SILHON, Jean; El Ministro de Estado, 1634

Pages256-260

Page 256

con el verdadero empleo de la política moderna,

París, Toussaint Du Bray.

(159?-1667)

LIBRO PRIMERO

[14] Discurso segundo. Que el arte de gobernar es complejo & difícil & que recibe gran ayuda de su estudio.

No hay, por tanto, nada extraño en encontrar tan pocas personas de bien entre tantas ocasiones de pecar, ni que la ciencia del gobierno sea tan rara, puesto que es realmente difícil. La razón de Estado que subyace en la materia, es tan problemática y tan ambigua y sus asuntos son tan complejos que nos abruman. No hay que sorprenderse si muy a menudo no podemos tomar partido y si la elección que hacemos en tal confusión es más bien un golpe de suerte y un efecto de nuestra libertad más que una elección razonable. Además, la mayor parte de los preceptos Políticos que nos han dejado y que se han reducido en forma de ciencia, [15] son cosas tan arbitrarias, que si la Naturaleza o la experiencia no dan el Arte de aplicarlas, resultan ser o perniciosas o vanas. Muy a menudo, en lugar de hacer a un hombre hábil, no hacen de él más que un pedante. Comunican la presunción y no la sabiduría. Alejan, en lugar de mostrar el atajo y para una triste reforma que prometen, confunden y alteran todo, por la novedad que introducen. La misma vía de los ejemplos es tan tramposa y el pasado juzga tan mal el futuro que no podemos concluir nada.

Page 257

[19] La vida del hombre es una travesía tan corta que a duras penas le es suficiente para realizar cinco o seis negocios importantes, y ordinariamente aquellos que no tienen más que el sentido común para actuar, dejan de vivir o de tener salud, cuando al fin adquieren la experiencia. Y al contrario, aquellos que el estudio prepara y a los que guía la Filosofía, lo alcanzan con prontitud, si mantienen un discurso sano, serán hábiles desde el momento en el que traten los asuntos [...].

[23] Discurso Tercero. Que el conocimiento de la Moral es una preparación necesaria para la Política.

No hay ninguna duda de que la ciencia de la moral no sea una preparación necesaria para la [ciencia] civil y que los que aspiran a ella, sin estar acompañados de ninguna otra, parecen enfermos que quieren correr, sin tener fuerzas siquiera para andar.

[24] La moral, pues, concierne solo al hombre, considerada fuera del tumulto de los asuntos y de la agitación pública. [...] Se ocupa de mantener el orden, que debe haber entre dos naturalezas tan diferentes y entre extremos tan alejados. Quiere que lo mas noble ordene...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT