Evolucion de la politica exterior de Chile. Oportunidades para la juventud.

AuthorAlvarado, Fernando

Una gestión exitosa con resultados brillantes. Con esta frase puede resumirse la política exterior chilena desde comienzos de los años noventa. Chile ha logrado acuerdos de diversa índole con diversos Estados del mundo. Sin embargo, los especialistas y la prensa tienden a analizar estos tratados, ya sea políticos o comerciales, exclusivamente desde el punto de vista comercial y muchas veces no recuerdan que los acuerdos no sólo traen beneficios económicos, sino que los resultados de la política exterior que culmina en estos acuerdos también beneficia a los jóvenes y al testo de la población en la forma de nuevas oportunidades en los ámbitos social y cultural. El objetivo de este artículo es revisar brevemente la política exterior chilena, en especial las relaciones con la Unión Europea, y su vinculación con los jóvenes chilenos y las oportunidades que se presentan a este importante sector de la población, tema sobre el cual la literatura es aún muy escasa. El texto analizará brevemente la evolución de la política exterior de Chile desde comienzos de los años noventa y centrará la atención en las relaciones entre Chile y la Unión Europea, analizando las oportunidades que se han abierto para los jóvenes chilenos y mostrando que la política exterior chilena no sólo gira en torno a temas comerciales y económicos, sino que atribuye prioridad a temas políticos, culturales y sociales.

INTRODUCCIÓN

El mundo cambió a fines de los años ochenta. El fin de la Guerra Fría, con la caída del muro de Berlín, trajo nuevas prioridades a la política exterior de los diferentes países. Tras decenios de vivir en un mundo bipolar, en el cual las relaciones internacionales giraban en torno a temas de seguridad, comenzó una época de intensificación de las relaciones comerciales antes que de la seguridad frente a un eventual conflicto entre las otrora superpotencias. Se inició una era de predominio militar de una sola potencia y en que la economía mundial adquiere características cada vez más globales. Los nuevos tiempos se caracterizan por eventos económicos locales, por ejemplo, crisis económicas que repercuten a nivel global, y eventos globales que repercuten en las economías locales. Desde fines de los años ochenta aumenta además el intercambio comercial y se intensifican los flujos financieros a nivel mundial. Al mismo tiempo, se fortalece un sistema de gobierno que en los años setenta y parte de los ochenta estuvo ausente de la mayoría de los países latinoamericanos: la democracia. A fines de los ochenta la democracia pasa a ser el sistema de gobierno de una gran cantidad de países en el mundo, poniendo fin a decenios de gobiernos de facto, tanto de izquierda como de derecha. La democracia es legítima como sistema de gobierno en América Latina, Chile es un caso emblemático. Al respecto, la alta estabilidad política y económica generada desde el retorno a la democracia a comienzos de los noventa y especialmente su influencia en las relaciones exteriores chilenas, han transformado a nuestro país en paradigma de una transición democrática exitosa en un contexto de creciente globalización económica.

El presente artículo busca, en primer lugar mostrar que la política exterior chilena se ha caracterizado por aplicar una estrategia de inserción en la economía mundial mediante tratados comerciales con diferentes países del mundo. Se analizan específicamente las relaciones entre Chile y la Unión Europea, que alcanzaron su punto más alto en 2002, cuando el Estado chileno y la Unión Europea acordaron firmar un tratado de libre comercio y cooperación. Sin embargo, la política exterior de nuestro país con Europa y el resto del mundo no se ha caracterizado sólo por los temas comerciales. Analizaremos cómo otros temas de cooperación han permitido a Chile potenciar uno de los sectores más importantes de la sociedad: los jóvenes. Examinaremos cuáles han sido las principales áreas de cooperación que Chile ha logrado implementar gracias a su política exterior en relación con los jóvenes, mediante un trabajo orientado a dar impulso a la política pública de juventud.

