¿En qué creemos? Un estudiomultinivel sobre la confianza en el parlamento como componente de las características del Estado

AuthorTom van der Meer
PositionInvestigador del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Amsterdam y del Instituto Holandés de Investigación Social
Pages133-152

Ver nota 1

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1. Introducción

Durante la última década, los científicos en ciencias políticas han hecho sonar las alarmas sobre el supuesto declive de la confianza en la política, que estaba teniendo lugar en todo el mundo occidental (Pharr y Putnam, 2000; Dalton, 2004;. Van de Walle et al 2008; Bovens y Wille 2008; Hendriks 2009). Además de los cambios que se producen con el paso del tiempo, los estudios anteriores encontraron grandes diferencias en los niveles de confianza en la política existentes en distintos países. En general, la confianza en la política es alta en los países nórdicos y en los Países Bajos, y más bien baja en Europa Central y Oriental (Fuchs et al, 1995;. Lis-thaug y Wiberg, 1995; Dogan, 2005; Denters y otros, 2007). La confianza en el sistema político es crucial para garantizar la legitimidad del sistema: la confianza en la política funciona como el pegamento que mantiene unido al sistema y como el aceite que lubrica la maquinaria política. Sin embargo, la falta de confianza en ciertos políticos (escepticismo) puede animar a la gente a participar en política (Hibbing y Theiss-Morse, 2002).

El reto es explicar por qué la confianza en la política difiere entre países y con el paso del tiempo. Teóricamente se han dado muchas explicaciones a este fenómeno. Muy recientemente, Bovens y Wille (2008) distinguen 10 explicaciones para explicar la reciente caída en la confianza en la política en un país (Países Bajos) que había recibido mucha atención de los investigadores en los últimos años. Sin embargo, la mayoría de estas explicaciones seguían siendo de alguna manera aproxi-mativa y no se comprobaron simultáneamente a través de estrictos estudios estadísticos. Para entender los cambios en un país, debemos situar a éste en una perspectiva más amplia y comparativa. En la actualidad, tenemos una serie de teorías sobre la confianza en la política, pero carecemos de juicio definitivo acerca de cuál de ellas es la más importante. Por lo tanto, este artículo trata de explicar las diferencias que la confianza en la política experimenta a través del tiempo y entre los diferentes países por medio de un enfoque teórico y metodológicamente más amplio.

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Para explicar por qué algunos ciudadanos confían en la política y otros no, muchos estudios de confianza en la política se centran predominantemente bien en las características de los ciudadanos (por ejemplo, en sus recursos y valores) o en las de los sistemas políticos (por ejemplo, en su comportamiento económico). Un enfoque más interesante es no centrarse exclusivamente en el sujeto de la confianza en la política (el que confía) o en el objeto de la confianza en la política (en lo que se confía) sino en ambos simultáneamente. Sólo entonces, la confianza en la política es tratada como una característica relacional más que como una característica de la personalidad o de un país. A tal fin, reduzco el objeto de mi estudio desde la vasta categoría de la confianza en la política a un aspecto específico de la misma, para el que se dispone de datos comparativos entre países, a saber, la confianza en el parlamento. Para explicar la confianza en el parlamento, me centro en las características de los ciudadanos y del sistema político, así como en la interacción entre ambos.

Al considerar la confianza como un concepto relacional, formulo y examino varias hipótesis contradictorias para explicar cómo las características del contexto pueden estimular la confianza de los ciudadanos en el parlamento. Por otra parte, estudio la interacción entre las características del sujeto y del objeto, deduciendo y comprobando hipótesis según los efectos contextuales que tengan un efecto más fuerte en algunos grupos sociales que en otros. En definitiva, este estudio plantea tres preguntas principales:

  1. ¿En qué medida cambia la confianza en el parlamento entre los diferentes países y a través del tiempo?

  2. ¿En qué medida explica el nivel de desarrollo de un país la confianza en el parlamento, teniendo en cuenta las características individuales?

  3. ¿En qué medida varía la relación entre el desarrollo de un país y la confianza en el parlamento según los diferentes grupos sociales?

