Covid-19 en Uruguay: Coyunturas y estructuras en un caso de éxito
Author | Pablo Brugnoni, Adolfo Garcé y Rafael Porzecanski |
Pages | 327-345 |
COVID-19 EN URUGUAY: COYUNTURAS
Y ESTRUCTURAS EN UN CASO DE ÉXITO
Pablo BRUGNONI
Adolfo GARCÉ
Rafael PORZECANSKI
RESUMEN: Transcurridos más de tres meses desde la llegada de la
pandemia, Uruguay es un caso de éxito. El gobierno de coalición enca-
bezado por el presidente Luis Lacalle Pou adoptó rápidamente medidas
para prevenir la propagación del virus y mitigar las consecuencias eco-
nómicas y sociales. La comunicación de las decisiones fue exitosa. La po-
blación comprendió la gravedad del desafío y cumplió con la consigna
de «quedarse en casa» sin necesidad de medidas coactivas. Aunque hubo
controversias sobre la oportunidad y profundidad de algunas medidas,
los principales actores políticos y sociales cooperaron. Al comenzar julio,
la pandemia está bajo control, la economía comienza a reactivarse y las
actividades sociales presenciales ganan creciente terreno. Retomar la sen-
da del crecimiento cuanto antes, con simultánea mejora de las tasas de
empleo, asoman ahora como los principales desafíos para el gobierno y la
sociedad en su conjunto.
Palabras clave: Uruguay, COVID 19, gobierno, distanciamiento físico
voluntario, Luis Lacalle Pou.
1. INTRODUCCIÓN
La pandemia llegó a Uruguay en un momento político especial: los
primeros casos de la COVID-19 se registraron el 13 de marzo, solo dos
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semanas después de la asunción del nuevo gobierno presidido por Luis
Lacalle Pou (Partido Nacional). Esto representó el retorno de la alternancia
en el poder, tras quince años de gobierno del Frente Amplio, con mayoría
legislativa propia. Después de la conrmación de los primeros casos, el
Poder Ejecutivo reaccionó rápidamente, declaró la Emergencia Nacional
Sanitaria y adoptó un conjunto de medidas orientadas a reducir la tasa de
contagio. El gobierno también buscó aminorar las dramáticas consecuen-
cias sociales de la brusca caída de la actividad. Aprobó medidas para evi-
tar la destrucción del tejido productivo y mitigar el aumento de la pobreza
aprovechando el buen acceso al crédito por parte de diversos organismos
internacionales. Transcurrido un mes de haber comunicado los primeros
casos, frente a los indicios de un achatamiento de la curva de contagios, las
autoridades exibilizaron su política sanitaria buscando reactivar la vida
económica y social. De todos modos, mantuvieron la exhortación de pre-
servar el distanciamiento físico voluntario, insistiendo en hacer un «uso
responsable de la libertad individual».
Al evaluar el comportamiento de los principales indicadores sanitarios
durante los más de cien días transcurridos desde la aparición de los prime-
ros casos, el saldo es netamente favorable 1. Al 30 de junio habían fallecido
27 personas por la COVID-19 y la tasa de mortalidad era una de las más
bajas de la región, a pesar de que Uruguay cuenta con el más elevado por-
centaje de población adulta mayor de América Latina (15 por 100). Luego
de haber llegado rápidamente a los 100 primeros casos, los contagios au-
mentaron en forma muy lenta a pesar de que el país fue incrementando
sustancialmente la capacidad de testeo, que pasó de los 200 tests hasta su-
perar en varias oportunidades los 1.000 diarios. Así, a mediados de junio
la situación de la pandemia estaba bajo control en el país, con un número
reducido de casos activos (personas con test positivo y cursando la enfer-
medad) y fallecimientos esporádicos. No obstante, se encontraba latente la
amenaza de aparición de nuevos focos a través de la frontera con Brasil,
uno de los países con más contagios del mundo, que comparte con Uru-
guay una frontera seca que incluye dos conurbanos binacionales: Rivera y
Chuy. De hecho, en la segunda mitad de junio se observó la aparición de
un foco de contagios en Treinta y Tres, uno de los departamentos fronteri-
zos con Brasil. Este foco alteró la tendencia de baja sostenida de los casos
activos, tal como se observa en el Gráco 1.
La situación favorable fue alentando progresivamente al gobierno a
exibilizar las medidas de distanciamiento originalmente planteadas. A
principios de junio, por ejemplo, comenzó el retorno gradual de las cla-
ses presenciales en educación inicial, primaria y secundaria. Pese al doble
esfuerzo de retornar a una «nueva normalidad» y mitigar los efectos rece-
sivos del connamiento y el distanciamiento, el impacto socioeconómico
del contexto pandémico ha sido profundo. Las solicitudes de seguro de
1 El caso uruguayo ha sido destacado ampliamente por la prensa internacional. Dispo-
nible en https://www.bloomberg.com/opinion/articles/2020-05-29/uruguay-is-beating-latin-america-
s-coronavirus-curse, https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52837193 y https://www.
economist.com/the-americas/2020/06/20/how-uruguay-has-coped-with-covid-19.
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