COMIENZOS DE LOS AÑOS NOVENTA: SE INTENSIFICAN LAS RELACIONES COMERCIALES

A comienzos de los años noventa la política exterior chilena comenzó a aplicar una estrategia de reinserción política y económica en un mundo globalizado. La primera tenía como objetivo dejar de ser el país políticamente excluido durante el régimen militar y condenado en reiteradas ocasiones por violaciones a los derechos humanos; la segunda había comenzado a aplicarse durante el gobierno de Pinochet, y buscaba ser parte de la globalización económica.

Si analizamos el concepto de globalización, podemos concluir que es uno de los más estudiados de los últimos años, y ha llegado a ser divinizado y satanizado, entendido como útil o inútil para el análisis de los países en vías de desarrollo. Cabe señalar que la opinión sobre la globalización es tan diversa como la calidad de los artículos que lo estudian y no se ha logrado una definición clara, ni menos teorizar sobre el concepto (1). Si se examina la génesis del concepto de globalización, lo encontramos en los años ochenta como un término más bien periodístico (2), referido a la difusión de las noticias a través de medios que operan en forma transnacional. Sin embargo, con el paso del tiempo se traslada a las ciencias sociales. Si se parte de la premisa de que la globalización económica se refiere a la apertura de las economías nacionales a una economía mundial y a una interdependencia cada vez mayor entre ellas, se podría concluir que las opiniones sobre la génesis del concepto de globalización, en especial la economía, son diversas y en algunos casos excluyentes. Para Hirst y Thompson, la globalización de los mercados, especialmente en lo referido al comercio exterior, comienza a intensificarse al inicio del siglo XIX y se extiende hasta la Primera Guerra Mundial, momento en que decae, para recuperarse y crecer vertiginosamente desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días (3). Waters tiene una impresión diferente sobre la globalización y su génesis. Si bien coincide con otros autores respecto de la antigüedad del fenómeno, considera que recién desde fines de los ochenta, con el colapso de la Unión Soviética, comienza a definirse el concepto de globalización económica desde un punto de vista académico, lo cual coincidiría con la intensificación del mismo proceso. Es justamente a raíz del fin de la Guerra Fría que se incrementan las relaciones comerciales a nivel mundial. Así, el concepto central de seguridad que postulan la ex Unión soviética y los Estados Unidos pierde valor cuando subsiste una sola potencia.

Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el concepto de globalización define el proceso de transformación tecnológica e institucional de la economía mundial contemporánea. Sin embargo, el fenómeno y sus elementos constitutivos no están claramente diferenciados, lo que puede llevar a definir el término de acuerdo con los resultados (4).

En definitiva, las opiniones de los diferentes autores que figuran en estas líneas esbozan lo complejo que resulta definir el concepto de globalización y especialmente su génesis. En general, las características más comúnmente presentes en la literatura son la apertura comercial, una economía abierta a la libre competencia, la movilidad de bienes, capitales y servicios, la privatización de diversas actividades otrora en manos del Estado, las reformas estructurales neoliberales del Estado, la introducción de reglas, mecanismos e instituciones de gobierno a escala global, que permiten la interacción de unidades locales, nacionales y regionales y llegar a converger en una conducción eficiente a nivel global (5).

Sin embargo, estas características de la globalización se relacionan con aspectos económicos, que son importantes pero no únicos. También se asocia la globalización a la difusión de la democracia en el mundo post Guerra Fría como el mejor sistema de gobierno. Como señala el autor alemán Ulrich Beck, es una reproducción y condensación de interacciones que rebasan todo límite, un proceso que envuelve a toda sociedad y Estado en un complejo sistema de dependencias recíprocas (6).

LOS JÓVENES Y LA GLOBALIZACIÓN

Los jóvenes son un grupo muy perceptivo de la sociedad. Se podría definir como un sector de la sociedad capaz de captar claramente los procesos sociales de cambio en su ambivalencia de padecer y configurar. Tanto en su vivencia como en sus reacciones, pero también en su padecer, se encuentran los puntos de ruptura de los procesos sociales (7). Quizás es este grupo de la sociedad el que tiene mayor capacidad para percibir los cambios que se están generando a nivel local y global. Podría concluir que los jóvenes son quienes mejor logran captar una de las características más mencionadas de la globalización, en la cual acontecimientos locales repercuten en el ámbito global y lo global repercute en lo local. Sin...

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