Contestando a estas preguntas este artículo hace varias contribuciones importantes. En teoría, relaciono hipótesis existentes con un marco teórico único que conceptualiza la confianza en el parlamento como una estimación más o menos racional de las relaciones entre el ciudadano y el Estado, dependiendo de cuatro factores: la competencia, la atención, la rendición de cuentas, y la fiabilidad. Asimismo, teorizo cómo las características del Estado se relacionan con estos cuatro factores de la confianza. Empíricamente, este estudio examina de forma decisiva las teorías existentes de tres formas diferentes:

(1) Analiza simultáneamente una serie de hipótesis rivales acerca de los efectos de varias instituciones estatales; (2) tiene como objetivo explicar tanto las diferencias existentes entre diversas naciones en materia de confianza política, como las producidas por el paso del tiempo, y (3) aplica modelos multinivel, lo que permite un análisis simultáneo de los individuos, los períodos de tiempo, y los países.

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2. Teoría: la confianza en el parlamento como concepto relacional

La confianza es un concepto ambiguo. La gente puede confiar en diferentes instituciones por diferentes razones. En este trabajo mantiene que la gente no sólo confía o desconfía en la política, por causa de su personalidad o de su posición social; no hay "síndrome de confianza" en objetos diferentes (Zmerli et al., 2007). Más bien, la confianza es una valoración subjetiva de una relación. Este enfoque relacional de la confianza es mucho más común en la investigación socio-psicológica (Kasperson et al., 1992.): "A confía en B para hacer x" (Hardin, 2000). Kasper-son et al. (1992) sostienen que la confianza es una valoración racional de las situaciones sociales en torno a cuatro factores. Una persona que confía (el sujeto) implica que él/ella piensa que el objeto de la confianza cumple con ciertos requisitos: así, el objeto sería competente, intrínsecamente comprometido (atento), extrínsecamente comprometido (responsable de intereses ligados a su función) y predecible.

La competencia implica que el sujeto piensa que el objeto actuará siguiendo el interés del sujeto por una de las dos siguientes razones. Según la primera, el objeto tendría una necesidad intrínseca de actuar en línea con los intereses del sujeto, por ejemplo porque se preocupan uno del otro o comparten los mismos objetivos. Kasperson et al. (1992) llamaron a este factor "atención" o "cuidado". La segunda razón para el compromiso radica en la capacidad del sujeto para hacer cumplir las acciones del objeto, aunque sólo sea a través de la amenaza de castigar el comportamiento indigno de confianza negándole el apoyo futuro. Cuando el objeto de la confianza puede ser considerado responsable, el sujeto une al objeto a sus propios intereses. Los intereses del sujeto se convierten así en intereses "encapsulados" propios al objeto (Hardin 2000). El cuarto factor de la confianza es la fiabilidad o la previsibilidad: la medida en la que el comportamiento pasado del objeto sea coherente.

A pesar de que los cuatro factores de la confianza de Kasperson et al. (1992) fueron desarrollados para estudiar la confianza entre las personas, las instituciones del Estado difieren en la manera de cumplir estas cuatro demandas. Los parlamentos pueden ser considerados competentes cuando el resultado de la política tiene éxito social, económica y/o políticamente. Pueden considerarse inherentemente comprometidos (la atención), cuando están respaldados por una gran porción del electorado. El comportamiento parlamentario puede ser forzado cuando los ciudadanos son capaces de cesar a los políticos que no cumplen con su función. Y los parlamentos pueden ser más predecibles en la medida en que el sistema esté bien establecido y los gobiernos cumplan con las condiciones del mismo.

3. Hipótesis

A partir de estos cuatro presupuestos de las relaciones de confianza, deduzco varias hipótesis acerca de cómo las características del Estado afectan a la probabilidad de que los ciudadanos confíen en el parlamento. Teóricamente, el factor más probable que influye en la desconfianza de los ciudadanos en su sistema político son

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los niveles de corrupción del mimo (Dellaporta, 2000). La corrupción representa lo contrario de los cuatro presupuestos de la confianza. En primer lugar, la corrupción generalizada en la política y la sociedad disminuye seriamente la eficiencia y la eficacia del régimen parlamentario. Por otra parte, la corrupción nos da indicio de la incompetencia del parlamento para solucionar el problema. En segundo lugar, la corrupción implica la ausencia de escrúpulos morales: por sus acciones, los gobiernos y los parlamentos corruptos2 demuestran que no se preocupan en absoluto de sus ciudadanos. En tercer lugar, la corrupción prospera cuando existen limitaciones (institucionales) para exigir cuentas a los responsables públicos. En cuarto lugar, las sociedades corruptas no son fiables, en el sentido de que los ciudadanos no saben qué resultados esperar de la política. En suma, la corrupción parece ser la antítesis...

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