Desempleo parcial, la respuesta alemana a la Gran Recesión

Published date01 June 2013
AuthorUlf RINNE,Karl BRENKE,Klaus F. ZIMMERMANN
Date01 June 2013
DOIhttp://doi.org/10.1111/j.1564-9148.2013.00183.x
Revista Internacional del Trabajo, vol. 132 (2013), núm. 2
Derechos reservados © Los autores, 2013
Compilación de la revista y traducción del artículo al español © Organización Internacional del Trabajo, 2013
Desempleo parcial, la respuesta alemana
a la Gran Recesión
Karl BRENKE*, Ulf RINNE** y Klaus F. ZIMMERMANN***
Resumen. A mediados de 200 9, en el punto álgido de la crisis, había en Alema-
nia 1,5 millones de trabajadores en régimen de desempleo parcial, lo cual impi-
dió probablemente un aumento del desempleo mucho mayor del que se registró.
Los autores advierten sin embargo de que su efecto amortiguador debe mucho
a las circustancias particulares del país, por lo que no pueden generalizarse estos
resultados. Además, las reformas legislativas subsiguientes favorecen el abuso del
mecanismo, como reeja el número signicativo de trabajadores en régimen de
desempleo parcial en industrias no afectadas por la crisis y la emergencia de un
patrón de aplicación del régimen por periodos prolongados.
L
a crisis nanciera y económica de 2008 afectó con dureza a Alemania, que
sufrió una caída del PIB del 5,1 por ciento en 2009, el doble de la caída
registrada en los Estados Unidos ese mismo año (OCDE, 2009). En Alema-
nia, sin embargo, la recesión no produjo un descenso fuerte del empleo (Rinne
y Zimmermann, 2012 y 2013). La disminución de la producción se restringió
esencialmente a las industrias exportadoras; el impacto en términos de empleo
fue limitado y la contracción de la demanda interna fue muy pequeña, al igual
que los efectos de contagio a las industrias no exportadoras. Según la Ocina
Federal Alemana de Estadística, la población ocupada se mantuvo estable
en 2008 y 2009, hasta el punto de alcanzar un récord de más de 40 millones.
El recurso al desempleo parcial contribuyó en gran medida a este sor-
prendente resultado. De hecho, la reglamentación por la que durante largo
tiempo se había regido dicho mecanismo se enmendó al inicio de la crisis
para ampliar los subsidios, lo cual ayudó signicativamente a impedir la pér-
* German Institute for Economic Research (DIW), Berlín, dirección electrónica: kbrenke@
diw.de. ** Institute for the Study of Labor (IZA), dirección electrónica: rinne@iza.org. *** Ins-
titute for the Study of Labor (IZA) y Universidad de Bonn, dirección electrónica: zimmermann@
iza.org. El presente artículo es una versión revisada y actualizada de Brenke, Rinne y Zimmer-
mann (2011). Los autores desean dar las gracias a Daniela Geppert y Alexander de Vivie por su
excelente labor de asistencia a la investigación, a Carolyn Ferguson por sus sugerencias editoriales
y a Mark Lansky por sus utilísimos comentarios y sugerencias.
La responsabilidad de las opinones expresadas en los artículos solo incumbe a sus autores,
y su publicación en la Revista Internacional del Trabajo no signica que la OIT las suscriba.
Revista Internacional del Trabajo
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dida de puestos de trabajo. El mecanismo también permitió a las empresas
alemanas mantenerse bien preparadas para poder aumentar de inmediato su
producción en el momento en que la demanda de sus productos repuntara. El
desempleo parcial es un instrumento de política poco utilizado a nivel inter-
nacional, y esta es la razón por la cual se lo denomina «respuesta alemana» a
la crisis económica1.
En todo el mundo, las políticas aplicadas inicialmente para atajar la re-
cesión buscaban fundamentalmente evitar la pérdida de puestos de trabajo
estabilizando y estimulando la demanda agregada. Alemania trató de hacerlo
con la ampliación del régimen de desempleo parcial, mientras otros países op-
taron más bien por extender las prestaciones de desempleo (Estados Unidos
y Japón), reforzar la protección social (Brasil e India) o mantener los niveles
de salario mínimo y otras medidas de ayuda económica a los grupos de bajos
ingresos (Torres, 2010, págs. 255-256). Estas respuestas parecen haberse guiado
en gran medida por intereses nacionales (Stiglitz, 2009), y el desempleo par-
cial en Alemania no es una excepción al respecto.
Durante el periodo de recesión, la reducción del tiempo de trabajo se
aplicó de forma generalizada en Alemania en las industrias que dependían de
las exportaciones y en los servicios muy vinculados a la producción industrial.
En el segundo trimestre de 2009, en el punto álgido de la crisis, uno de cada
tres asalariados sujeto a cotizaciones sociales del sector de productos elabo-
rados de metal se encontraba en régimen de desempleo parcial. En la indus-
tria automotriz, la relación era de uno de cada cuatro. Sin embargo, también
podían encontrarse trabajadores en dicho régimen en industrias no afectadas
por la caída de la demanda provocada por la recesión.
En el primer trimestre de 2011 la producción ya había vuelto a recupe-
rar los niveles previos a la crisis, el desempleo disminuía progresivamente y
el número de trabajadores ocupados era más o menos medio millón superior
al máximo registrado antes de la recesión (concretamente en la primavera
de 2008). De hecho, el empleo alcanzó un máximo histórico en Alemania en
dicho momento. Las predicciones de 2010 ya apuntaban a la recuperación y,
sin embargo, en el otoño de dicho año se prorrogaron las disposiciones para
favorecer el recurso al desempleo parcial establecidas al inicio de la crisis, lo
cual posibilitaba el disfrute del subsidio hasta nales de 2012. Como conse-
cuencia de ello, y a pesar de un aumento enorme de la producción, el número
de trabajadores con jornadas reducidas siguió siendo considerablemente más
alto que antes de la crisis.
El objetivo del presente artículo es analizar la evolución del régimen de
desempleo parcial y sus repercusiones en la economía durante la Gran Re-
1 Solo existe una reglamentación similar en algunos países europeos como Francia (Eich-
horst y Marx, 2009), aunque el trabajo temporal también puede reducir la duración del desempleo
(véase, por ejemplo, De Graaf-Zijl, Van den Berg y Heyma, 2011). Hijzen y Martin (en prensa)
ofrecen un análisis comparado de los distintos mecanismos nacionales de desempleo parcial apli-
cados durante la crisis.

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