Sobre la contribución de la Unión Europea a un acuerdo definitivo de paz israelo-palestino

AuthorEugenia López-Jacoiste Díaz
PositionProfesora titular de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales. Universidad de Navarra
Pages838-844

Éste, o uno muy parecido, es el título de la obra recientemente publicada por el eurobask (Consejo Vasco del movimiento europeo) que ha sido galardonada con el VI premio de investigación Francisco de Javier de Landaburu Universitas 2007. Sus autores, los profesores José Luis De Castro (director del grupo de trabajo), Romualdo Bermejo, Cesáreo Gutiérrez Espada y Alexander Ugalde han aprovechado la conyunta de año 2007 para reflexionar sobre la transcendencia del cincuenta aniversario de los tratados de Roma y hacer un análisis pausado, razonado y fundado en la historia, economía y la política de europa en relación con la participación europea con en el desgraciado conflicto de Oriente Medio. Aprovechando esta conjuntar, los autores se centran también en el cuarenta aniversario de la Guerra de los Seis días (1967), que ya, como expone el prologuista, «nunca una guerra tan corta en el tiempo sería tan larga en consecuencias».

Oriente Medio y la cuenca mediterránea en su zona oriental siempre suscitó un gran interés por parte de los países europeos, bien por cercanía geográfica, bien por intereses de diversa índole. Sin embargo, la evolución paralela de la incipiente Unión Europea en los años cincuenta al norte del mediterráneo y el conflicto árabe-israelí, durante esos mismos años, pero al sur de tales mares, hace que los europeos tenga que involucrarse más y más en el conflicto de aquellos territorios vecinos para intentar mediar una solución pacífica y definitiva de paz. En sentido estricto no se puede hablar de una contribución de la Unión Europea a un acuerdo de paz definitivo en la zona más que a partir del establecimiento de la política exterior y de Seguridad común creada por el Tratado de Maastricht de 1992.

Para poder conocer el estado actual de la cuestión de Oriente Medio y los esfuerzos de la Unión Europea por alcanzar un acuerdo de paz es menester recordar el posicionamiento comunitario europeo ante el conflicto incidiendo en los acontecimientos más relevantes que han marcado su evolución.

Tras la II Guerra Mundial y a iniciativa de varios países árabes como la liga de Estados Árabes, Arabia Saudí, Egipto, Irak, Líbano, Siria y Transjordania, la Asamblea General de las Naciones Unidas propuso, en sesión extraordinaria, estudiar cómo poner fin al mandato del Reino Unido en la administración del territorio palestino con la intención de que se llegase a la proclamación de su independencia. El 29 de noviembre de 1947 se adoptó la resolución 181 (ii), que asumía la propuesta de la mayoría de miembros de partir el territorio creando, así, un Estado árabe y un Estado judío, mientras que la ciudad de Jerusalén permanecería bajo un régimen o estatuto internacional especial administrada por las Naciones Unidas. La mayoría de estados europeos avalaron la partición, salvo el Reino Unido y Yugoslavia que se abstuvieron y Grecia que votó en contra. La antigua Unión Soviética y otros estados socialistas europeos dieron todo su apoyo no sólo con los votos a favor de la partición, sino que además lo materializaron en el terreno militar. Entre 1948 y febrero de 1949 Checoslovaquia suministró armas a los organismos judíos y luego al gobierno de Israel -tras su constitución- además de formar a pilotos y paracaidista. Estas ayudas se mantuvieron hasta 1951. La total oposición palestina y árabe a la decisión de las Naciones Unidas se manifestó en contantes enfrentamientos desde finales de 1947, que cada vez iban tomando mayor envergadura y en consecuencia, suscitando mayores recelos y rencores en ambas partes. La retiraba británica, la no materialización de las recomendaciones de las Naciones Unidas y sobre todo la proclamación del Estado de Israel en mayo de 1948 y la invasión del territorio de éste por unidades de los ejércitos de cinco países árabes llevaron a la primera guerra árabe-israelí. Al margen de las operaciones militares, los enfrentamientos se vieron reforzadas por el reconocimiento de Israel por los países europeos y el establecimiento de relaciones diplomáticas.

Sin embargo, la presencia europea en la zona, en particular del Reino Unido y de Francia, fue debilitándose tras la crisis del canal de Suez, tanto en los aspectos políticos como en los militares. El «retroceso europeo» ayuda a Estados Unidos a consolidarse como principal potencia extranjera en apoyo de Israel, mientras que la antigua Unión Soviética incrementará su apoyo militar a los países árabes. A ello se suma, los momentos más álgidos de la Guerra Fría, por lo que el enfrentamiento local superará toda expectativa. En este contexto de tensión política, nace en 1964 la organización para la liberación de palestina (OLP), iniciándose ciertos cambios en la actitud de algunos países árabes hasta que en 1967 estalla la Guerra de los Seis Días, que enfrentó a Israel a Egipto, Jordania y Siria. La contundente ofensiva israelí le permitió ocupar amplios territorios como la península del Sinaí, la franja de Gaza, la Ribera Occidental del Jordán, Jerusalén Oriental y los Altos del Golán. En este momento, la reacción es internacional, pero no especialmente europea. La resolución 242 del Consejo de Seguridad...

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