La demagogia nacionalista hunde la economia catalana.

AuthorFernández, Donato
PositionOpinión

Cataluña, la histórica primera región económica de España desde hace más de dos siglos, ha dejado prácticamente de serlo desde 2009 en que su PIB fue similar al de la Comunidad de Madrid (solo lo superó en 0,6 puntos), aunque con un millón menos de habitantes. Baste recordar que en los inicios de los ochenta del pasado siglo, el peso del PIB de Cataluña en el total español superaba al de Madrid en más de 4 puntos y en 1995, en 2,1.

Cataluña es una de las Comunidades Autónomas (CC.AA.) que presenta peores índices económicos (véase tabla adjunta): en la última década ha sido de las de menor tasa de crecimiento del PIB, de la que más ha crecido el paro y, con mucho, la que más se ha endeudado. La actual situación financiera de Cataluña es grave: su endeudamiento sobre el PIB se sitúa en el 15,4%, al que hay que añadir el que presentan sus corporaciones locales y empresas públicas, bastante superiores a la media del conjunto de las CC.AA. El 30 diciembre de 2010, Europa Press publicó que la agencia de calificación Standard & Poor's había emitido un informe por el que colocaba el rating de solvencia financiera de Cataluña (que era de A+), en vigilancia negativa, debido a las dificultades para reducir su considerable déficit presupuestario.

A Cataluña nunca le han sentado bien los aires de libertad económica, por eso históricamente ha buscado la protección del Estado. Lo hizo ya en el siglo XIX reivindicando mayores aranceles para proteger su naciente industrialización en torno a la industria textil --acompañada por asturianos y vascos para su minería y siderurgia y por los cerealistas del centro-- y lo continuó reclamando a lo largo del siglo XX en el que se fueron añadiendo nuevos instrumentos protectores hasta lograr un modelo económico muy intervencionista que, a partir de la crisis económica de 1929, acabó reservando todo el mercado español para la producción interna.

Cataluña, tradicional mosaico de pequeñas y medianas empresas, hoy muy afectadas por la crisis, ha sido incapaz de articular, a diferencia del País Vasco o de Madrid, un núcleo mínimo de grandes empresas que le dé cierta entidad y presencia internacional. Sirva de ejemplo que el conjunto de las cinco empresas radicadas en dicha región que forman parte del IBEX-35 (Abertis, Banco Sabadell, Criteria Caixa Corporación, Gas Natural y Grifols) alcanzaba un valor bursátil --11 de enero de 2011-- de 38.174,5 millones de euros; esto equivalía a poco más del 8% del Grupo INDITEX --por...

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