricultural y Recursos Economicos, University of California, Davis
Pages97-111
BIENESTAR Y POLÍTICA SOCIAL
VOL 2, No. 2, pp. 97-111
97
Philip Martin
Departmento Agricultural y Recursos Economicos, University of California, Davis
martin@primal.ucdavis.edu
migrantes internacionales son aquellas personas que atraviesan las fronteras nacionales
y permanecen fuera de su país natal o del cual son ciudadanos, por 12 meses o más,
independientemente del motivo que tengan para estar en el extranjero o de su situación legal
mientras se encuentran en el extranjero. Según las estimaciones de la ONU, el número de
emigrantes internacionales ascendió a 191 millones en 2005, y la mitad se había integrado a
la fuerza laboral del país de destino. La emigración laboral internacional afecta tanto a los
países de acogida como a los países expulsores, y la gran mayoría de los efectos que tiene la
emigración en los países expulsores se capturan en los llamados canales 3-R, a saber,
reclutamiento, remesas y regresos.
En México como en Turquía, el reclutamiento inició con la aprobación por parte de los
gobiernos de los Estados Unidos y de Alemania, de movimientos de trabajadores no capacitados.
En ambos países, los flujos laborales aumentaron y tuvieron una mayor duración que la esperada
debido a la distorsión y a la dependencia: las decisiones que tomaron algunos patrones en
relación a sus inversiones suponían que siempre habría inmigrantes disponibles, y algunos
emigrantes y algunas regiones llegaron a depender de los trabajos en el extranjero y de las
remesas. Hubo una pausa de una década en la emigración de México a los Estados Unidos de
mediados de la década de los sesentas a mediados de la década de los setentas, mientras que la
emigración laboral a principios de la década de los setentas cambió por unificación familiar
a finales de la década de los setentas en el caso de la emigración de Turquía a Alemania.
Tanto el gobierno de México como el gobierno de Turquía ven la emigración como una
válvula de seguridad de corto plazo, pero ambos países tienen diferentes políticas en lo que
respecta a los emigrantes actuales y a los futuros emigrantes. El gobierno mexicano, que con
frecuencia dice que representa a 105 millones de mexicanos en México y a otros 25 millones en
el extranjero (la mitad niños nacidos de mexicanos en el extranjero), espera emigración continua
y crecimiento de las remesas, y las políticas para mejorar las condiciones de los mexicanos en el
extranjero se han convertido en una gran prioridad. El gobierno turco, por otra parte, resta
importancia a la posible emigración ya que pretende formar parte de la Unión Europea (UE), y
subraya que son pocos los turcos que parten en busca de trabajo en el extranjero y que la entrada
de inversión extranjera y local, en conjunto con su participación en la UE, acelerará el crecimiento
económico y el crecimiento del empleo y estimulará a la mayoría de los turcos a quedarse en su
patria una vez que tengan la libertad de buscar trabajo en otras partes de la UE.
Palabra clave: Emigración laboral, desarrollo económico, México y Turquía.
Clasificación JEL: J61, O1.
EFECTOS DE LA MIGRACIÓN EN LOS PAÍSES EXPULSORES:
COMPARACIÓN DE MÉXICO CON TURQUÍA
Resumen
E

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